Home

Opinión

Artículo

OPINIÓN ON-LINE

El plebiscito de 2018

En las próximas elecciones las FARC jugarán un rol importante. La diferencia es que esta vez será por su paz y la decisión del país frente al acuerdo con ellas.

Álvaro Jiménez M, Álvaro Jiménez M
13 de septiembre de 2016

Pretender que el plebiscito esté por fuera de la política electoral es un despropósito.

De allí que sin complejos Sergio Fajardo anuncie que va camino a la presidencia de la mano del ‘Sí‘ y en igual sentido Uribe ante la derrota del ‘No‘ que reflejan las encuestas, dice en su mejor estilo: “tenemos tres armas”: “la palabra, la movilización en las calles y buscar el gobierno de 2018”.

Y así los demás.

Navarro y Claudia López movilizan sus grupos por la paz y por la presidencial desde el Verde. En la orilla Liberal, Samper regresó para quedarse e inaugurar lo que él llama la ‘Nueva Izquierda‘, en la que se ve como uno de sus impulsores, mientras le publica al Gavirismo la candidatura de Humberto de la Calle, mencionando de paso la del ministro Cristo como una de las liberales que vienen en camino.

Conservadores de Barguil, Martha Lucía y Andrés Pastrana, unos y otros, se mueven entre Gavirismo, Uribismo y desde luego Oportunismo alrededor del ‘Sí‘ y del ‘No‘. Y Vargas lleras, hágame el favor, ni por el acuerdo ni contra el acuerdo, todo en favor del clientelismo, soporte central de su aspiración.

Todo esto ocurre porque el acuerdo y la paz de ahora son tan políticas como las paces y las guerras que hemos vivido: política adobada con sangre, horror y negocios no tan santos, es cierto. Por ello la aspiración siempre repetida en nuestra historia luego de los acuerdos es que en adelante la política sea sin armas y sin sangre.

Profundizar la democracia como deseamos algunos, termina siendo una aspiración de segundo plano que no parece estar en el chip de todos.

Pues bien, podemos afirmar que la correlación de fuerzas del plebiscito definirá lo presidencial y a su vez que la acomodación para las presidenciales de 2018 están definiendo el resultado del plebiscito.

En este dibujo electoral, el Polo, la Marcha Patriótica, la UP, el Partido Comunista, el Petrismo, el Partido Socialista de los Trabajadores y toda la infinidad de tendencias en que se divide y subdivide la izquierda que se considera dura, pesarán, si y sólo si, se agrupan en torno al movimiento que surja del proceso de desmovilización de las FARC. Será inevitable aunque fastidie a muchos.

Su otra opción sería asumirse bajo el liderazgo de lo que Samper llama la Nueva Izquierda.

¿Y las FARC? ¿Cómo jugarán? ¿Con Timochenko de candidato buscando alianza con el gran frente Liberal de la negociación victoriosa? ¿En solitario con la izquierda “dura” y demás actores del movimiento social afines a su historia?.

En las siguientes elecciones como en las de los últimos veinte años, las FARC jugarán un rol importante. La diferencia es que esta vez será por las definiciones de su paz y la decisión del país frente al acuerdo con ellas. Un avance.

¿Elegirán presidente?

* @alvarojimenezmi - ajimillan@gmail.com

Adenda: ¡Qué tusa tan brava la de Andrés Pastrana!.

Noticias Destacadas