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Héctor Falla, director Comité de Cafeteros de Huila; Sergio Younes, presidente de la Asamblea Departamental del Huila; Alfonso Barragan, gobernador (e) del Huila; Francisco Miranda, de SEMANA; Mauricio Hernán Canal, director de Prevención ICBF, y Pedro Hernán Suárez, alcalde de Neiva.

ANTETITULO

Neiva debe apostarle al capital humano y a la articulación institucional

Nuestro columnista reflexiona sobre la necesidad de que los profesionales de la salud en Colombia sean mejor remunerados. Invertir en ellos es la garantía de una población más sana.

13 de junio de 2012

Un puntaje competitivo en el Icfes, unas cuantas entrevistas, luchar contra estigmas sociales, mucho estudio, poco sueño y cientos de millones de pesos se requieren para estudiar dos de las carreras más necesarias pero ingratas en Colombia: medicina y psicología.

Aunque el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) ha tenido avances importantes como la cobertura universal, aún persisten los problemas en la prestación y calidad del servicio. Por ello se debe entender y atender la situación de los profesionales de la salud.

En Colombia, por cada 1.000 habitantes hay 1,47 médicos, mientras que en países como Cuba y Argentina esta cifra es de 7,5 y 4,05 respectivamente. De los tres, según el Banco Mundial, en la isla se tiene una mayor expectativa de vida. Aunque no se puede asignar causalidad, hay una evidente correlación entre estas dos variables. Pero ahí no termina la cosa: de los 113.000 médicos en ejercicio en nuestro país solo 25.000 son especializados. A pesar de esta relativa escasez de médicos, su salario mensual promedio ronda los 3 millones de pesos, lo que deja en evidencia lo poco rentable que es para un médico ser médico.

La salud mental es igual de importante. Cuatro de cada diez colombianos, mayores de 18 años, en algún momento de su vida presentarán una enfermedad mental. En 2016, por cada 100.000 colombianos casi cinco se suicidaban. No obstante, persiste el estigma de las enfermedades mentales con el que no solo deben lidiar las personas que las padecen; también los profesionales que las tratan. El salario promedio de un psicólogo es menos de la mitad que el de un médico; en definitiva, la importante función que desempeñan los psicólogos es infravalorada.

Si bien es justo reconocer que en los últimos 26 años se han dado enormes avances en el SGSSS, resulta necesario invertir aún más en capital humano. Es urgente una reforma que no solo logre la sostenibilidad del sistema, sino que también garantice la prestación de un servicio de calidad, aumentando la oferta y la especialización de profesionales. Hoy por hoy, nuestros médicos, psicólogos, enfermeros, odontólogos y demás profesionales de la salud valen mucho más de lo que cuestan, lo que no es consecuente con un país que busca equidad y desarrollo en un escenario de posconflicto.