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El oso de anteojos es el único que existe en la Región Andina. | Foto: Jaime Andrés Herrera Villarreal

MEDIO AMBIENTE

El hombre que se encontró de frente con una familia de osos de anteojos

Jaime Andrés Herrera fue de paseo a Chingaza y tuvo el privilegio de presenciar una maravillosa escena de la naturaleza. ¿Por qué estos animales son tan especiales?

2 de septiembre de 2016

Las fotos de tres osos de anteojos felices caminando por el páramo de Chingaza sorprendieron a muchos amantes de la naturaleza en el país. De inmediato, diferentes personalidades, incluido el mismo alcalde Enrique Peñalosa compartieron la imagen. La reunión de esa familia de mamíferos ante los ojos de un desprevenido visitante se puede considerar como una suerte de milagro. Hay quienes pasan meses esperando ver que se asoma uno y quienes los cuidan incluso tienen que poner cámaras trampas escondidas entre los árboles para avistarlos.

Por eso, cuando Jaime Andrés Herrera se topó con ellos en su primera visita al Parque Chingaza produjo tanta euforia. Aunque el ingeniero lleva 15 años tomando fotografías de los más paradisiacos lugares en el país, nunca había tenido una escena como esta.

Todo sucedió el pasado 22 de julio. Jaime fue junto a varios amigos a Chingaza, un parque natural a tan solo una hora de Bogotá, en el que se encuentran los páramos que surten a toda la ciudad de agua. Su objetivo era tomarles fotos a las aves nativas del parque. Pero la experiencia resultó ser mucho mejor.

Fotografía: Jaime Andrés Herrera Villarreal.

"Llegamos a un punto muy alto, y el hijo de un amigo que iba con nosotros se asomó a un precipicio. Y ahí estaban los tres osos. Se estaban alimentando de un caballo que había enfermado y muerto hace varios días”, cuenta.

La imagen los cautivó a todos. "Estábamos a una distancia de unos 50 metros y tuvimos la oportunidad de ver a la madre de los osos, de unos dos metros de largo, junto a sus dos pequeñas crías"

Ese día había comenzado temprano. Todos salieron a las cuatro de la mañana desde Bogotá para poder llegar temprano al parque y tener la mejor vista posible. Como Chingaza es un páramo, en horas avanzadas de la mañana la neblina puede llegar a ser tan densa que la visibilidad se vuelve casi nula.

Ese día, sin embargo, fue diferente. El paisaje estaba totalmente despejado, y desde la cima de la montaña, al lado de una vieja capilla de piedra, era posible ver varios kilómetros del parque a lo lejos. Allí fue cuando se encontraron a la familia de osos.

"Nos contaba el guía que hay personas que llevan toda la vida aquí y jamás han visto un oso. Pero nosotros, la primera vez no sólo vimos a toda la familia, sino que realmente estuvimos muy cerca. Fue una experiencia muy bella, y envidiada por muchos”, afirma.

Una especie única

Fotografía: Jaime Andrés Herrera Villarreal.

¿Por qué el oso de anteojos es tan especial para Colombia? Robinson Galindo, biólogo de la Universidad Industrial de Cundinamarca lleva más de 15 años estudiando a este animal desde Parques Nacionales, el organismo del estado encargado de proteger los sitios más ricos en biodiversidad.

"Este el único oso que existe en la Región Andina. Su importancia radica en que juega un papel muy importante en la distribución de varias especies de semillas. Y como recorren grandes extensiones, ayudan a propagar estas semillas por toda la región. Ello los lleva a estar muy asociados con bosques de muy buena calidad y a zonas muy bien conservadas", explica.

El experto cuenta que el oso suele ser un indicador de la salud de un páramo y que por eso, el hecho de que esta familia pueda vivir tranquila en Chingaza es una gran noticia para la ciudad. Más del 80 por ciento del agua que se consume en la capital viene de este lugar.

"Es una especie muy carismática y muy tranquila. A muchos les atrae por su comportamiento, son muy inteligentes y para nada agresivos", agrega. Galindo explica que en muchas culturas indígenas el oso es considerado como una especie de guardián sobrenatural de la naturaleza. “A nivel nacional su simbolismo es tal, que incluso se encuentra en la nueva moneda de 50 pesos"

Edgar Ortiz, funcionario del Acueducto de Bogotá, una entidad que cuida el páramo, asegura que "el oso es importante para el mantenimiento de los servicios ambientales de soporte, provisión y regulación del agua. Ellos aseguran la retención del líquido de los bosques en las laderas y fomentan la captura de CO2 cuando esparcen las semillas de los arboles por el parque", explica. Se cree que actualmente en el Parque Nacional Natural Chingaza existen entre 30 y 33 osos de anteojos. El número puede ir en aumento gracias al cuidado y al buen estado de conservación del parque.

Los osos se caracterizan por ser una especie extremadamente reservada para el ojo humano, y la mayoría de las veces sólo es posible monitorearlos a través de cámaras y sensores instalados en los bosques. "Yo conozco gente que lleva entre 6 y 7 años en el parque y jamás han visto un oso. También conozco personas que han ido la primera vez a Chingaza y han visto el oso. Uno puede pensar, como se dice popularmente que eso depende de la energía de las personas", afirma Robinson con entusiasmo.

No son una amenaza

Fotografía: Jaime Andrés Herrera Villarreal.

Otro de los factores que ha propiciado el crecimiento del número de osos dentro del parque y sus alrededores se debe a la creación de un Centro de Rehabilitación y cuidado para esta especie a cargo del médico Veterinario y experto en el tema, Orlando Feliciano. Su fin es el cuidado de los osos enfermos y heridos, y su posterior monitorieo por medio de collares electrónicos para evaluar la evolución de cada animal tratado. Así mismo afirma que "Su ubicación no sólo fue prevista para atender a los osos del parque natural como tal, sino que busca atender a los osos, y demás especies de toda la región. Por eso su ubicación está en una zona de amortiguación junto al parque." afirmó.

Recientemente el oso de anteojos ha estado en el centro de una polémica particular por cuenta de que algunos de estos animales han salido de los bosques a buscar alimento en fincas en el Cauca. La verdad es que la culpa no la tiene esa especie sino quienes han entrado a deforestar el páramo que es su hábitat.

"Los osos no son carnívoros cazadores. No tienen el hábito, como los felinos, de correr detrás de su presa. Y menos lo harían detrás de una vaca, que pesa entre 300 a 500 kilos”, explica Galindo. Según él, los conflictos se generan porque los osos son carroñeros y, aunque no matan las reses ni las ovejas, si van después a comerse lo que quedó de estos.

Cuidar estos animales se ha vuelto tan importante que actualmente existe un convenio entre Parques Naturales, la CAR y el Acueducto de Bogotá para cuidarlos. La idea es incentivar el conocimiento que hay sobre esta especie en las zonas aledañas del páramo de Chingaza. Y quizás, que en un futuro, encontrarse con una familia de estos mamíferos sea más común que ahora.