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Ejecutivo en Brasil asegura que José Elías Melo, expresidente de Corficolombiana, avaló sobornos. | Foto: SEMANA

JUSTICIA

Odebrecht sigue enlodando

Semana.com tuvo acceso a la imputación contra el ex viceministro Gabriel García, quien aceptó cargos por pedir coimas por US$ 6,5 millones. Empresario brasileño señala a expresidente de Corficolombiana José Elías Melo de dar su aval en millonario soborno.

14 de febrero de 2017

A finales de diciembre, cuando estalló el escándalo por los sobornos de Odebrecht en Colombia, el ex viceministro de Transporte Gabriel García, apodado el "Costeño”, dijo desde el exterior: “Soy el primer interesado en el esclarecimiento de estas denuncias que intentan enlodar mi reputación, como individuo y mi labor como funcionario”. Fue una defensa vehemente en donde el que también exdirector del INCO insistió en que la adjudicación de la Ruta del Sol fue estructurada con “las máximas garantías para todos los proponentes”.

Sus afirmaciones resultaron falsas y García no sólo terminó aceptando cargos por exigir una tajada de 6,5 millones de dólares para la adjudicación del tramo dos de la obra, sino por acomodar el pliego de requisitos en favor de un solo oferente: la Concesionaria Ruta del Sol.

La fachada se le deshizo a García cuando el abogado Vicente Gaviria Londoño y el representante de Odebrecht en Colombia, Yesid Arocha Alarcón, en representación de empresarios de la firma en Brasil, presentaron una denuncia ante la Fiscalía como parte de un acuerdo de negociación con la justicia. Dicho documento contiene la declaración y las pruebas de Luiz Antonio Bueno Junior, presidente de Odebrecht Colombia; Luiz Antonio Mameri, presidente de la compañía para América Latina, y Luiz Eduardo Da Rocha Soares, alto ejecutivo de la firma en Brasil.

La declaración dio inicio a la investigación de la Fiscalía y fue el soporte para la imputación de cargos contra el ex viceministro, hoy preso y a la espera de que la Fiscalía le acepte un principio de oportunidad. Semana.com tuvo acceso a la información entregada por los empresarios en Brasil, quienes entregan soportes de su modus operandi y confesaron la firma no actuó sola.

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Luis Antonio Bueno Junior, quien se hacía llamar el "parcero del Gobierno”, llegó en el 2009 a impulsar la constructora brasileña en Colombia con el fin de abarcar concesiones petroleras, mineras, hidroeléctricas y la infraestructura de transporte. Desde el mes de mayo de ese año comenzó a reunirse con el entonces viceministro Gabriel García, a quien le transmitió los intereses de la compañía en el país.

García, quien se declaró culpable de los delitos de cohecho, interés indebido en la celebración de contratos y concierto para delinquir, le transmitió que fueron lanzadas licitaciones de proyectos emblemáticos, entre ellos, Ruta del Sol. Odebrecht Colombia se unió con EPISOL, filial de Corficolombiana del banquero Luis Carlos Sarmiento, y CSS Constructores, del ingeniero Carlos Solarte, para conformar el consorcio Ruta del Sol que participó en la licitación del tramo dos.

En la audiencia de imputación de cargos, la Fiscalía retomó las declaraciones de Bueno, en donde asegura que el 27 de octubre del 2009, en una reunión del viceministro García Morales, entonces encargado del INCO, se comprometió a hacer propuesta efectiva para que las obras fueran entregadas a la firma Odebrecht, para descalificar a los otros proponentes y para flexibilizar requisitos a favor de la constructora brasileña. En dicha reunión –dice Bueno- García hizo la exigencia de dinero de 6,5 millones de dólares.

Según la declaración en manos de la Fiscalía, esta solicitud fue transmitida a Luis Antonio Mameri, quien autorizó el suministro del dinero. Acto seguido, Bueno Junior dice haber contactado a José Elías Melo, presidente de Conficolombiana, la firma socia del Consorcio con Odebrecht, para informar acerca de “dicho compromiso”, y este –asegura el denunciante- “también autorizó para actuar en la forma referida por García Morales”.

“Bueno Junior acordó con el presidente de Conficolombiana José Elías Melo que después dividirían los costos a lo largo del proyecto, lo cual tendría lugar únicamente entre Episol y Odebrecht, sin dar participación a CSS Constructores, el grupo de Carlos Solarte, quien no tenía conocimiento del acuerdo”. Según la declaración, no se informaba a Solarte por cuanto la participación de ellos era irrelevante. Odebrecht tenía una participación del 62 %; Episol, del 33 %, y CSS Constructores, del 5 %.

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Esta versión está siendo contrastada por la Fiscalía, quien ya vinculó a la investigación a José Elías Melo. Precisamente fue oído en interrogatorio hace algunas semanas. Melo fue superintendente bancario, ministro de Trabajo, presidente del Megabanco y presidente de Corficolombiana, del Grupo Aval. 

Días antes de la revisión de las propuestas de Ruta del Sol tramo 2 –continúa la declaración de Bueno-, García Morales alentó para que Odebrecht produjera propuesta “formalmente perfecta” y se comprometió a influir en el propuesta de licitación para que fueran “descalificadas las demás propuestas que presentasen cualquier vicio formal”. En consecuencia –explica la Fiscalía- “se abre la licitación, los demás consorcios son descartados y el contrato es adjudicado”.

Una vez ganan la licitación, García llamó urgentemente a Bueno Junior para el pago de 6,5 dólares, por lo que se reunieron en un sitio en el norte de Bogotá. “Bueno Junior llegó a la residencia donde una empleada abrió la puerta y lo direccionaron a una sala de espera para reunirse con García Morales”. Bueno –dice la declaración- no tenía conocimiento de a quién pertenecía y no tuvo interés en preguntar.

García Morales estableció que la firma a través de la cual se realizarían los pagos es Lurion Trading INC., una empresa creada en Panamá para el manejo de los desembolsos que se harían desde Brasil. Para los trámites dentro de Odebrecht, García fue apodado el "Costeño” y –dicen los ejecutivos- los pagos salieron de recursos no contabilizados vía offshore. Para el manejo de sobornos en diferentes países del mundo se creó oficina interna en Odebrecht.

Los brasileros entregaron soporte de la entrega de 800.000 dólares mediante transferencia bancaria a la cuenta indicada por García Morales; un correo entre Bueno y Da Rocha con la orden interna de transferencia por 2,5 millones de dólares a la empresa Lurion Trading INC., dicha transferencia tenía la etiqueta de prioridad alta; una orden de transferencia del 24 de febrero del 2010 por 685.700 dólares a la cuenta Lurion Trading dirigida a banca privada en Angola, y un folio de orden interna de transferencia por 130.000 dólares de Lurion trading a la banca privada de Andorra en agosto 2 del 2010.

García Morales –dice la declaración- también “se comprometió a no permitir la relajación del requisito del pliego de condiciones en el momento de evaluación de propuestas aunque eso pudiera ocurrir en ciertas ocasiones, como la adjudicación del sector 3, evento en que la compañía había sido la única empresa habilitada”, dice la declaración. Y agrega a que “se les fue dada la oportunidad a los otros concurrentes para que ajustaran las propuestas, por lo que el Consorcio del que hacía parte Odebrecht no salió vencedor de la licitación”.

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El Instituto Nacional de Concesiones (INCO) adjudicó en julio del 2010 la obra por 2,4 billones de pesos al consorcio Yuma Concesionaria S. A. Dicho consorcio está conformado por varias firmas italianas. Dicha adjudicación también está bajo la lupa de la Fiscalía.