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| Foto: Policía Nacional

ORDEN PÚBLICO

El último baile de Mapaya, uno de los criminales más buscados de Buenaventura

Jorge Isaac Campaz es acusado de dirigir la banda criminal 'La Local', considerada la dueña de más de la mitad del tráfico de drogas que circula a través del principal puerto del Pacífico.

18 de julio de 2017

Jorge Isaac Campaz Jiménez estaba en la mira del recién creado cuerpo élite de la policía desde que llegaron a Buenaventura las tropas de choque, destinadas a bajar el índice de criminalidad en el puerto.

Aunque llevaba prácticamente 15 años delinquiendo en el Valle del Cauca, fue hasta el domingo 16 de julio que lograron capturarlo los agentes de la policía encargados del plan de intervención decretado por el Ministro de Defensa.

Después de un año de seguimientos y tres arrestos fallidos, los uniformados finalmente pudieron ubicarlo en una fiesta realizada en el barrio Viento Libre a la que acudieron más de 100 personas para una celebración local en la que se infiltraron agentes del cuerpo élite.

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En el calor de la festividad, estos lograron acercarse suficientemente como para identificar los dos primeros anillos de seguridad del capo, antes de capturar al propio Jorge Campaz -en posesión de una pistola nueve milímetros- y lograr subirlo a un vehículo. Con el apoyo del público que departía esa noche y los cuestionamientos a la labor de las autoridades terminó el último baile de Mapaya.

Este es el alias que Campaz Jiménez construyó durante su carrera criminal desde 2002. Desde su pubertad empezó a ocupar cargos delictivos como comandante de un grupo armado organizado llamado La Empresa en el barrio Santa Mónica de Buenaventura.

Allí dio sus primeros pasos como sicario, extorsionista y líder del brazo armado de la misma organización. Luego pasó a ser parte de una banda rival creada en 2006 y conocida como la "Local", fundada por Jairo de Jesús Durango, alias Guagua.

En ese grupo, Mapaya fue escalando de posición hasta volverse comandante militar y generar una alianza con el Clan del Golfo, lo cual garantizó un negocio de doble vía: le aseguró un mayor poder al grupo armado y a la vez le abrió la puerta del control de Buenaventura a la banda criminal más poderosa del país. 

El principal puerto del Pacífico era como un botín para el Clan del Golfo ya que se trata de una zona a la que llegan anualmente toneladas de droga provenientes de la zona de la cordillera conocida como los Nudos, que luego son destinadas a centroamerica -en particular a Honduras y a México- desde donde viajan a Estados Unidos.

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Sin embargo, esa nueva entrada de hombres y de armas desató una guerra entre las facciones de La Empresa y la Local que culminó con la muerte de más de 30 personas en el mismo barrio de Viento Libre en 2013, en donde años después se le dio captura a Mapaya. 

En 2016 falleció alias Guagua en una operación de policía -mientras se ocultaba en una cabaña en medio de la selva chocoana- lo que dejó el paso libre a Mapaya hasta la fecha de su captura. Finalmente, después de acordar una tregua con el grupo rival de La Empresa, la Local decidiría emanciparse del yugo del Clan del Golfo en el 2014 con quien a estas alturas mantiene lazos comerciales. 

A pesar de la reducción constante en la tasa de homicidios en la región desde 2015, el asesinato de numerosos líderes sociales y la alta cantidad de asesinatos cometidos en el Valle del Cauca, así como el paro cívico y los saqueos que lo acompañaron, forzaron la intervención del cuerpo élite de la policía en 2017 para restablecer el orden en Buenaventura. A través de una estrategia integral que combina acciones en contra de los criminales más buscados con la propuesta de sustitución de cultivos ilícitos en la región y la generación de empleos formales.

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Se calcula que Jorge Isaac Campaz Jiménez manejaba al momento de la captura un grupo de 80 a 90 hombres en armas que controlaba cerca de la mitad del dinero producto del narcotráfico en el puerto de Buenaventura; según cifras de la Policía, podía alcanzar hasta 10.000 millones de pesos mensuales. También se le señala de recursos provenientes de extorsiones y agresiones a líderes sociales locales, motivo por el que le serán imputados los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de narcotráfico, homicidio y extorsión, de acuerdo con lo que explicó el director general de la Policía Nacional, el general Jorge Hernando Nieto Rojas.