Criminales amenazan el fútbol con la “Copa Mundial del terror”

Las arremetidas estarían motivadas por el posible traslado de miembros de la cúpula del PCC a instalaciones aisladas de máxima seguridad. Reportes indican que las autoridades han denunciado a 175 personas, en su mayoría presos, que delinquen desde las cárceles y existen 33 pedidos para que reos sean trasladados al Régimen Disciplinario Diferenciado (RDD), un aislamiento preventivo. 

Ya en el pasado, el PCC ha reaccionado a este tipo de medidas. En el año 2006, se les responsabilizó por los ataques contra policías y autobuses en el estado de Sao Paulo, lo cual dejó un saldo de 300 muertos.

La razón de la barbarie fue el traslado de 766 integrantes del PCC al Régimen Disciplinario Diferenciado, a 600 kilómetros de Sao Paulo. El RDD impide contactos con abogados, visitas durante 30 días, permite sólo una hora de sol por 23 de reclusión y nada de televisión, esto a pocas semanas de iniciarse el Mundial de Fútbol de Alemania.

Las revelaciones del diario brasileño son parte de una investigación del Ministerio Público de Sao Paulo en la cual se afirma que el grupo planeaba rescatar prisioneros, atentar contra autoridades de policía y participar en actividades políticas, además de estar vinculados con líderes corruptos. 

En las interceptaciones se escucha al cabecilla Marco Willians Herbas Camacho "Marcola” decir que había eliminado el consumo de crack dentro de las prisiones de Sao Paulo y que gracias al PCC se redujo la criminalidad del estado.

"Hoy para matar a alguien es con la mayor burocracia. Entonces fue el PCC el que redujo la criminalidad y los homicidios cayeron, pero veo al gobernador (Geraldo Alckmin) diciendo que fue él", aseveró Marcola, según EFE. Asimismo, el diario de Brasil reveló que el grupo criminal habría planeado asesinar a Alckmin, según una conversación telefónica que data de 2011. 

El PCC nació en 1993 en Taubaté, una prisión de Sao Paulo. La organización inició con ocho reos como una forma de venganza después de una masacre en 1992 en la cárcel de Carandiru en la cual murieron cien prisioneros a manos de oficiales de seguridad. 

 
Según "Insight Crime", organización de periodismo de investigación especializado en el crimen en América Latina, el PCC cuenta con 11.400 miembros de los cuales 8.800 están encarcelados. Además, controlan el 90% de las prisiones de Sao Paulo dedicándose a actividades como el narcotráfico, extorsión, secuestro, venta de drogas y robos a bancos. El PCC está presente en 22 estados del país y su dominio se extiende hacia Bolivia y Paraguay. 

En el año 2001 provocaron el cierre de 29 prisiones y en 2006 lograron el control de 70 tras el traslado de algunos de sus miembros, con enfrentamientos que dejaron alrededor de 150 muertos y tomando como rehenes a los visitantes. 

Se estima que el grupo puede llegar a recaudar alrededor de 54.8 millones de dólares anuales, producto del narcotráfico, una lotería dentro de las cárceles y contribuciones de donadores. A raíz de esto se anunció la creación de una fuerza especializada para combatir el crimen organizado, en particular al PCC. 

La "Fuerza Tarea" es el nombre de este grupo especial cuyo objetivo será obtener información de inteligencia para facilitar el combate al crimen organizado y abrir una licitación para la señal de telefonía móvil dentro de 23 presidios del estado, según reportes oficiales.