La nueva administración reconoció pérdidas por 37.000 millones de pesos. | Foto: Archivo SEMANA

TELECOMUNICACIONES

Devastadora pérdida de la ETB

En menos de seis meses el panorama para los accionistas de la ETB cambió del cielo a la tierra. ¿Cómo pasaron de repartir dividendos a reportar pérdidas por más de 37.000 millones de pesos?

31 de marzo de 2016

En julio del 2015, el entonces presidente de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá, Saúl Kattan Cohen, anunciaba con bombos y platillos que habían decidido anticipar el pago de los dividendos extraordinarios para los accionistas minoritarios de la compañía. En ese momento, que hoy luce lejano y ensombrecido, la imagen para los accionistas tenía que ver con una empresa pujante y en plena expansión.

En la pasada Asamblea Extraordinaria, ocurrida 24 de junio del 2015, se aprobó liberar una parte de las reservas ocasionales de la compañía a solicitud del Distrito, el mayor accionista de la empresa. El monto global de esa liberación ascendió a 404.000 millones pesos más intereses y los dividendos se pagaron a 113,84 pesos por cada acción ordinaria en circulación.

En su momento, Kattan Cohen aseguró que “la solidez, la rentabilidad y la competitividad de la ETB queda demostrada con la repartición de los dividendos para sus accionistas”. Hace cuatro años hacer una repartición de dividendos era impensable por la crisis que padecía la compañía.

Pero el panorama se oscureció dramáticamente en el último lustro. La reciente asamblea ordinaria de la ETB fue tensionante y controvertida. No hubo sonrisas, ni mucho menos dividendos para los accionistas. Por el contrario, la nueva administración reconoció pérdidas por 37.000 millones de pesos y anunció un plan de choque marcado por la austeridad y el esfuerzo comercial para reencontrar el rumbo.

No fue una asamblea regular. Usualmente, los administradores buscan mostrar la mejor gala de la empresa a sus accionistas. No fue el caso de la ETB este año. Los puntos de la agenda fueron un rosario de datos, uno más negativo que el anterior. Los asambleístas conocieron además que durante la última década los ingresos de la ETB se estancaron por el retiro paulatino de clientes de telefonía fija, con caída acumulada del 6 %, mientras que el sector de telecomunicaciones creció 110 %.

Para completar el panorama, en el 2015 los ingresos crecieron 3 % mientras que los costos y gastos gestionables (sin incluir depreciaciones, provisiones y amortizaciones) aumentaron 30 %, estos últimos atribuibles principalmente al aumento de la nómina, honorarios de contratistas y mantenimiento de equipos y redes.

Mientras los asambleístas veían diapositivas con cifras en rojo, la Contraloría Distrital anunció que entre el 2012 y el 2015 se configuraron 38 hallazgos fiscales por valor aproximado de 186.000 millones de pesos por ineficiencias en los procesos de atención al cliente y planeación, sobrecostos en compras, inconsistencias en la contratación, pago de sanciones por silencios administrativos positivos, entre otros.

La Controlaría anunció además que de esos hallazgos, se han iniciado 13 procesos de responsabilidad fiscal por 151.000 millones de pesos. En los próximos días se conocerá quiénes serán los exfuncionarios que están bajo investigación.

El plan de choque

En medio de tantas malas noticias, tanto la nueva administración como la Contraloría de Bogotá señalaron que “la ETB tiene un buen producto”. Para la Contraloría, por ejemplo, la compañía tiene una red que tiene ventajas competitivas frente a otros operadores para posicionar en el mercado sus servicios, pero por falta de una estrategia comercial adecuada no ha logrado atraer nuevos usuarios”.

Después de capotear su primera asamblea, el presidente de la ETB, Jorge Castellanos, insistió en un tema neurálgico: la posible venta o la llegada de un socio estratégico. “El plan de choque que proponemos y la posible mayor participación privada para reforzar su gobernabilidad incrementarán el valor que le asignan a ETB los inversionistas profesionales y posibles socios o compradores”, afirmó.

Tanto la Contraloría como el presidente Castellanos coincidieron en que luego de la enorme inversión realizada entre el 2013 y el 2015 en fibra óptica, televisión interactiva digital y móviles por 2,1 billones de pesos (monto similar al patrimonio actual de la empresa), es necesario incrementar el esfuerzo comercial para vender estos servicios.

El futuro cercano de la ETB estará marcado por las disputas políticas. En su momento, Jorge Castellanos había anunciado que presentaría ante el Concejo el plan para la venta de la ETB o la llegada de un socio estratégico. Sin duda, la ETB será una especie de ‘florero de Llorente’ entre la administración Peñalosa y la oposición, liderada por Gustavo Petro.

En el medio estarán los accionistas, que por lo pronto tuvieron que aceptar de forma unánime que en el 2016 no habrá dividendos.