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Plaza de la Independencia en Kiev, capital ucraniana, tras los fieros choques entre opositores y autoridades. | Foto: AP.

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Ucrania: decenas de muertos tras manifestaciones

La Unión Europea adopta sanciones contra los responsables de la represión.

20 de febrero de 2014

Ucrania se sumía este jueves en el caos, con nuevos enfrentamientos en Kiev que dejaron decenas de manifestantes muertos y llevaron a la Unión Europea a adoptar sanciones contra los responsables de la represión que tienen las manos "manchadas de sangre".

Según los servicios médicos de la oposición, 67 manifestantes murieron en los choques del Maidán, la Plaza de la Independencia, tomada desde hace tres meses por los opositores al presidente Viktor Yanukovich.

"Más de 60 manifestantes murieron. Todos fueron tiroteados", dijo a la AFP el responsable de los servicios médicos de la oposición, Sviatoslav Janenko.

El gobierno dio parte de tres policías muertos.

Si esos informes se confirman, el balance de víctimas mortales de los últimos tres días rondaría el centenar, incluyendo trece policías. El martes, una operación para recuperar el control de la plaza se topó con una violenta resistencia, con un saldo de 28 muertos, diez de ellos agentes de las fuerzas de seguridad.

Las autoridades municipales de Kiev señalaron, por su parte, que en lo que va de la semana sus servicios han registrado un total de 67 muertos.

Unos periodistas de la AFP contabilizaron por la mañana 25 cadáveres en tres puntos en torno a la plaza, donde se veían numerosos rastros de sangre.

Los disparos provenían tanto de los cordones policiales como de edificios aledaños.

El ministerio del Interior reconoció haber usado balas reales. "Con el fin de preservar las vidas de los agentes de la fuerza pública (...) se tomó la decisión (...) de usar armas en legítima defensa", indicó un comunicado.

El ministerio denunció, además, el "secuestro de 67 policías y prometió recurrir a "todos los medios" para liberarlos. "Los extremistas radicales secuestraron a 67 policías" y las fuerzas de seguridad podrán usar "todos los medios legales, incluyendo el uso de armas", para obtener su liberación, subraya el comunicado.

Otros incidentes se señalaron en ciudades de provincia.

Se trata de la peor crisis desde la independencia en 1991 de esta exrepública soviética, con fronteras con Rusia y con países de la Unión Europea (UE).

La UE negocia y sanciona

Los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania, Francia y Polonia están discutiendo con Yanukovich una "hoja de ruta" para una salida pacífica de la crisis, indicaron este jueves fuentes diplomáticas alemanas. Las propuestas también son objeto de consultas con la oposición, agregó la fuente.

Los tres ministros, que debían viajar por la tarde a una reunión de emergencia de la UE en Bruselas decidieron prolongar su misión hasta el viernes.

Lo cual no impidió a la UE adoptar una primera tanda de sanciones económicas contra quienes estén "manchados de sangre". "En estrecha coordinación con los tres ministros que están negociando en Kiev, tomamos la decisión de actuar muy rápidamente para cancelar los visados y congelar los haberes de quienes están manchados de sangre", anunció la ministra italiana, Emma Bonino.

La agitación en Ucrania empezó en noviembre, cuando el gobierno decidió suspender súbitamente las negociaciones de asociación con la UE y estrechar las relaciones económicas con Rusia.

Putin también envía a un mediador

El presidente ruso, Vladimir Putin, también envió a un representante a Ucrania, a petición de Yanukovich, para mediar en las negociaciones con la oposición, indicó el portavoz del Kremlin, según la agencia Ria Novosti.

Rusia achaca los incidentes a una tentativa de golpe de Estado de elementos radicales.
 
El ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, sugirió el miércoles que la UE "utilice sus contactos con la oposición para incitarla a cooperar con las autoridades ucranianas y a distanciarse de las fuerzas radicales que desencadenaron los desórdenes sangrientos y están en el camino de un golpe de Estado".

Y este jueves, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, urgió a Yanukovich a mantener una actitud de firmeza. "Necesitamos socios que estén en forma y que las autoridades en Ucrania sean legítimas y eficaces para que la gente no pueda usarlas como un felpudo para limpiarse los pies", declaró Medvedev. "El poder debe concentrarse en la defensa de las personas, de las fuerzas de seguridad que preservan los intereses del Estado", añadió, según unas imágenes transmitidas por televisión.

Esta semana, Rusia preveía entregar una ayuda de 2.000 millones de dólares a Ucrania.

El alcalde de Kiev denuncia a Yanukovich

La indignación por la sangrienta represión se hizo oír desde dentro y fuera de Ucrania y provocó divisiones en el poder.

El alcalde de Kiev, Volodimir Makeienko, abandonó este jueves el Partido de las Regiones, al que pertenece Yanukovich, para denunciar "el baño de sangre y la lucha fratricida". "La vida humana debe ser el valor supremo de nuestro país y nada debe contradecir ese principio", afirmó.

Yanukovich, debe ser juzgado por "asesinatos masivos", declaró la exprimer ministra encarcelada Yulia Timoshenko, tras los enfrentamientos. "La salida inmediata de Yanukovich y su enjuiciamiento por asesinatos masivos de civiles deben ser la única exigencia del pueblo, de la oposición y de la comunidad internacional", declaró la opositora ucraniana, en una declaración publicada en el sitio web de su partido.

El gobierno estadounidense se declaró "escandalizado" por el uso de armas de fuego por parte de las fuerzas represivas.

El gobierno británico convocó, por su lado, al embajador ucraniano en Londres, por segunda vez en dos días, para expresarle su "gran preocupación por las noticias sobre más muertos y más violencia" y recordarle que la intervención "contra manifestantes pacíficos en la plaza de la Independencia es inaceptable", indicó un comunicado.

En la ciudad rusa de Sochi, donde se celebran los Juegos Olímpicos de Invierno, una esquiadora ucraniana y su padre, que es su entrenador, anunciaron que se retiraba de la competición en señal de protesta por el uso de la fuerza contra los manifestantes de Kiev.