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Un oso de anteojos entra a las instalaciones del acueducto en el embalse de Chuza. Foto: Jaime Patiño | Foto: José Patiño, Acueducto

MEDIO AMBIENTE

El travieso oso que irrumpió en el restaurante del Acueducto

Los trabajadores de la entidad no salían de su asombro cuando vieron un gigantesco oso de anteojos entrar al casino del embalse de Chuza para buscar comida. Las imágenes son increíbles. No es la primera vez que lo hace.

8 de abril de 2018

Encontrarse con un oso de frente es una de las experiencias más asustadoras que suelen retratar las películas familiares de Hollywood. Sin embargo, esa escena no trajó más que alegría entre los funcionarios del Acueducto de Bogotá que trabajan en el embalse de Chuza, en el parque Nacional Chingaza. En este santuario natural, el oso de anteojos es el rey y el símbolo por excelencia de que hacen bien su trabajo. Un oso que camina libre por ese páramo en últimas significa que la montaña está en perfecto estado de salud.

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Las imágenes que alcanzaron a tomar los trabajadores de esa represa son increibles. En una secuencia se ve como el gigantesco mamífero entra sigilosamente por la ventana de la entidad y luego como pasea tranquilo adentro "como Pedro por su casa". La escena sucedió en el Campamento Diamante, que queda unos metros abajo del embalse de Chuza. Este lugar es uno de los mayores tesoros del agua que tiene el país. Se trata de un punto en el que convergen seis ríos. Ese reservorio es el lugar sagrado de donde sale el agua para los 10 millones de habitantes que tiene Bogotá. Y la casa del oso.  

Jaime Vargas, un abogado del acueducto y un amante de Chingaza, lleva recorriendo esa montaña más de treinta años. El funcionario explica que ver un oso caminando por ese lugar demuestra que este mamífero "cada día confía más en el hombre". Según él, por años los funcionarios de allí sabían que un ejemplar de ese tamaño vivía muy cerca pues dejaba sus restos en el camino, pero sí mucho se dejaba ver a lo lejos. 

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Sin embargo, de un tiempo para acá, ese oso que se ve en la foto ha comenzado a bajar más a las instalaciones del embalse. De hecho, esta es la tercera vez que lo ven en los últimos meses. Hace un par de semanas incluso entró al restaurante de la entidad y caminó tranquilo por sus instalaciones. "Lo más seguro es que esté buscando comida, pero lo que llama la atención es que el olor al ser humano no le da miedo", concluye. 

Los trabajadores del acueducto y de parques nacionales veneran a estos mamíferos. De hecho cada vez que pueden tomarles una foto, el hecho se convierte en noticia pues encontrarse con un ejemplar de estos en medio de su habitat es bastante díficil. Como por años, nadie ha dejado que les hagan daño, los osos tienen más confianza. 

Un proceso similar ha sucedido con los venados, que hasta hace unos años vivían escondidos, pero ahora se acercan cada vez más a quienes visitan ese parque natural. De hecho, es normal verlos bajar hasta ese punto todos los días a las seis de la tarde. 

Las fotos del oso entrando a la sede del Acueducto fueron tomadas la semana pasada por José Patiño, un amante de la naturaleza que lleva cerca de 30 años trabajando en esa entidad. Cuando él y sus compañeros lo ven no hay miedo, sino alegría. "La gente lo consiente, pero lo respeta", aclara Vargas. 

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Los osos son animales territoriales y el hecho de que comience a visitar ese lugar significa que lo ha hecho parte de su espacio de vida. No significa que tiene hambre y fue de curioso a ver sino que encontró en ese sitio una extensión de su casa. Por eso, los funcionarios del acueducto apenas lo miran de lejos y lo dejan disfrutar y pasar. 

