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INDIO OIDO, INDIO IDO

60 arhuacos bajan de la Sierra para entrevistarse con el Presidente

17 de octubre de 1983

Desde hace un año los niños arhuacos, de la Sierra Nevada, no van a la escuela. Por esta razón, 60 hombres y mujeres de la comunidad viajaron la semana pasada a Bogotá a entrevistarse con el Presidente. Vinieron representantes de todos los cabildos, dispuestos a sentarse frente a la Casa de Nariño y no pararse de allí hasta lograr audiencia.
Su petición era simple: buscaban que quienes eduquen a sus hijos no los arranquen bruscamente de sus costumbres ni los obliguen a olvidar su religión y su lengua. "Los arhuacos sabemos que tenemos que educarnos y capacitarnos --dice Bernardino Alfaro, viejo dirigente indígena que ha logrado reconocimiento nacional-- y para esto solicitamos y aceptamos ayuda. Pero nécesitamos que entiendan que tenemos que educarnos de acuerdo con nuestras creencias y valores. Queremos que nuestros hijos aprendan español, pero también nuestra lengua, el ika; queremos aprender la historia de Colombia y de todos los países del mundo, pero también la de la gente de nuestra raza, que es antigua, respetable y digna".
Los misioneros capuchinos están oficialmente comisionados por el gobierno nacional para educar a los arhuacos. Durante años lo hicieron, hasta que los indígenas se cansaron de que desconocieran su reiterada solicitud de que la educación fuera bilingue y que no atentara contra la tradición cultural y religiosa de la comunidad. El 7 de agosto del año pasado, los indígenas ocuparon la misión capuchina, obligando a salir de allí a los religiosos. Desde entonces, se cerraron las escuelas de la Sierra y más de 3.000 niños se quedaron sin estudiar.
La fórmula que los 60 arhuacos vinieron a proponerle al Presidente es la misma que han buscado desde hace años: que los educadores sean personas que provengan de la propia comunidad, debidamente capacitados en los centros urbanos, y puestos al tanto de los métodos educativos modernos.
Aunque no pudieron entrevistarse con el Presidente, lo hicieron con el secretario de la presidencia, con el ministro de Educación y el de Agricultura. "Nos vamos contentos", dijeron, antes de emprender el largo viaje de regreso a sus tierras.--