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PELEA A OSCURAS

Guerra a muerte entre programadoras por cuenta del racionamiento.

1 de junio de 1992


POR ESTOS DIAS SOLO HAY una cosa más negra que la oscuridad del país y son las relaciones entre las programadoras de televisión.
Las obvias y desastrosas consecuencias que representa el apagón para estas empresas montadas sobre el fluido eléctrico, han llevado a algo más que a un distanciamiento entre ellas. Presidentes y gerentes han llegado al punto de no saludarse .
Todo empezó cuando se apagaron las luces hace mes y medio, y los horarios fijos de racionamiento dejaron atrapados los mejores espacios de la televisión. Entre cinco de la tarde y nueve de la noche se emiten los programas de mayor audiencia: telenovelas, noticieros y programas de entretenimiento que son "la gallina de los huevos de oro" de las empresas dueñas de los espacios. En esa misma medida, el volumen de pérdidas que generó el apagón, puso al medio patas arriba.
En un primer intento, Asomedios reunió a todas las empresas adjudicatarias para tratar de encontrar una solución equitativa, por medio de la cual todos perdieran un poquito pero nadie resultara totalmente perjudicado. En otras palabras, darles a los que se habían quedado a oscuras un espacio en los horarios que tenían luz. Se trataba de buscar equilibrio y solidaridad en medio de la emergencia.
Pero en río revuelto cargado de inmensos riesgos y con intereses tan disímiles, no fue posible llegar a un acuerdo, momento en el cual el Gobierno pidió una comisión especial que enfrentara el conflicto. Dicha comisión que reunía a representantes de las cadenas, programadoras y noticieros, presentó un paquete de propuestas que dejaban ver una luz en el horizonte: una combinación de repetición de programas ya emitidos, reposición de comerciales, líneas de crédito especiales y la reubicación de los espacios afectados en horarios encendidos. Contra todos los pronósticos, se llegó a un acuerdo en la mayoría de los puntos, pero la tensa cuerda que mantuvo inicialmente el frágil acuerdo se rompió por donde menos se esperaba: la reprogramación de los horarios afectados por el apagón. Es decir, la repetición en horarios encendidos de los programas que habían perdido sintonía en su horario habitual.
Cuando llegó el momento de abrir espacio en los horarios sin racionamiento a los programas más afectados, los intereses individuales se impusieron sobre el "esprit de corps". Al momento de repartir las cargas de la crisis energética, cada cual haló para su lado y el consenso entre las 24 programadoras que exigían Inravisión y el Ministerio de Comunicaciones para poner en marcha el plan de reprogramación, fue imposible de obtener.
Los protagonistas del episodio terminaron siendo los noticieros y las telenovelas que se emiten a las siete y ocho de la noche respectivamente. La gran batalla se libró en el caso de las telenovelas. En el momento en que se inició el racionamiento, en el horario de las ocho RTI tenía " En cuerpo ajeno" con 60 puntos de rating, barriendo a su enfrentado "Inseparables" de RCN. En el horario de las 10, JES con "Sangre de lobos" con un promedio de 45 puntos de rating se llevaba por delante a "La 40" de Caracol. Con la nueva situación, las telenovelas de las ocho perdieron la tercera partede la sintonía y las de las 10 vierón épocas de vacas gordas.Dentro del concepto de reprogramación había, por lo tanto, que reubicar a las telenovelas caídas en desgracia. Pero surgieron nuevos obstáculos. La programadora de los Sánchez Cristo -JES- no estuvuesta a mover su programa "Panorama" con el argumento de que lo vendía muy bien precisamente en épocas de crisis. RCN, por su parte, no se sentía especialmente dispuesta a repetir a las 10 de la noche una telenovela que exhibía un rating muy regular aun antes del racionamiento. Por su parte, Cinevisión y TV Cine no encontraron argumentos suficientes para mover sus espacios, y se sumaron a las dos anteriores programadoras para no firmar la carta exigida por Inravisión. Con ello quedaban "colgados" también los noticieros de las siete de la noche que contemplaban la posibilidad de ser retransmitidos a las 10:40.
Ante la imposibilidad real de poner de acuerdo a las 24 programadoras, cada una de ellas empezó a buscar una solución individual. RTI, la más afectada por ser su telenovela apagada la de mayor rating, resolvió vender a Caracol -que tiene telenovela sin racionamiento pero sin sintonía- los derechos de emisión de "En cuerpo ajeno". Y ahí fue Troya. La fórmula que resultaba ser una solución tanto para RTI como para Caracol, fue recibida por JES -que ve amenazado el reinado de su telenovela al ser enfrentada a los 60 puntos de "En cuerpo ajeno"- como un acto de agresión. En ese punto la discusión pasó a terreno jurídico. Según los representantes de JES, el acuerdo entre RTI y Caracol rompe el espíritu de equilibrio que condujo la adjudicación de espacios, y que consistía en repartir equitativamente entre las cuatro primeras programadoras la mejor cadena, el mayor número de horas y el mejor horario. RTI y Caracol, por su parte, se defienden arguyendo que la venta de programas entre empresas es una práctica común en el medio que no contravierte ninguna norma. Inravisión, en medio de la disputa, optó por pedir un concepto jurídico al Consejo Nacional de Televisión para poner fin al diferendo. Mientras tanto los televidentes podrán "canalear" entre Amparo Grisales y Aura Cristina Geithner a la espera de que sobre este complicado impasse se haga la luz. -