El rey del páramo

El oso de anteojos puede ser el animal más simbólico de la región andina colombiana. "Este el único oso que existe en la Región Andina. Su importancia radica en que juega un papel muy importante en la distribución de varias especies de semillas. Y como recorren grandes extensiones, ayudan a propagar estas semillas por toda la región. Ello los lleva a estar muy asociados con bosques de muy buena calidad y a zonas muy bien conservadas", le explicó a SEMANA hace un tiempo el biológo Robinson Galindo, quien trabaja en Parques Nacionales. 

"Es una especie muy carismática y muy tranquila. A muchos les atrae por su comportamiento, son muy inteligentes y para nada agresivos", agregó en ese momento. Para muchas comunidades indígenas se trata de un animal sagrado, una especie de guardián sobrenatural de la naturaleza. El papel que cumple en ese ecosistema y el cariño que le tienen los colombianos es tal que está en la moneda de 50 pesos. 

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Edgar Ortiz, funcionario del Acueducto de Bogotá, le explicó a SEMANA también que "el oso es importante para el mantenimiento de los servicios ambientales de soporte, provisión y regulación del agua. Ellos aseguran la retención del líquido de los bosques en las laderas y fomentan la captura de CO2 cuando esparcen las semillas de los arboles por el parque".

A propósito del día mundial de esta especie, Semana Sostenible enumeró 10 razones que la hacen única. Estas son: 

1. Es una de las ocho especies de osos que habitan en el mundo y la única endémica de América del Sur que aún existe. El oso andino recorre los bosques y páramos de la cordillera de los Andes de Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador. 
2. En Colombia habitan en los bosques y páramos de 22 de los 59 Parques Nacionales Naturales, en altitudes entre los 1.000 y 3.000 metros. En lugares como el Parque Chingaza es posible encontrarlos alimentándose, caminando o incluso trepados sobre los árboles. 
3. Se encuentra catalogado como una especie vulnerable a la extinción debido a la pérdida y transformación de su hábitat y a la cacería, que generalmente es por retaliación frente al consumo de cultivos, por sus hábitos carroñeros, o por temor ante un eventual ataque.
4. 
Su dieta se basa principalmente en el consumo de plantas ricas en azúcares y proteínas. Al ser oportunista, consume carne de animales silvestres o domésticos cuando estos se encuentran en las áreas próximas a su hábitat. 
5.
Es conocido como oso de anteojos por las manchas únicas que presenta en el rostro, cuello y pecho, las cuales permiten diferenciar entre un oso y otro, ayudando en su identificación. A la fecha, en el Parque Nacional Natural Chingaza se tienen registros de 36 osos a partir de imágenes tomadas con cámaras trampa, pero se estima que la población puede oscilar entre los 50 individuos. 
6. El oso andino es una especie solitaria, excepto cuando está en temporada de reproducción o de cuidado parental. Recorre los bosques y páramos por senderos en los que dispersa semillas y modifica la estructura del bosque, convirtiéndose en el jardinero de la montaña. 
7. Son grandes escaladores, y en la parte más alta de los árboles construyen con las ramas nidos o camaretas, que les sirven de refugio, zona de alimentación o incluso de cama para descansar. Cuando la osa está con las crías (llamadas oseznos) les enseña a trepar, lo cual es un mecanismo de protección frente a posibles amenazas. 
8. En la seguridad de cuevas rodeadas de comida permanente, la osa puede tener de 1 a 4 oseznos, los cuales nacen ciegos, sin dientes y pesando de 283 a 510 gramos. Generalmente dan sus primeros pasos entre la 4 y 6 semana de edad, luego de 3 meses abandonan la cueva junto a su madre.
9.Se considera una especie “paisaje” debido a los grandes desplazamientos que realiza por regiones geográficamente diversas. La conservación y el manejo de esas zonas contribuye a la protección de otras especies de fauna y flora, por lo que también es llamado guardián de los bosques y páramos andinos. 
10. En algunas culturas el oso andino representa la fuerza y la mediación entre el mundo terrenal y el celestial, siendo este animal el medio para mantener la estabilidad entre el bien y el mal. En algunas comunidades indígenas se considera como el hermano mayor, por eso lo respetan, sin atentar contra su integridad.