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Entre locos y síndromes de guerra

Episodios como los de la matanza de Dallas, en Estados Unidos, tienen sus referencias a guerras pasadas.

Juliana Londoño, Juliana Londoño
11 de julio de 2016

Ha conmovido al mundo la execrable matanza realizada en Dallas, por un veterano de la guerra de Afganistán. Son relativamente frecuentes estos casos, protagonizados por veteranos de una de las tantas guerras en las que se han visto envueltos los Estados Unidos en las últimas décadas. Todos afectados por un “síndrome”, sea el de Vietnam, el de Irak, el del Golfo Pérsico o el de cualquier otra parte.    

Durante la guerra del Vietnam y en los años siguientes, estas matanzas fueron de común ocurrencia. Empezando por la horrible masacre perpetrada por el teniente del ejército William Calley y su pelotón en la remota aldea My Lai el 16 de marzo de 1968. Allí ordenó asesinar y asesinó personalmente, por lo menos a 347 civiles, hombres, mujeres y niños.

Calley, sometido a un juicio por una corte marcial, fue condenado a cadena perpetua que debía cumplir en una prisión militar. Su comandante directo el Capitán Ernest Medina y el Mayor General Samuel W. Koster, comandante de su división, fueron absueltos.

Sin embargo, el 78 % de los norteamericanos consideraron que la sentencia a Calley había sido injusta y se extendió en todo el país una gran solidaridad hacia el oficial. El gobernador de Indiana ordenó que todas las banderas del estado ondeasen a media asta en homenaje a Calley y los congresos estatales de Kansas, Arkansas, Texas, Nueva Jersey y Carolina del Sur aprobaron mociones solicitando clemencia para el teniente. Ante el respaldo popular, el presidente Nixon le conmutó la pena por arresto domiciliario en un fuerte militar.  

La matanza de My Lai y los 241 casos similares, salidos en su mayoría a la luz pública después de escándalo, contribuyeron a generar en la opinión norteamericana y en el mundo el rechazo contra la guerra del Vietnam. Calley obtuvo en 1974 el perdón presidencial. Al año siguiente dramáticamente cayó Saigón y los Estados Unidos salieron de Vietnam.   

En Colombia también fuimos afectados por el “síndrome de Vietnam”. El 4 de diciembre de 1986 un colombiano veterano de Vietnam, asesinó a sangre fría a 20 personas e hirió a catorce en un restaurante del norte de Bogotá, luego de haber dado muerte a otras ocho, entre ellas a su propia madre. La explicación en ese momento fue igual a la que se daba en casos similares: el veterano “estaba loco” afectado por el “síndrome de Vietnam”.  

Cuando Obama asumió la presidencia, acogiendo el sentimiento existente en su país, prometió que durante su mandato retiraría las tropas norteamericanas de Irak y que tan sólo mantendría en Afganistán unos 5.500 efectivos que paulatinamente iría retirando. Sin embargo la semana pasada, dada la situación de la lucha con los talibanes, declaró que tendría que aumentar el número de efectivos en ese país.

La conmoción por la matanza del veterano loco de Dallas, podría aumentar el rechazo a la participación de los Estados Unidos en el conflicto en Afganistán. No olvidan además los norteamericanos que desde los tiempos de Alejandro Magno hasta nuestros días, todos los que en Afganistán han intervenido, han salido mal librados…

*Profesor de la facultad de gobierno, ciencias políticas y relaciones internacionales de la Universidad del Rosario.   

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