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| Foto: Imagen de archivo.

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"Espero que mi hijo no sea otro 'falso positivo'"

Óscar A. Morales desapareció en el 2007 en Cúcuta (Norte de Santander) y apareció muerto en enero del 2008 en El Copey (Cesar). Su familia no sabe cómo murió y espera que no haya sido víctima de una ejecución extrajudicial.

19 de agosto de 2011

Con esta historia el país recuerda los dramáticos relatos de las llamadas ‘madres de Soacha’. “Mi hijo salió de Fusagasugá hacia Cúcuta. Allá vivía su hermano y allá quería buscar trabajo”, cuenta Marta*, una mujer de 61 años que le perdió el rastro a su hijo en el 2007 y solo hace algunos meses supo que estaba muerto.

Óscar Alexander Morales Tejada tenía 27 años cuando desapareció. Había salido de Fusagasugá, en donde vivía con su mamá, su papá, sus hermanos y un sobrino, a buscar suerte en Cúcuta. En los últimos días de noviembre del 2007 se fue.

Su mamá cuenta que los días que siguieron la comunicación fue casi diaria. "Todo estaba bien, tenía planeado pasar el fin de ese año con nosotros”, dice. Pero no fue así. Por falta de plata tuvo que quedarse en Cúcuta, con la idea de viajar a principios de enero.

"Me dio un número para llamarlo mientras lograba regresar (...) Pero de un momento a otro no volvió a contestarme", señala la mujer.

Pasaron los días, los meses y la familia de Óscar no volvió a saber de él. No hubo noticias. Ni buenas, ni malas. "Durante mucho tiempo creímos que de pronto estaba buscando nuevas cosas y que por eso no aparecía. Nos aferramos a la idea de que se había ido con el propósito de buscar trabajo, de tener cambios en su vida", dice la mamá.

Pero una de sus hijas no pudo más con la incertidumbre. Denunció. Después lo hizo ella. Y hace algunos meses -cuenta- se enteró de que su hijo había sido hallado muerto en El Copey (Cesar).

“Según el acta de defunción, murió en enero del 2008 en ese lugar. El proceso está en el juzgado 90 de instrucción militar en Valledupar".

Fernando Escobar, expersonero de Soacha (Cundinamarca), acompaña el drama de Marta, sigue de cerca el proceso y denuncia un posible caso de ‘falso positivo’.

"Este caso, igual que otros cinco que tenemos detallados como 'falsos positivos', está en jurisdicción penal militar, por lo que no ha podido haber intervención (...) no se ha hecho imputación de cargos a nadie", asegura.

Al caso de Óscar le falta mucho para ser aclarado. Cuenta Escobar que ya lo pusieron en conocimiento de las autoridades y advierte que, como los 17 llamados "falsos positivos de Soacha", este podría ser uno más.

Por ahora, la familia de Óscar espera poder reclamar el cadáver de su hijo, cuya muerte aún es un misterio, pero que -dicen ellos- resulta extraño que su caso esté en manos de la juridicción penal militar, teniendo en cuenta que su hijo trabajaba en construcción y tiempo después vendiendo ropa, y la justicia penal solo se encarga de la investigación y el juzgamiento de los delitos cometidos en actos relacionados con el servicio por miembros uniformados de la fuerza pública.

*Nombre cambiado.