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TRABAJO

¿Es malo incentivar a los empleados?

Motivarlos con altas bonifaciones económicas puede resultar contraproducente, según un estudio reciente.

12 de mayo de 2014

Durantes décadas estudios sobre administración se han enfocado en analizar si en realidad el incentivo de pago funciona para aumentar la productividad de los empleados.

Ahora, un estudio publicado en Association for Psychological Science’s Minds for Business Blog, junto a un equipo de investigadores en neurociencia estadounidenses y europeos, muestra que la emoción que genera una bonificación lleva a las personas a un punto al que no cumplen adecuadamente con las tareas asignadas.

El estudio
Los participantes del estudio fueron monitoreados para estudiar los niveles de dopamina en su cerebo, el químico que responde a las estimulaciones. Luego, se les ofreció una bonificación económica baja o alta según el desempeño en ciertas tareas.

Una pantalla mostraba dos flechas con las palabras “derecha” o “izquierda”. Sin embargo, las flechas no apuntaban a estas direcciones. Allí se les pedía a los participantes presionar un botón correspondiente a las palabras escritas en las flechas y no a las direcciones que éstas apuntaban.
Los participantes con altos niveles de dopamina en el cerebro demostraron ser menos capaces de completar la tarea cuando se les ofrecían altas bonificaciones económicas. Mientras que aquellos a los que se les ofreció un menor monto la cumplieron con mayor facilidad.

Vea el estudio completo aquí.

Esta reacción responde a un estímulo del cerebro donde se afirma que el ser humano se distrae tanto por la posible recompensa que recibirá que tiene problemas para concentrarse en cumplir lo que se le asignó.

En detalle
Cabe aclarar que dicho estudio no se realizó en un ambiente laboral, por tanto, aunque deja a analisis hechos interesantes del ser humano, no necesariamente hay una implicación laboral.

Especialmente si se tiene en consideración que aquellos participantes con altos niveles de dopamine fueron los que tuvieron efectos negativos en su trabajo; ya que, normalmente, no se están midiendo los niveles de dopamina de un empleado.

E incluso si dicho estudio fuera hecho en un ambiente laboral, y de antemano se supiera que todos los empleados tienen un alto nivel de dopamina, la tarea cómo tal igual se llevaría a cabo, puesto que en una organización siempre se están buscando soluciones.

Teniendo esto en cuenta, este estudio sirve como invitación a otros grupos e instituciones a realizar más investigaciones en el tema y resolver el interrogante si en realidad una alta bonifación puede perjudicar el resultado deseado.