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A toda prueba

Un estudio en 32 países muestra que los colombianos son los más comprometidos y leales con sus empresas.

18 de diciembre de 2000

Aunque a algunos pueda parecer sorprendente los trabajadores colombianos tienen una cualidad que cualquier empresario del mundo envidiaría: son los más leales a sus empresas y los más comprometidos con el trabajo. Así lo reveló un estudio internacional entre 9.000 personas que laboran en las grandes empresas de 32 países.

La encuesta, realizada por el Walker Information Global Network —un centro de estudios especializado en investigar las relaciones entre empresas, trabajadores y clientes—, mostró un resultado contundente. Colombia ocupó el primer lugar en el índice de compromiso de los trabajadores con las empresas.

La investigación, que en Colombia fue realizada por el Centro Nacional de Consultoría, incluyó preguntas que cubrieron los más diversos temas relacionados con el ambiente de trabajo, los vínculos afectivos de los empleados con sus empresas y su disposición a sacrificarse por sus organizaciones.

Se encontró que, más allá de las diferencias culturales entre los países, no todos los trabajadores a nivel mundial “se ponen la camiseta” de sus compañías. Apenas uno de cada tres de los empleados es verdaderamente leal a su empresa. Sólo dos de cada tres creen probable que sigan trabajando en ella dentro de dos años. Y también dos de cada tres estarían dispuestos a hacer esfuerzos adicionales más allá de sus obligaciones.

Otro hallazgo revelador es que los trabajadores de las distintas naciones no creen mucho en sus jefes. Sólo un 33 por ciento de los entrevistados cree que su organización es “altamente ética” y 40 por ciento no cree en la integridad personal de sus superiores. Sin embargo no todos los resultados son desalentadores. Dos de cada tres empleados recomiendan su empresa como un buen lugar para trabajar y se sienten como “parte de una familia” en ella.

Pero quizá lo más interesante del estudio son las diferencias que hay entre países en la actitud de los trabajadores. Las tendencias son similares en todas partes pero hay cinco países que sobresalen por lo alto o por lo bajo. Colombia porque es el lugar donde los empleados son más agradecidos, seguido de Corea del Sur. Y Japón, Chile y Grecia porque son los países donde los trabajadores están más insatisfechos y descontentos.

Los colombianos ya se habían acostumbrado a ocupar los últimos lugares en todo tipo de encuestas y rankings internacionales. En competitividad, e incluso en corrupción, los resultados siempre dejaban mucho que desear. Por eso, a primera vista, resulta un tanto sorprendente que el país quede de primero en algo bueno. Pero una mirada a las respuestas revela que los empresarios colombianos cuentan con un recurso muy valioso. Y muchos no se habían dado cuenta.

La encuesta muestra que el 84 por ciento de los trabajadores en el país se sienten como en una familia en su organización. Más aún, el 92 por ciento piensan en los problemas de su empresa como si fueran los suyos propios. Así mismo, el 96 por ciento se sienten orgullosos de trabajar en la compañía y el 89 por ciento dicen que realizan con frecuencia esfuerzos adicionales a sus tareas normales.

Semejante grado de compromiso y entrega se ve reflejado, además, en otras actitudes. El 73 por ciento de los encuestados manifiestan que su organización los trata “con justicia” y un porcentaje aún mayor opina que sus empleadores se preocupan por ellos y les tienen confianza. Y de acuerdo con las investigaciones de Walker Information Global Network y el Centro Nacional de Consultoría, el buen trato es clave para la lealtad de los trabajadores (ver recuadros).

La satisfacción de los empleados colombianos no para ahí. En general también están de acuerdo con que su organización asigna suficientes personas para hacer las tareas y les brinda el tiempo necesario para cumplirlas. Y un porcentaje mayoritario considera que no hay presiones para asumir un comportamiento antiético. En otras áreas los resultados de Colombia, siendo buenos en comparación con otros países, son menos sobresalientes. Sólo un 40 por ciento de los trabajadores sienten que su empresa hace un esfuerzo real por dar un reconocimiento público a sus logros y a sus buenas ideas.



¿Mucha belleza?

Tanto agradecimiento en un país con tan graves problemas no parece normal. Los colombianos tienen buenas razones para quejarse. Y normalmente lo hacen. Por eso pueden sonar un poco extrañas estas expresiones de satisfacción y compromiso. Pero hay otros indicios que avalan lo resultados de la encuesta.

Parte de la explicación está en que, precisamente por ser un país con un altísimo desempleo, quienes tienen un trabajo estable lo consideran un lujo y están agradecidos. “En Colombia existen leyes de protección laboral que terminan teniendo el efecto contrario. A la gente la contratan mal y por períodos cortos”, explica María Mercedes Cuéllar, quien publicó un libro sobre el tema. Añade que “en nuestras investigaciones encontramos que los colombianos sacrifican cualquier cosa con tal de tener un empleo estable”.

Esto explica porqué en países donde la gente tiene más opciones laborales es más “desagradecida”. En Chile, por ejemplo, el 44 por ciento de los trabajadores manifiestan tener otras oportunidades de trabajo mientras que en Colombia este porcentaje es de tan sólo 4 por ciento. “En Europa y Norteamérica el trabajador puede construir su propia carrera, independiente de la empresa”, dice Carlos Lemoine, quien dirigió la investigación en Colombia.

Además el estudio sólo incluye empresas de más de 50 trabajadores. “En Colombia estas son empresas de élite que pueden seleccionar los mejores trabajadores”, añade Lemoine.

Pero el compromiso va mucho más allá de si los trabajadores tienen o no otras oportunidades. Por eso una segunda explicación es que los colombianos sencillamente son buenos trabajadores.

“Sin duda el colombiano es trabajador y su nivel de formación es bueno”, afirma Javier Hernández Sinde, quien preside la filial colombiana de la empresa española Gas Natural. El politólogo Fernando Cepeda Ulloa, por su parte, cita el caso de una multinacional norteamericana que prefiere nombrar colombianos en el cargo de gerente financiero en cada país por su dedicación y por su eficiencia en el manejo del dinero.

El empuje y la capacidad emprendedora de los colombianos es ampliamente reconocida. “Al empleado se le pone un desafío por delante, como si fuera un capote de torero, y éste arranca con fuerza, aun sin saber para dónde va. Se llena de fervor ‘patriótico’ por su empresa”, afirma Carlos Hugo Escobar, gerente de la cadena de supermercados Cativen, en Venezuela. “En otras partes, en cambio, hay que explicarle paso a paso qué es lo que va a hacer y cómo”, añade.

En tiempos de globalización el mercado laboral está cambiando con rapidez. Hoy en día la gente cambia de trabajo con frecuencia cada vez mayor. “En España hace 10 años la gente valoraba más la estabilidad. Pero hoy en día los empleados están dispuestos a irse por poca plata adicional”, afirma Hernández, de Gas Natural.

Esta mayor movilidad puede resultar provechosa, sobre todo para los jóvenes, ya que adquieren una mayor experiencia. Pero puede convertirse en un problema para las organizaciones, en especial cuando se trata de cargos directivos, ya que los ejecutivos son más costosos y difíciles de reemplazar.

Pero lo importante es que Colombia tiene una fuerza de trabajo comprometida, y eso es un recurso muy valioso. No sólo porque trabajadores así son más estables sino —y sobre todo— porque son más productivos. Empleados que se ponen la camiseta de la empresa, se sacrifican por ella y le son leales, son aliados invaluables para salir adelante en medio de los problemas del país y competir exitosamente en el mundo.