Home

Nación

Artículo

Darwin Moreno despedido de la Embajada Británica por discriminación. | Foto: Archivo particular

NACIÓN

Afro despedido por Embajada británica: “Quiero volver a mi trabajo”

Un fallo de la Corte Constitucional pidió que reintegren a Darwin Moreno a sus labores en la sede diplomática.

14 de agosto de 2015

Lo discriminaron, lo acusaron de algo que no dijo y aun así Darwin Moreno, el chocoano de 40 años al que la Embajada del Reino Unido e Irlanda del Norte despidió por su "identidad étnica y sus creencias religiosas", sólo le interesa que le regresen su trabajo.

Moreno dice que no guarda rencor en su corazón pese a que sus compañeros, otros colombianos, lo tildaron de “negro, chocoano y brujo”.

La historia de este administrador de empresas de la Universidad Central se remonta al 2008, cuando después de un duro proceso de selección fue contratado para trabajar en la oficina de visas de esa delegación diplomática en Colombia.

“Era un logro que a su vez implicaba un desafío ya que tocaba trabajar en un entorno con un idioma diferente al natural. Se fue notando mi trabajo y el cónsul del momento me renovó el contrato hasta que lo dejaron a término indefinido”, contó Moreno a Semana.com.

Para el chocoano, todo en su trabajo estaba bien y la Embajada le pagó varias capacitaciones que lo llevaron a mejorar en su ejercicio profesional. Hasta el día que tuvo una conversación con uno de sus compañeros, el colombiano Daniel Vega.

Moreno nunca entendió como, después de ese cruce de palabras, Vega salió a decir que lo había amenazado con sus prácticas ancestrales de Chocó, es decir, la brujería y la santería. En ese momento empezó toda una odisea para el chocoano.

“Iniciaron un proceso disciplinario en mi contra, nunca me mostraron pruebas y se apoyaron en la inmunidad diplomática para hacer lo que les dio la gana. Me sometieron a interrogatorios incluso con un funcionario que ya no trabajaba para la embajada y tampoco me dejaron ir con mi abogado”, relató Moreno.

Dice Darwin Moreno que todas estas arbitrariedades lo hicieron sentir discriminado, “realizaron una práctica de desprecio, a escondidas manejaron todo el proceso y terminaron cancelando mi contrato sin razón, se aprovecharon de la inmunidad diplomática para pasar por encima de mis derechos. Estoy seguro de que el gobierno británico no sabe lo que pasó en Colombia”.

Así mismo, recalcó que está lucha que él inició va más allá de una cuestión de racismo o religión, sino por la necesidad de que en Colombia exista una ley que regule a estas entidades en el país, pues está convencido de que no es el único que ha pasado por esta situación.

Ahora sólo queda esperar si se cumple la sentencia de la Corte Constitucional, que aunque aclaró que respeta la inmunidad de las sedes diplomáticas, le ordenó al Ministerio de Relaciones Exteriores que "intente una aproximación diplomática directa" si no reintegra al demandante.

“Si las vías diplomáticas fallan, la Cancillería debe interponer los recursos administrativos y medios de defensa judiciales respectivos en el Reino Unido. Si estos mecanismos administrativos y judiciales en el Reino Unido fallan, debe interponer los mecanismos y recursos internacionales que sean necesarios para garantizar la protección de los derechos fundamentales de Moreno”, dice el alto tribunal en la ponencia de la magistrada Gloria Ortiz, que determinó que existía un caso de discriminación.

“Yo no vivo en un país blanco ni negro, yo vivo en un país que debe reconocer la diversidad. Soy chocoano y el hecho de que yo reclame mis derechos no significa que tenga enemigos”, puntualizó Moreno, que sólo espera recuperar los tres años perdidos por ese despido.