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| Foto: AFP

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Turquía, Rusia e Irán se reúnen para hablar sobre Siria

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, recibió esta semana a Vladimir Putin y a Hasan Rohani en Ankara en una cumbre que busca darle salida a la guerra en Siria.

4 de abril de 2018

Los presidentes ruso, iraní y turco -Vladimir Putin, Hasan Rohani y Recep Tayyip Erdogan- iniciaron una cumbre este miércoles en Ankara en busca de una solución para el conflicto en Siria, donde los tres países intentan fortalecer su influencia.

Moscú y Teherán, que apoyan al gobierno sirio, y Ankara, que respalda a los rebeldes, son los padrinos del proceso de Astaná, que permitió la puesta en marcha de cuatro "zonas de distensión" en Siria

Pero la búsqueda de una solución a la guerra, que ha dejado más de 350.000 muertos desde 2011, tropieza con los intereses contradictorios de esos tres países y el futuro político del presidente sirio, Bashar Al Asad. 

El último encuentro de los tres dirigentes dedicado a Siria tuvo lugar el 22 de noviembre en Sochi, y condujo a un Congreso Nacional Sirio en la estación balnearia rusa que se saldó en un sonoro fracaso. 

En contexto: La guerra de Siria, el infierno de Ghouta

"El objetivo de esta cumbre tripartita [...] es reorganizar y renegociar las zonas de influencia en Siria, y reflexionar sobre el futuro del norte de Siria [...] tras la retirada de Estados Unidos", explica Jana Jabbour, especialista en Turquía del Centro de Investigaciones Internacionales (CERI) del instituto francés de Ciencias Políticas Sciences Po.

El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró el martes que quiere sacar a las tropas estadounidenses de Siria, asegurando que se tomará una decisión al respecto "muy rápidamente". 

Unos 2.000 soldados estadounidenses están desplegados en Siria en el marco de la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI). 

La retirada de Estados Unidos dejaría vía libre a Turquía, Rusia e Irán, principales protagonistas en el terreno diplomático y militar. 

‘Seguir a flote‘

Gracias al apoyo de Rusia e Irán, el régimen de Al Asad logró recuperar más de la mitad del territorio sirio.

"El alcance y el peso de Rusia y de Irán sobre el gobierno sirio no está claro en algunos puntos, pero imagino que si deciden colectivamente hacer presión sobre Al Asad, pueden llegar bastante lejos", afirma Aron Lund, del laboratorio de ideas estadounidense Century Foundation.

Al Asad "los necesita para recuperar terreno y seguir a flote económicamente. Pero eso no significa que él aceptaría, por ejemplo, que le digan que dimita", matiza. 

Le sugerimos: ¿Acabarán Rusia, Estados Unidos y potencias internacionales enfrentadas en una guerra directa en Siria?

Y Turquía, principal apoyo de los rebeldes, los ha ayudado a tomar el control de grandes extensiones de territorio en el norte del país. 

Desde que sus tropas, ayudadas por las milicias rebeldes sirias, arrebataran el 18 de marzo el bastión kurdo de Afrin a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), el presidente Erdgan asegura que quiere extender la ofensiva hacia el este, principalmente a Manjib, donde hay soldados estadounidenses desplegados junto a las YPG, aliados suyos en la lucha contra el Estado Islámico (EI). 

Turquía espera aprovechar la cumbre del miércoles para asegurarse el apoyo de Rusia y de Irán a sus operaciones. 

"A cambio [...], Rusia e Irán esperan que Ankara utilice su influencia sobre los grupos de la oposición para llevarlos a la mesa de negociaciones", apunta Jabbour. 

Con todo, las conversaciones se auguran complicadas. EL ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, subrayó el martes por la noche en Ankara que "no se puede aceptar ninguna justificación para violar la integridad territorial de Siria", según unas declaraciones recogidas por la agencia Irna. 

La cuestión de Idlib 

La provincia siria de Idlib sigue siendo un tema candente, sobre todo si el régimen, que está muy cerca de reconquistar Guta Oriental -en manos de los rebeldes- decide emprender acciones para retomarla.

Esta región, en el noroeste de Siria, escapa casi totalmente al régimen sirio, y está dominada por los yihadistas de la otrora rama siria de Al Qaida. 

Pero se trata de una "zona de distensión" en la que Turquía estableció varios puestos de observación, lo que sin embargo no le ha impedido al régimen efectuar allí ataques esporádicos.

Idlib podría "echar a pique" la cooperación entre Rusia, Irán y Turquía, advierte Elizabeth Teoman, analista del Institute for Study of War (ISW). "Las tensiones entre Rusia y Turquía resurgirán cuando la coalición prorrégimen se concentre de nuevo en la provincia de Idlib". 

"Creo que sería acertado dejar a un lado la idea de que un solo país, sea el que sea, puede imponer cualquier cosa en Siria", subraya Aaron Stein, analista en Atlantic Council.