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La polla entre Serpa y Carlos Gaviria

Puede que Mockus termine no apoyando a nadie. Pero ¿qué harán los mockusianos? Entre Gaviria y Serpa, ¿con cuál tienen más resistencias?

Semana
18 de marzo de 2006

Yo no sé si sea común que en unas elecciones ya no importe quién vaya a quedar de primero -porque se da por descontado- sino quién va a quedar de segundo y quién de tercero.

Es la situación sui generis que vamos a vivir en las próximas elecciones. Las pollas ya no se hacen sobre si Uribe va a ser el ganador -no creo que haya un loco que apueste ni siquiera una botella de whisky a favor de lo contrario- sino sobre si Carlos Gaviria, candidato del Polo, le va a ganar a Serpa, o viceversa.

Me parece que las críticas que le han caído a Serpa por su terquedad de ser candidato son hasta cierto punto bastante injustas. Si uno cree que puede ganar la consulta interna de su partido, se mete. Y si además la gana, pues vuelve y se mete. ¡"Es que sacó lo mismo que sus tres contrincantes unidos!", dicen unos. ¡"Es que seguro lo derrota Uribe!", dicen otros. El hecho claro es que Serpa creía que podía ganar la consulta, y la ganó. No importa si por dos votos o por 500.000. ¿En qué regla de la democracia dice que uno tiene que renunciar a las mayorías porque a D'artagnan, a Mauricio Vargas o a esta servidora le parece que uno está "demodé"?

Pero claro. Ya enfrentado a ese panorama, a Serpa le podría pasar algo bien espantoso: no que pierda frente a Uribe, que está cantado, sino que Carlos Gaviria, un aparecido en la política, le ganara las elecciones.

Y hoy parece probable.

Carlos Gaviria está in, y Serpa está out. Por esas olas de moda que de pronto voltean las elecciones, Gaviria derrotó a Navarro y se tomó el puesto que todos suponíamos que iba a ocupar Mockus: la alternativa fresca, nueva, sin pasado, sin cicatrices políticas, con un discurso extraño -como fue el de Mockus en su momento- que inclusive incluye afirmaciones salvajes por parte de Gaviria, y por lo tanto muy vendedoras, como la de que en Colombia no existe la democracia.

Una encuesta de El Tiempo del fin de semana pasado le da a Serpa el 11 por ciento de popularidad y a Gaviria el 5 por ciento. La de esta edición de SEMANA dice que la diferencia es de 25 por ciento a 9 por ciento. No me impresiona ni lo uno ni lo otro.

Pienso que técnicamente están empatados. Serpa obtuvo 1.200.000 votos en la consulta. Entre Gaviria y Navarro, 1.000.000. Un 40 por ciento de los votos de Rodrigo Rivera pueden terminar apoyando a Serpa, y un 40 por ciento de los votos de Pardo se pueden ir por antiserpistas para Gaviria. Eso debería tener muy cerca a ambos contendores.

Pero las diferencias no numéricas de cómo arranca la partida son muy grandes.

1-Gaviria es un personaje al que la opinión no conoce, es buen candidato y no carga imagen negativa: tiene todo para subir.

2- Serpa completa tres elecciones, una imagen gastada, un pronóstico de perdedor y por consiguiente pocas posibilidades de aumentar su votación.

3- Para los medios, va a ser absolutamente provocativo convertir a Gaviria, que es nuevo, y no a Serpa, que es viejo en el redil, en el contendor de Uribe.

4- Es mucho más probable que Gaviria capte a los sectores jóvenes, universitarios, a los indecisos, a que lo haga Serpa, una figura tan identificada con la clase política tradicional.

Y para completar, está el factor Mockus. Los demás candidatos van a tener 4.500 millones para la campaña. Mockus no sólo no tiene un peso, por no haber logrado representación parlamentaria, sino que seguramente sus horrorosos sombreros anaranjados le dejaron un déficit de campaña. Me duele mucho decirlo. Pero, ante la imposibilidad material de invertir un peso en medios de comunicación, sin un solo representante en el Congreso, encabezando una lista de indígenas que no alcanzaron el umbral para mantener vivo su movimiento, ¿tiene Mockus otra alternativa que la de deponer su aspiración presidencial antes de las elecciones?

Puede que Mockus termine no apoyando a nadie. Pero ¿qué harán los mockusianos? Entre Gaviria y Serpa, ¿con cuál tienen menos resistencias?

Me da pena con Serpa, pero nada de lo que está pasando seduce a su alrededor a un solo nuevo elector.

Por ahora nadie duda de que la suerte esté echada a favor del primer candidato, Álvaro Uribe, y al que quiera apostar un almuerzo, que me llame.

Lo que tampoco extrañaría a nadie es que también, a tres meses de las elecciones, la suerte esté ya echada a favor del segundo.

ENTRETANTO…Los realities ya no tienen límites. ¿Qué tal uno del canal Caracol, que pone a un cura a que se coma 10 yemas de huevo crudas para que gane un concurso en el que le consiguen una silla de ruedas a un paralítico?

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