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P O L I T I C A

¿Juan Camilo candidato?

El embajador en Francia renuncia para enfrentarse a Noemí Sanín en la convención conservadora.

27 de agosto de 2001

Volvio a cambiar de la noche a la mañana el panorama en el Partido Conservador. En el último capítulo de la telenovela azul se suponía que la colectividad, más por instinto de conservación que por convicción, iba a apoyar en su convención del 18 de enero a Noemí Sanín. Fabio Valencia Cossio había notificado que era su candidata y, si bien este jefe antioqueño tiene muchos enemigos, se anticipaba un respaldo amplio pues Noemí, aunque alejada de su antiguo partido, tenía más arrastre que cualquier otra opción conservadora.

Ese escenario se ha complicado. El Directorio Nacional Conservador contrató una encuesta de la cual se derivaban dos conclusiones. En primer lugar, que el 70 por ciento de los militantes de esa colectividad quieren un candidato oficial y no brindarle su apoyo a un independiente. La segunda es que el nombre con el mayor respaldo en la encuesta era el de Juan Camilo Restrepo, quien derrotó fácilmente a otras nueve figuras. Esa encuesta llevó a Restrepo a tomar la decisión de renunciar a la embajada en Francia y presentar su nombre a la convención.

En la práctica esto significa que habrá una medición de fuerzas entre la gente de Valencia Cossio, que respalda a Noemí, y los sectores tradicionales que quieren candidato propio y no prestado. Lo paradójico es que hace cuatro años el candidato de Valencia Cossio era Juan Camilo, quien se enfrentó al resto del partido, que respaldaba a Andrés Pastrana. Valencia y Juan Camilo tuvieron una decorosa derrota con un 40 por ciento de la votación y Pastrana acabó de presidente como independiente. Ahora la situación es diametralmente opuesta. Valencia quiere candidata independiente y el resto candidato conservador.

¿Quién ganará? Nadie lo sabe pues los partidos en Colombia siempre se dividen entre fundamentalistas y pragmáticos. Los primeros creen en principios y los segundos en arrastre. En el caso de Andrés Pastrana ganaron los pragmáticos pues había una fuerte expectativa por llegar al poder. En las actuales circunstancias la prioridad de los congresistas conservadores no es tanto la victoria como la supervivencia de su colectividad. Eso es lo que tendrán que decidir los 24.000 convencionistas que el 18 de enero participarán en la consulta nacional.

Como Noemí técnicamente ya no es conservadora se tendrá que recurrir a una fórmula contemplada en los estatutos, por medio de la cual la firma de 10 parlamentarios permite postular a un candidato sin que éste mueva un dedo y sin que se declare oficialmente conservador. Valencia Cossio espera conseguir mucho más de 10 firmas para este efecto. Sin embargo este formalismo no define en dónde está el corazón de la bancada azul. Noemí, en su afán por demostrar independencia de la clase política, la ha maltratado verbalmente. Y, por su parte, Juan Camilo, como ministro de Hacienda, no fue tan generoso con el Congreso como lo ha sido Juan Manuel Santos.

En todo caso la pelea va a ser muy interesante: Juan Camilo tiene un reto muy grande y Noemí un riesgo igualmente grande. El primero tiene que demostrar que la fuerza política que tuvo en el pasado respaldado por Valencia Cossio la tiene ahora enfrentado a él. Para Noemí las cosas son aún más complicadas. Hasta esta semana consideraba que su antiguo partido no tenía muchas opciones diferentes de respaldarla a ella. Con el nombre de Juan Camilo sobre la mesa tiene que decidir si se deja postular o no. Porque si lo hace y es derrotada sería una catástrofe para su candidatura.