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Juan Manuel Santos y Mike Pence | Foto: Andrés Rozo

CRISIS

Intervención militar a Venezuela, un fantasma que se espanta en Cartagena

En la reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, Juan Manuel Santos abogó por salidas pacíficas para reestablecer la democracia en el vecino país.

13 de agosto de 2017

La amenaza de una intervención militar a Venezuela, como lo sugirió la semana pasada el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pudo haber quedado despejada en la tarde del domingo, en la Casa de Huéspedes Ilustres de la Escuela Naval de cadetes Almirante Padilla de Cartagena (Bolívar). Allí, desde las 4:39 de la tarde y hasta las 6:22 de la noche, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se reunieron en la primera visita oficial del segundo de Trump a un país del hemisferio americano. Casi una hora en la que hablaron de la crisis del vecino país pero también de la agenda bilateral, en la que el preocupante incremento de cultivos ilícitos es un renglón que preocupa a ambas naciones en particular.

Pence llegó al aeropuerto Rafael Núñez  pasadas las 3:30 de la tarde. Lo hizo en compañía de su esposa Karen y una nutrida comitiva de funcionarios y periodistas. Minutos después la aparatosa caravana de camionetas Suburban negras con placas gringas atravesó algunas calles y rompió la rutina en la Heroica. En el sector de Marbella una numerosa manifestación de personas protestaban, no por la visita del segundo de Donald Trump al país, sino contra el presidente Santos, Venezuela, y el acuerdo de paz con las Farc. Estaban liderados por un senador de la oposición, Fernando Nicolás Araújo, del Centro Democrático.


Ministros del gobierno colombiano. Foto Andrés Rozo/SEMANA

El presidente Santos reconoció en esta visita del vicepresidente Pence, un nuevo gesto de cooperación y respaldo del gobierno de Estados Unidos a Colombia. No en vano, la primera llamada telefónica que Pence hizo a un mandatario americano, luego de posesionarse –el pasado mes de febrero-, fue a Santos, a quien, además, atendió el pasado mes de mayo en su residencia privada, cuando el presidente colombiano se reunió con Trump en la Casa Blanca.

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Sin embargo, el propósito de esta reunión tuvo como principal objetivo la crisis de Venezuela. Lo admitió el propio Pence: “el presidente (Trump) me envió para consolidar el apoyo de la región para restaurar la democracia en Venezuela”. Ese mismo propósito lo llevará en las próximas horas a Argentina, Chile y Panamá.

La reunión Santos – Pence se produjo en un momento de tensión en la región, generado, precisamente, por la advertencia de Trump de una intervención militar en Venezuela, como una de las opciones que analiza Estados Unidos para aislar al régimen de Maduro. “Una dictadura en el hemisferio no la vamos a permitir”, insistió reiteradamente el número dos de Trump en Cartagena.


Delaración conjunta. Foto: Andrés Rozo/SEMANA

Si el propósito de Pence era sumar a Colombia como aliado de esa peligrosa aventura, puede que haya salido decepcionado. Santos dijo que a los buenos amigos se les dice la verdad, y por eso le manifestó al vicepresidente de Estados Unidos que “una intervención militar a Venezuela no debe ser contemplada”. “Ni Colombia ni América Latina, desde el sur del Río Grande hasta la Patagonia, podrían estar de acuerdo, América es un continente de paz. Mantengámoslo así”.

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Santos también le recordó al segundo de Trump: “el fantasma de la intervenciones militares en América Latina ha desparecido. No queremos que vuelva a aparecer”.

Pence pareció satisfecho con la respuesta del presidente colombiano. Al menos, en la declaración de prensa que concedieron en el patio principal de la Casa de Huéspedes Ilustres, coincidió con Santos en que hay otras opciones formas “pacíficas y diplomáticas” para conseguir el objetivo de reestablecer la democracia en Venezuela. Por eso anticipó que Estados Unidos ejercerá todo el poder político y económico para aislar al régimen de Maduro. Para ese propósito pidió el liderazgo de Colombia en la región.

