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Policías reciben información sobre armamento durante la tercera versión de la Feria internacional de Defensa y Seguridad "Expodefensa", que reúne en Bogotá a un centenar de empresas nacionales y extranjeras del sector. | Foto: EFE

SEGURIDAD

Crece la industria militar colombiana con drones y barcos fluviales propios

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, afirmó que las fuerzas armadas pasaron de importar, a fabricar y probar los drones, como se les llama a los aviones no tripulados. Aseguró que los avances atraen las miradas de América Latina y el Caribe.

31 de octubre de 2012

Con la construcción de los primeros aviones no tripulados o "drones" y embarcaciones fluviales de única factura colombiana, el sector de la defensa del país atraviesa un momento de transición hacia una industria que se destaca por su innovación.

Así lo reconoció este miércoles el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, en la apertura de la feria Expodefensa. El titular resaltó que las fuerzas armadas han pasado de importar equipos a fabricarlos, probarlos, e incluso, a atraer miradas de otros países de América Latina y el Caribe.

Pinzón explicó que el Ministerio de Defensa, a través de las empresas estatales Indumil, Cotecmar y Ciac, desarrolla programas estratégicos de simulación y desarrollo de sensores, que tienen un primer exponente en los aviones no tripulados.

Precisamente, la viceministra de esa cartera, Yaneth Giha, apuntó la semana pasada que el primer "drone", como se conoce a estas aeronaves espía, ya está construido y en pruebas.

El ministro Pinzón explicó que en este incipiente crecimiento de la industria militar tiene gran importancia el intercambio de experiencias con otros países, y entre los que "se pueden compartir" citó un proyecto en marcha con Brasil.

"Desde el 2011 las Armadas de Colombia y Brasil vienen trabajando en el desarrollo conjunto de embarcaciones que faciliten y fortalezcan las capacidades de control fluvial en nuestra región común amazónica", dijo el ministro en alusión al diseño conjunto y la construcción del llamado Patrullero Amazónico.

Estas patrulleras fluviales son un proyecto de la empresa Cotecmar, que ha desarrollado recientemente tres modelos que se ajustan a las necesidades de los ríos colombianos, que en sus 17.000 kilómetros navegables presentan diferentes condiciones de profundidad a las que estos modelos se adaptan.

Así lo explicó a Efe el ingeniero Mauricio González en el estand de Cotecmar, al precisar que estas naves tienen "un 80 por ciento de blindaje, confort para la tripulación de 60 personas que puede albergar, reciben helicópteros, pueden girar sobre su propio eje y repelen impactos de AK-47", armas usadas por la guerrilla de las FARC.

El ministro Pinzón explicó después a periodistas, tras cortar la cinta de inauguración de Expodefensa, que en todos estos avances "se ha venido discutiendo la posibilidad de que puedan llegar a otras naciones de Centroamérica y el Caribe".

"Lo que queremos hacer notar aquí es que Colombia no solo tiene capacidad de producir algunos equipos, sino que estos tienen experiencia probada en el combate, lo que es interesante para naciones con retos semejantes en seguridad", agregó.

Además de "drones" y embarcaciones fluviales, Colombia también trabaja para construir sus propios radares, intención que, de acuerdo con las declaraciones de la viceministra Giha, podría tener como fruto su primer ejemplar en el 2015, en un proyecto al que se destinarán más de 20.000 millones de pesos (unos 10,9 millones de dólares).

Para coordinar todos estos proyectos, el Gobierno presentará en las próximas semanas la Corporación de Alta Tecnología para la Defensa, que conjugará los esfuerzos de sectores privados, públicos y académicos.
 
El diario El Tiempo reveló recientemente que desde hace tiempo en Colombia se utilizan naves no tripuladas para proteger infraestructuras económicas, como oleoductos, y recordó que, según los cables divulgados por WikiLeaks, EE.UU. ayudó en el 2006 con este tipo de aparatos a buscar a tres ciudadanos de su país secuestrados.

Los "drones" usados hasta ahora en Colombia, según el periódico, son de vigilancia, pero la industria del país busca que sus modelos propios puedan adecuarse para acciones militares.

Los últimos avances colombianos se codean en Expodefensa con los sensores que atraviesan paredes de la firma israelí Camero, fusiles galil, nutridos catálogos de balas y también otros productos y servicios que velan por el humanismo en la guerra, como los campamentos de la española Arpa y los robots antiexplosivos de Indumil.
 
EFE