SOMBRERO DE ALA ANCHA

GABRIEL RONDON NACIO EN MEDEllín, pero dice ser más barranquillero que el Paseo Bolívar. Creció entre la flauta clásica, el tiple y la guitarra de su mamá, por un lado; el piano y la trompeta de su papá, por el otro, y los boleros de su hermano mayor. A los 18 años se fue a recorrer el mundo, se instaló en California en plena época del hippismo, y de ahí le quedó su afición por los sombreros. Con la música empezó muy joven, tocando bambucos y pasillos y acompañando a cualquier cantante en gira que se descuidara. Después de tener por varios años un trío de piano, bajo y guitarra, se dedicó de lleno al jazz. La semana pasada llenó el Teatro Libre con su Big Band y se dirige ahora a representar al país en el festival de jazz de Caracas.