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Aeropuerto El Dorado, de Bogotá. | Foto: Daniel Reina

ENTREVISTA

"Colapso aéreo no es culpa de las aerolíneas": ATAC

Claudia Velásquez, directora de la Asociación de Tránsito Aéreo de Colombia, asegura que al Gobierno le faltó prepararse para el crecimiento del sector aeroportuario. Exige una solución rápida al conflicto que enfrenta a la Aerocivil con los controladores.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
17 de febrero de 2012

Aunque la suspensión de las mesas de concertación entre la Aeronáutica Civil y los controladores afecta en primer orden a miles de pasajeros, las aerolíneas tambíén han resultado perjudicadas. En los últimos días las compañías de tránsito aéreo han deteriorado la relación con sus usuarios y por supuesto, con su cartera. 

Los controladores exigen mejores condiciones salariales y laborales, y la preparación y contratación de unos 300 nuevos funcionarios para el manejo del tráfico aéreo, que en la actualidad está en manos de 870 funcionarios en el país. Como no han llegado a un acuerdo con el Gobierno, el vicepresidente Angelino Garzón anunció este viernes la disposición de ambas partes para reanudar las negociaciones.
 
En la mitad de la puja y del caos aéreo están las aerolíneas, las cuales no participan en las mesas de negociación pero sí sufren las consecuencias negativas de la llamada 'Operación Reglamento', liderada por los controladores.
 
Claudia Velásquez, directora de la Asociación de Tránsito Aéreo de Colombia (ATAC), que representa a las aerolíneas del país, asegura que al Gobierno le faltó prepararse para el crecimiento del sector aeroportuario, exige más celeridad en la solución del conflicto entre Aerocivil y controladores y defiende la labor de las compañías de transporte aéreo.

Semana.com: ¿El crecimiento del sector aeroportuario se le salió de las manos al Gobierno?

Claudia Velásquez:
Las aerolíneas planearon su crecimiento e informaron al gobierno nacional que en el plan de renovación se necesitaban cambios estructurales en la infraestructura del aire. Pero la industria evidenció en un estudio de Fedesarrollo que el nivel de inversión del Estado es ese sentido había disminuido.

Mientras la industria se preparó para atender el aumento de la demanda del servicio colombiano, la inversión en la infraestructura no tuvo la misma dinámica. El Gobierno no ha ejecutado esa agenda el cien por ciento.

En Bogotá las operaciones han crecido más del 50 por ciento en los últimos cinco años. Las aerolíneas han contratado más tripulación y técnicos y han adquirido nuevas aeronaves y han activado la economía del país. Sin embargo, hay fallas en los sistemas de comunicación, no hay crecimiento en la planta de los controladores, y además, se suman las dificultades metereológicas. El resultado es tener días tan complejos y nefastos como el pasado miércoles.

Este sector es estratégico para el país. Hace más de cinco años hay una hoja de ruta definida, la cual apenas hoy se hace relevante.

Semana.com: ¿Cuáles son los vacíos del sistema aeroportuario?

C.V.:
Falta dotar a los controladores de más herramientas tecnológicas, hay carencia de capacitación, requerimos la pavimentación de las pistas y necesitamos con urgencia adoptar las últimas tendencias de aviación a nivel mundial.
 
Además, debemos dotar al aeropuerto de El Dorado con todas las herramientas de categoría tres, las cuales existen en Europa. En ese continente no se cierran los aeropuertos cuando hay niebla. No es posible que el aeropuerto de Bogotá dure cerrado dos o tres horas por condiciones de neblina.

Semana.com: ¿Qué llamado hace ATAC al Gobierno y a los controladores?

C.V.:
El impacto social que estamos teniendo en el país nos lleva a pedirles a las partes que lleguen a acuerdos con la mayor celeridad posible. La incertidumbre de las negociaciones se está haciendo muy evidente en las operaciones aéreas.
 
Si los controladores se ponen la camiseta y llegan a acuerdos rápidos con la Aerocivil, los niveles de demora se van a reducir y las aerolíneas podrán manejarlos. Este conflicto no debe generar afectación en el servicio, hay mecanismos idóneos para llegar a acuerdos.

Nosotros no sabemos cómo se han desarrollado las negociaciones ni conocemos por qué se llegó a esas condiciones particulares de generar demora en las operaciones aéreas. Las aerolíneas sólo sabemos que no se puede colapsar el servicio aéreo de esta forma.

Semana.com: Algunos usuarios acusan a las aerolíneas por el caos aéreo y les exigen aportar una solución...
 
C.V.: Nosotros sabemos que es así. Para cualquier pasajero, la aerolínea siempre es la cara visible. Las buenas o las malas experiencias de vuelo siempre caen en la aerolínea. Nosotros prestamos el servicio con los mejores estándares de seguridad y eficiencia, pero un conjunto de factores están afectando la competitividad del sector y el país. Lo que está pasando no es culpa de las aerolíneas. Nos excusamos con nuestros usuarios por el nivel de molestia y afectación del servicio

Semana.com: ¿En qué sentido esta situación afecta la economía del país?

C.V.:
El transporte aéreo en Colombia es sustancial para el desarrollo del comercio y los negocios, su utilidad es más notoria cuando las carreteras tienen problemas. Hace cinco años hemos venido renovando las flotas con una inversión de 7.500 millones de dólares. Al cierre del año 2011, se movilizaron 20 millones de pasajeros.

Semana.com: Avanza un plan maestro que estudia la creación de una segunda torre de control y una tercera pista en El Dorado. Además, se adelanta un proyecto que analiza la conveniencia de un aeropuerto complementario en la capital. ¿Qué opina sobre este avance?

C.V.:
El sector aeroportuario en Colombia está en crecimiento dada la visibilidad internacional del país. La industria pedía esto con urgencia. El diagnóstico era que finalizado el proceso de concesión de El Dorado, íbamos a tener un rezago respecto a la operación, porque el aeropuerto se estaba quedando corto.

Los aeropuertos son como las ciudades, están en constante renovación. No hay que esperar a que crezca el tráfico para hacer las obras, al contrario, el deber es realizar proyecciones.

Aplaudimos el plan maestro. En ese sentido, nuestra solución es que los resultados sean entregados lo más pronto posible. Eso sí, nada ganamos con tener un plan maestro y un aeropuerto complementario si no hemos solucionado lo primordial, lo que hoy es un obstáculo para prestar un óptimo servicio de talla mundial.