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El nuevo look

Una esquelética y desgarbada mujer, Kate Moss, desbanca a las modelos voluptuosas y sensuales.

18 de octubre de 1993

HASTA HACE poco las reinas del modelaje eran Claudia Schiffer, Cindy Crawford, Naomi Campbell y Linda Evangelista. Sus figuras esculturales y glamourosas ocupaban las páginas de las revistas y las pasarelas de la moda. Pero ahora todo cambió. El regreso de la onda de los 70 y toda su corriente retro ha rescatado la imagen anoréxica de Twiggy. Hoy el mundo del modelaje ha sido invadido por mujeres flacas y desgarbadas, sin curvas ni maquillaje, ni una pizca de seducción. Este revolcón que comenzó con el retorno al hippismo hizo que el desaliño se impusiera sobre la sofisticación. Y son estas nuevas modelos, con aire de gamín, las que hoy cobran las astronómicas sumas que antes estaban reservadas a las "bien dotadas".
La primera figura de esta nueva generación de modelos es Kate Moss, una inglesa de 19 años, con una imagen escuálida y una belleza casi infantil, que en poco menos de un año inundó la televisión y las revistas como modelo exclusiva de Calvin Klein. Detrás vinieron otras con ese mismo aire de gaminas: Amber Valletta, Emma Balfour y Shalom, quienes irrumpieron con fuerza en las grandes agencias de modelaje desbancando a aquellas que durante años se habían convertido en un fenómeno comercial sin antecedentes y tenían los rostros más hermosos del mundo. La Schiffer, la Crawford, la Evangelista y la Campbell, que cobraban una tarifa que oscilaba entre los 18 y los 25 mil dólares por día de trabajo, son destronadas por mujeres que en la década de los 80 ni siquiera hubieran sido aceptadas para una prueba de fotografías. En lo que va corrido del año, la Moss ha aparecido por lo menos en 20 portadas de revistas de moda y sus tarifas van de 15 a 20 mil dólares por día de trabajo.
Ante semejante competencia,lo único que les queda a las antiguas supermodelos es actualizar su imagen al look de los 90, para no tener que pasar al retiro a los 25 años.