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La U no ganó

Contrario a lo que dicen los analistas desde Bogotá, la U no ganó en las regiones.

Semana
15 de marzo de 2006

Según un editorial de prensa capitalino los grandes derrotados de las elecciones fueron el Partido Liberal Colombiano y el Polo Democrático Alternativo (El Espectador, 14-03-2006). A esta conclusión se puede llegar cuando se observan los datos desde el centro y con las cifras del Senado. Pero estas deducciones distan mucho de las conclusiones que se pueden colegir con los guarismos de las regiones. Veamos:

En diez departamentos de Colombia el Partido Liberal ganó las elecciones para Cámara de Representantes (Antioquia, Cauca, César, Córdoba, La Guajira, Putumayo, Quindío, Risaralda, Tolima y San Andrés y Providencia); en cinco las ganó el Partido Conservador (Cundinamarca, Boyacá, Nariño, Valle y Norte de Santander); en cuatro las ganó el Partido Cambio Radical (Arauca, Casanare, Guainía y Vaupés); en dos el Movimiento Convergencia Ciudadana (Guaviare y Santander); en cuatro las ganó el Partido Social de Unidad Nacional (Atlántico, Bolívar, Caldas y Chocó); en siete ganaron otros movimientos, y en Bogotá las ganó el Partido Social de Unidad Nacional.

Por su parte el Polo Democrático Alternativo obtuvo nueve Representantes a la Cámara (Cuatro en Bogotá, uno en Antioquia, uno en Nariño, uno en Valle, una por la circunscripción especial indigena y otro más en Santander); comparado con los seis que tenía mejoró su participación en la Cámara Baja.

La victoria del partido de la U. no es tan “contundente” en los departamentos en donde ganó: En Bolívar sacó dos de seis representantes (33%), en Chocó 1 de 2 (50%), en Caldas 2 de 5 (40%), en Atlántico 4 de 7 representantes (57%), y en Bogotá obtuvo 4 de 18 (22%).

Si en la agenda del próximo Congreso está la reducción de “las transferencias” para apretarle el cinturón a los municipios y a los departamentos y darle gusto al Fondo Monetario Internacional es muy posible que la gobernabilidad del Presidente Uribe Vélez encuentre, ahí sí, una contundente oposición en las bancadas políticas de la Cámara de Representantes.

Pero la oposición política no será sólo por razones de equidad, en donde seguramente se enfrentará con el Polo Democrático Alternativo, con el Partido Liberal y con el Movimiento MIRA, sino también por los presupuestos de las regiones en donde el Partido Social de Unidad Nacional mostrará su sangre centralista y los partidos adherentes al uribismo deberán optar o por seguir la disciplina del partido de la U o por defender los intereses de los municipios y de sus regiones.

La “Unidad Nacional” del llamado Partido Social o partido de la U será una arremetida centralista, vestida de ánimo restaurador, al mejor estilo “nuñista”. La Unidad Nacional del Partido Social, la U, será un retroceso a la descentralización, que seguramente obligará a una coalición de partidos centralistas versus una coalición de partidos de las regiones en el Congreso de la República.

Para mantener gobernabilidad política, es decir, satisfacer los apetencias de los uribistas, el Presidente, que actuó en campaña como Jefe de Bancada, tendrá que continuar repartiendo burocracia de aquí y acullá; para ello deberá “fortalecer” lo nacional con los recursos de la supresión de lo regional y local.

Y como queda muy poco por liquidar seguirá la agenda marcada en el Referendo del 2003, es decir, entrarán en capilla, nuevamente, los órganos de control municipal y departamental y la supresión de los departamentos.

Medellín, 14 de marzo de 2006

(*) Director del Consultorio de Derechos y Gobernabilidad háBeas corpus

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