En cifras

Se calcula que más de dos millones de personas serán testigos de la toma de posesión de Obama, una cifra inédita. A la de George W. Bush, en 2005, asistieron unas 400.000, y a la de Bill Clinton, en 1993, unas 800.000. El récord es de Lyndon Johnson, con alrededor de 1,2 millones, en 1965.

Desde hace meses el público ha copado los hoteles, mientras algunos residentes han alquilado sus casas hasta por 500 dólares la noche, sin importar qué tan modesta sea.

La ceremonia será un reto para los servicios de seguridad. Serán 58 las agencias dirigidas por el servicio secreto, desde la Policía local hasta la CIA, que sumarán unos 20.000 hombres sobre el terreno. Aviones de combate vigilarán los cielos, y lanchas artilladas patrullarán las aguas del río Potomac.

Después del juramento, Obama recorrerá en auto los 3,5 kilómetros que separan el Capitolio de la Casa Blanca.