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EXPERIENCIAS

Las lecciones del campo

Un colegio en el Reino Unido creó una granja para enseñarles a sus alumnos sobre nutrición, geografía, historia y hasta geometría. Los resultados han sido sorprendentes.

12 de mayo de 2014

Hace siete años, el colegio Phoenix High School de Londres decidió empezar un experimento educativo que hoy da frutos, literalmente. Se trata de una granja educativa de 3000 metros cuadrados en donde son los mismos alumnos los que siembran, cuidan y cultivan papa, coliflor, brócoli, frambuesas, fresas y fríjoles entre otras.

Esta es una nueva estrategia que a través del contacto con la tierra les enseña a los estudiantes sobre bienestar, nutrición, ecología, y hasta materias que no parecieran estar tan relacionadas como geografía, historia, geometría o matemáticas.

Por ejemplo, hay niños que estudian las bayas y aprenden cómo determinadas culturas locales las usaban para teñir las telas. Otros trabajan con las abejas para entender los procesos de polinización y los ciclos de los cultivos, y otros estudian las condiciones de los terrenos y por qué determinados cultivos se dan solo en ciertas zonas.

Como esta hay otras 100 granjas escolares en el Reino Unido y más de 100 en construcción, según informa la organización que las agrupa, la Red Farms School. Esta nueva tendencia ha dado excelentes resultados en cuanto al desempeño académico, bienestar y motivación de los niños. Les ha permitido conectarse con el mundo en el que viven porque entienden el proceso de la comida, de la tierra, y les parece divertido.

Además, los niños británicos, que poco consumían verduras o legumbres y eran reacios a probar nuevas comidas, están interesados en comer lo que han cultivado y esto fomenta su deseo de comer y cocinar saludablemente. Esto cobra una particular importancia en una sociedad en la que un cuarto de los estudiantes que se gradúan del colegio son obesos.

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