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Cali tiene sed

21 de febrero de 2009

Los racionamientos de agua potable que durante cinco días padeció 80 por ciento de los caleños, dejaron al descubierto la falta de políticas en materia ambiental y los roces existentes entre las entidades involucradas. Si algo quedó claro es que la ciudad no tiene garantizado el servicio de acueducto y mucho menos existe consenso sobre qué hacer. En medio de la crisis surgieron ideas que van desde construir un embalse, trasladar las bocatomas y la que propondrá Juan Carlos  Abadía, el gobernador del Valle: descontaminar el río Cauca para garantizar el suministro por muchos años para Cali y más de 15 municipios del Valle. Todas requieren grandes inversiones, que oscilan entre 200.000 millones de pesos y 1,2 billones. Lo que nadie se esperaba es que en medio del problema la superintendente de Servicios, Eva María Uribe, aprovechara la coyuntura para insistir en su plan de vender parte del componente de telecomunicaciones de Emcali, la empresa de servicios de esa ciudad, y con dichos recursos financiar el proyecto del embalse. La actitud de la funcionaria, que sólo piensa en vender la empresa,  fue criticada y considerada por el alcalde, Jorge Iván Ospina, como un chantaje.