Santos, este domingo, volvió a subir el tono en sus declaraciones frente a Venezuela, situación que seguramente dejó satisfecho a Pence. “En esa hermana república están destruyendo las libertades y el orden institucional (…) Una constituyente ilegal es el tiro de gracia a la institucionalidad democrática. Nosotros respaldamos las medidas que ha tomado el gobierno norteamericano y respaldamos medidas adicionales, pero siempre buscando una salida, ojalá negociada, pero sobretodo pacífica”.


Juan Manuel Santos. Foto: Andrés Rozo/SEMANA

Pence, en la ronda de preguntas y a pesar de la insistencia de la prensa colombiana y estadounidense, nunca mencionó la frase “intervención militar”, aunque recordó que “lo que dice el presidente Trump, lo hace”. Sin embargo, frente a Venezuela, dijo que el presidente de su país “tiene muchas opciones para aislar diplomáticamente a Venezuela (…) podemos lograr una transición por medios pacíficos”.

Lo que sí aclaró Pence es que Estados Unidos no se quedará quieto ni de brazos cruzados, y espera que esa actitud se reproduzca en todos los países del hemisferio, empezando por Colombia. “El presidente (Trump) tiene la determinación de no permitir que este impulso desaparezca”, a la vez que manifestó que hay “una amplia gama de sanciones para crear condiciones para que Venezuela recupere su libertad. Venezuela va a volver a ser libre”.

Cultivos ilícitos: “esto tiene que acabar pronto”

La visita del vicepresidente Pence, además, coincidió con un momento que el presidente Santos calificó de “punto de inflexión” del proceso de paz: los contenedores llenos de las armas de las Farc están saliendo de las zonas veredales para ser destruidas. “Es el fin de la dejación de armas, ya emprendimos el proceso de reintegración”.

Estados Unidos seguirá apoyando ese proceso, lo ratificó Pence. A través del Paz Colombia (antiguo Plan Colombia) que ahora se enfocará en inversión para el desarrollo de las zonas afectadas por el conflicto. Frente a la consolidación de la paz, el vicepresidente norteamericano es prudente, y dice que el proceso tiene muchos riesgos por la falta de infraestructura, de servicios básicos. “Colombia no tiene mejor socio y amigo que Estados Unidos”.


Mike Pence. Foto: Andrés Rozo/SEMANA

Pero así como Santos le dijo la verdad a Pence sombre la intervención militar a Venezuela, en el tema de cultivos ilícitos el vicepresidente de Estados Unidos habló fuerte. Exigió resultados. “Esto tiene que acabar pronto”.

Santos le presentó algunos. Los convenios de sustitución voluntaria de cultivos firmados con 80.000 familias para erradicar 50.000 hectáreas. Y el de erradicación manual, adelantado por la Fuerza Pública, que tiene la misma meta, 50.000 hectáreas, de las cuales ya se han arrancado 27.000 hectáreas.

Pence le indagó a Santos por la aspersión aérea, el presidente colombiano le mostró unas estadísticas del año 2007, cuando más se fumigó en el país, que coincidió con el mayor crecimiento de cultivos ilícito. “La fumigación aérea no dio resultados”, dijo Santos.

“La erradicación de los cultivos ilícitos es una tarea titánica, pero Colombia la va a cumplir”, se comprometió Santos.


María Claudia Lacouture y María ángela Holguín, ministras. Foto: Andrés Rozo/SEMANA

El presidente colombiano estuvo acompañado por los ministros de Relaciones Exteriores (María Ángela Holguín), Hacienda (Mauricio Cárdenas), Defensa (Luis Carlos Villegas), Comercio Exterior (María Claudia Lacouture), y Posconflicto (Rafael Pardo).

Pence trajo a manera de regalo 2 millones de dólares para asesoría técnica a Colombia para efectos de ingresar a la OCDE. Y las puertas abiertas al mercado gringo a los aguacates Hass. Eso sí el arroz de Estados Unidos seguirá entrando a Colombia.