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Pobre Caquetá

No se repone el Caquetá del secuestro de Romeo Langlois cuando lo asola de nuevo la infinita degradación del conflicto armado.

9 de junio de 2012

No se repone el Caquetá del secuestro de Romeo Langlois cuando lo asola de nuevo la infinita degradación del conflicto armado. El 4 de junio, una balacera en plena zona urbana de La Montañita sacudió al país: una patrulla de la Policía que llevaba a una madre de 18 años a punto de dar a luz fue atacada a tiros, según reportes oficiales, por las Farc. Murieron el bebé nonato, una mujer de 63 años que acompañaba a la madre y dos policías, y fueron heridos la futura madre y dos niños de 7 y 9 años. Días después, murió uno de ellos. Enseguida, la Fuerza de Tarea Omega descubrió lo que los partes militares han llamado un centenar de fosas comunes, que pueden ser un cementerio de las Farc, sepulturas de guerrilleros fusilados por sus compañeros, tumbas de secuestrados o todas las anteriores. El CTI de la Fiscalía está exhumando e identificando los cuerpos. Y, justo cuando tenían lugar estos hechos, se cumplió un año del secuestro de tres ciudadanos chinos y su traductor, que trabajan para la petrolera Emerald Energy, capturados cerca de San Vicente del Caguán. Todo indica que están en manos de las Farc (¿quién más secuestra en Caquetá?), pero preocupa que, pasado tanto tiempo, no se sepa de su suerte. ¿Será que la promesa de poner fin al secuestro extorsivo no incluye devolver a los chinos y su traductor sanos y salvos?