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| Foto: AP

Murió Osama bin Laden

El presidente Barack Obama confirmó la noticia. "Se ha hecho justicia", dijo el mandatario.

1 de mayo de 2011

Osama Bin Laden, el cerebro de Al-Qaeda, está muerto. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hizo el anuncio desde la Casa Blanca este domingo.
 
El mandatario reveló que Bin Laden murió en una operación liderada por Estados Unidos y que contó con la cooperación del gobierno de Pakistán. "Se ha hecho justicia", afirmó el presidente.
 
Una multitud jubilosa se reunió frente a la residencia presidencial al extenderse la noticia del fallecimiento. 
 
Los servicios de inteligencia estadounidenses sospechaban que Bin Laden se había movido en los últimos años por la región de la zona montañosa de Chitral, en el extremo noroeste de Pakistán cerca de la frontera con China, a Tora Bora, en el Valle de Kurram, uno de los bastiones talibán más duros.
 
En su alocución, Obama afirmó que, tras haber recibido informaciones de inteligencia fiables sobre el lugar donde se encontraba Bin Laden en Pakistán, la semana pasada dio la orden de atacar y este domingo "un pequeño grupo" estadounidense condujo la operación, en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista. 
 
Osama Bin Laden murió en una mansión ubicada a unos 50 kilómetros de Islamabad, la capital paquistaní. Según las autoridades estadounidenses, en el operativo murieron, además del jefe de Al-Qaeda, otras tres personas, entre ellas su hijo y una mujer.
 
Este es el logro más importante del equipo de seguridad nacional de la administración Obama. Su predecesor, George W. Bush, prometió en repetidas ocasiones llevar ante la justicia el autor intelectual del 11 de septiembre de 2001, pero nunca lo pudo lograr.
 
Precisamente, la muerte de Bin Laden llega apenas unos meses antes del décimo aniversario de los atentados al World Trade Center, en Nueva York, y al Pentágono, en Washington, en los que murieron más de 3.000 personas.
 
Este domingo, tras difundirse la noticia, el Departamento de Estado puso en alerta a las embajadas de Estados Unidos y advirtió a sus ciudadanos en el extranjero sobre posibles ataques por represalias de Al-Qaeda y sus seguidores en todo el mundo.
 
En una alerta mundial el Departamento de Estado dijo que hay un "elevado potencial de violencia antiestadounidense dadas las recientes actividades contraterroristas en Pakistán".
 
Indicó que los ciudadanos de Estados Unidos que viven en el extranjero, particularmente en áreas en que se ha registrado violencia anti estadounidense con anterioridad, deben evitar salir de sus hogares y reunirse en grupos numerosos. 
 
Por su parte, el ex presidente estadounidense George W. Bush dijo que felicitó al presidente Barack Obama tras enterarse de la muerte de Bin Laden.
 
Bush aseguró que "este memorable logro marca una victoria para Estados Unidos, para las personas que buscan la paz en todo el mundo y para todos aquellos que perdieron a seres queridos el 11 de septiembre de 2001".
 
Agregó que Estados Unidos "ha enviado un mensaje claro: no importa cuánto tiempo se requiera, se hará justicia". 
 
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo que los estadounidenses han cumplido la promesa realizada después del 11 de septiembre de 2001 de capturar o matar a Osama Bin Laden.
 
Bloomberg agregó que la muerte del jefe de Al-Qaeda no disminuye el sufrimiento de los estadounidenses que vivieron en carne propia el día en que el World Trade Center fue destruido, pero es una "victoria críticamente importante" para la nación. La consideró un tributo a los hombres y mujeres en las fuerzas armadas que han peleado.
 
Bloomberg agregó en un comunicado que espera que la noticia sobre el deceso de Bin Laden "ofrezca cierto cierre y comodidad para todos aquellos que perdieron a sus seres queridos" ese día.