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El cantante de champeta Charles King retó a través de Facebook al concejal Salím Guerra, a que donen un riñón para los niños de Cartagena que lo necesiten. | Foto: elheraldo.co

CARTAGENA

Retan al concejal que propone prohibir ‘bailes eróticos’ a donar un riñón por los niños

El cantante de champeta Charles King desafió públicamente a Antonio Salim, el concejal que busca impedir la participación de menores en bailes con contenido ‘erótico’.

26 de agosto de 2015

En medio de la polémica que surgió a raíz de la iniciativa legislativa que pretendía prevenir la participación de menores de edad en bailes con contenido 'erótico' o 'sexual', uno de los pioneros del género champeta invitó al concejal ponente del proyecto, Antonio Salim Guerra, a hacer algo atrevido para ayudar a la niñez de Cartagena.

En el proyecto de acuerdo distrital el concejal Salim Guerra, del partido Cambio Radical, justifica la medida argumentando que “los bailes con contacto físico de tipo sexual que se han popularizado (…) generan un ambiente propicio para la pedofilia y la explotación sexual infantil”.

Ante esa postura, en un video publicado en su página de Facebook, Charles King le respondió a Salim que “si su propuesta no es una propuesta de llamar la atención, porque estamos en elecciones, yo lo invito a que vayamos mucho más allá de eso (de la prohibición), a que tomemos la decisión de ayudar a los niños, a que hagamos algo arriesgado, a que realmente protejamos a la niñez”.

Para este artista, que lleva más de 20 años componiendo sus propias canciones de champeta, la inocencia de los niños no es algo que el Estado pueda o deba regular. Al respecto dice: “Creo que no es la forma de bailar lo que tenga que ver con las violaciones y la violencia en Cartagena. Hay una problemática más honda, y en eso tienen responsabilidades todos los que han sido concejales por más de 20 años”.

El debate ha sido polémico e, irónicamente, ha dejado por fuera la voz de múltiples representantes del sector de la cultura y de organizaciones que defienden los derechos de los niños. Para Alberto Abello, columnista del diario El Universal, iniciativas como la Escuela de Tambores, que afirman la cultura y los bailes tradicionales, también sirven para “la defensa y lucha contra la vulneración de los derechos de los niños (…) incluidos en ellos la violencia sexual y el embarazo adolescente” y representan una respuesta clara a los problemas que señala en su ponencia el concejal Salim Guerra, evitando la prohibición o censura.

Por su parte, la periodista Catalina Ruiz-Navarro escribió una columna en la que recalcó que “el PNUD ya dijo que la champeta ‘es una práctica incluyente de las comunidades afrodescendientes en todo el mundo’” y que lo que hace que la champeta genere “tanta incomodidad y tanta devoción” es “una orgullosa exageración y exaltación de todo lo que alguna vez se consideró ‘negro’”.

Aunque es cierto que el proyecto de acuerdo no establece directamente que se deben prohibir los bailes de champeta, es evidente que los compositores de este género se verían gravemente afectados por la medida, pues tradicionalmente sus ritmos exhiben en las calles y plazas de barrios populares el llamado ‘perreo’ y lo que algunos considerarían inmoral, mal visto o ‘erótico’.

Para Salim Guerra es claro que los estudios psicológicos demuestran que la participación de menores en bailes o ambientes donde se exponen a ritmos con contenido erótico es sinónimo de una “erotización traumática” que, entre otros males, acarrea un aumento de embarazos indeseados.

El 'Palenquero fino', como se hace conocer el músico Charles King, terminó su video enviando una propuesta atrevida al concejal ponente: “Señor Antonio Salim, si realmente piensa en los niños de Cartagena, lo reto a que donemos uno de nuestros riñones por los niños de Cartagena. Te lo dice Charles King, el Palenquero Fino”.