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Con retrasos pero a un paso del desarme

Mientras los últimos guerrilleros llegaron a campamentos, jefe de la misión de la ONU lanza alerta por el siguiente paso en el cronograma. Entrega de armas comenzaría el 1 de marzo y sitios de almacenamiento no están listos.

18 de febrero de 2017

Faltan pocas horas para dar el banderazo final a la llegada de miembros de las FARC a las zonas de concentración y con ello arranca uno de los momentos más esperados del proceso de paz: la entrega de las armas por parte de los miembros de la guerrilla.

Este sábado, en el municipio de Montañitas, en Caquetá, se terminó el arribo de los últimos guerrilleros con lo que se completaron aproximadamente 6.900 hombres en las 19 zonas veredales y 7 puntos campamentarios del país.

Con la venia de los verificadores, se cumplieron los 20 días para el traslado. Sin embargo, aunque para la Comisión Tripartita (Farc, Gobierno y ONU) el cronograma avanza con normalidad, el jefe de la Misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, elevó varias alertas frente a vacíos que podrían traer tropiezos en esta recta final.

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Para el encargado de la misión política de la ONU en Colombia, la mayoría de los campamentos de las Farc no están listos y no han sido delimitados con precisión, lo que significa que están en una “zona gris” que podría desencadenar incidentes. Puntualmente señala que aún no existe una lista del personal de las FARC que estaría autorizado para salir de los campamentos ni existe consenso sobre el significado de salidas especiales.

“Queremos asegurarnos de que no existen ambigüedades sobre el estatus jurídico de los miembros de las FARC, en particular sobre el ámbito de aplicación de los levantamientos de las órdenes de captura”, dijo en una comunicación enviada a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la implementación al Acuerdo Final.

Por ello es necesario aclarar el régimen de salida de las zonas y puntos: no se tiene todavía la necesaria lista de personal de las FARC que estaría autorizado para salir de los campamentos para hacer pedagogía de paz. Ni tampoco existe consenso sobre el significado de las salidas especiales.


Hace dos días, en el Cauca, se registró un incidente por cuenta de este vacío, cuando fue capturado un integrante de las Farc en la zona veredal de Los Monos en Caldono. Según la Policía, violó los protocolos de movilidad, al salir de la zona veredal sin informar al Mecanismo de Monitoreo.

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Sin embargo, los reparos cruciales se dan alrededor de la entrega de armas, proceso que comienza el 1 de marzo con la dejación del 30 % de las armas, de manera individual.

Para Arnault, las FARC subordinan el proceso de identificar, registrar y monitorear dicho armamento, proceso que debió hacerse al momento del ingreso de los hombres a los campamentos. “¿Qué sucede entonces con las armas de los miembros de las FARC en el Mecanismo de Monitoreo y Verificación, así como con las armas del personal autorizado para realizar pedagogía?”, cuestiona el secretario general.

Este precisamente, pareciera uno de los temas más delicados, al reconocer que la construcción de los campamentos, incluyendo los sitios monitoreados por la Misión, donde estará gradualmente almacenado el armamento, no estaría concluído antes de fines de marzo. Por lo que se preguntan, si las parte estarían dispuestas a “recalendizar” el inicio de la recepción de armamento o a considerar otras opciones de entrega gradual. Sin que esto signifique ampliar los 180 días calendario ya pactados. 

Finalmente el representante de la ONU, hace eco de las preocupaciones de miembros de las FARC en las zonas alrededor de la seguridad jurídica de miembros de las FARC, de cara a la concesión de amnistía y al funcionamiento de la Jurisdicción Especial para la Paz, la seguridad socioeconómica en el marco de los proyectos que deben permitir su tránsito a la vida civil y seguridad física, una vez completada la dejación de armas.

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Sobre el primer punto, el gobierno publicó el decreto reglamentario a través del cual se abre la ruta para que se concedan las amnistías en el marco de lo pactado en La Habana. Establece cómo será la ruta de recepción de solicitudes y cómo deben actuar los jueces, hasta ahora reacios por la falta de certidumbre, en la revisión y concesión de estos beneficios. También prevé que el secretario ejecutivo de la jurisdicción especial entrará en plenas funciones a partir de la expedición de la reglamentación.

“Es indispensable que el proceso de dejación de armas se acompañe de avances tangibles que alivien las preocupaciones de los miembros de las FARC”, dice Arnault.

En medio de los reparos, el general Javier Antonio Perez Aquino, jefe de los observadores internacionales de la Misión de la ONU en Colombia, dio su parte de cumplimiento en el traslado de los últimos guerrilleros a las zonas veredales y aseguró que el desafío está en asegurar que el proceso siga avanzando para preservar y fortalecer la confianza entre las partes.