Quejarse de la propia apariencia al frente de los niños no ayuda con su autoestima y puede afectarlos más de lo que se piensa | Foto: Ingimage

Vida Moderna

Enseñar a los niños a alimentarse sano y amar su cuerpo al tiempo

Muchos niños están creciendo con la obsesión de no ser gordos. Esta presión por las dietas y la delgadez está haciendo que más pequeños odien sus cuerpos y expongan su salud por alcanzar el ideal de belleza.

28 de diciembre de 2016

Actualmente, la obsesión por los cuerpos delgados empieza a edades cada vez más tempranas y esta situación se ha tornado tan peligrosa que niños y niñas crecen odiando sus cuerpos. La cultura de la dieta abunda y más aún en año nuevo, pues adelgazar es el principal propósito de muchos y varios pequeños, incluso aquellos que no tienen sobrepeso, se dejan contagiar por esta presión por tener cuerpos perfectos.

Frente a esta situación, la nutricionista Rebecca Scritchfield escribió para The Washington Post algunas recomendaciones para lograr que las chicas y chicos cuiden de su cuerpo, amándolo y tratándolo con empatía, donde los regímenes de dietas y rutinas exageradas de ejercicios no tienen lugar.

La primera idea de la nutricionista es cocinar con los hijos. De esa manera, los pequeños van aprendiendo sobre las bondades de la comida, qué es saludable y le empiezan a tomar cariño a los alimentos que ellos mismos ayudaron a preparar. Para empezar, a los más pequeños se les puede poner a contar los alimentos, agregar ingredientes o ayudar a limpiar. Los más grandes ya pueden cortar y mezclar, asegura Scritchfield.

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En el mismo sentido, hornear o hacer postres en compañía de los hijos es una buena idea para que entiendan que el azúcar “es parte de la vida y no algo que temer”, explica Scritchfield. “Es imposible restringir los dulces a los niños. Por eso lo ideal es enseñarles a consumirlos de manera responsable. Ocasionalmente no le hacen daño a nadie y a veces pueden ser un buen aliciente para que los chicos cumplar con algunas tareas”, asegura la psicóloga infantil Sandra Rodríguez.

Para terminar con el tema de la alimentación, Scritchfield recomienda no entrar en una pelea con ellos sobre qué deberían o no comer. Simplemente, se trata de ofrecer frutas, verduras y otros alimentos nutritivos cada día y esperar que ellos decidan qué es lo que les gusta y prefieren consumir.

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El tema del ejercicio es central para mantener una vida saludable. En este punto es necesario que los padres y los hijos compartan tiempo juntos haciendo actividades que no parezcan una rutina de ejercicios para adelgazar. “Unas buenas ideas pueden ser compartir caminatas, juegos de equipo, montar bicicleta o jugar. De esa manera los niños dejan el sedentarismo y  se mantienen saludables mientras se divierten y comparten tiempo en familia”, asegura Rodríguez. Por su parte, Scritchfiel recomienda incentivar la práctica del yoga, todos los días durante unos minutos, para llevar tranquilidad también a la mente de los pequeños.

Con el asunto de los juguetes, Scritchfiel asegura que no hay que temer a las barbies, no se trata de botarlas o quemarlas, sino de aprovechar la oportunidad para conversar con las niñas sobre cómo es un juguete y cómo es cuerpo humano y que es imposible que esas formas se igualen. “Más que satanizar sobre todo a las muñecas, se trata de escoger aquellas que tengan variedad de formas y colores para que se creen estereotipos”, dice Rodríguez.

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La principal fuente de enseñanza de los hijos son sus padres y por ello quejarse de la propia apariencia al frente de ellos no ayuda con su autoestima y puede afectarlos más de lo que se piensa. “Si los niños están escuchando todo el tiempo a sus papás, que son sus héroes, quejarse de su aspecto, ellos aprenden de eso y empiezan a creer que así es que se debe tratar al propio cuerpo”, explica Rodríguez. Esas costumbres hay que evitarlas si el objetivo es criar a hijos fuertes y seguros.

Scritchfield tiene otras recomendaciones en su libro “Body Kindness: Transform Your Health from the Inside Out — and Never Say Diet Again”, en el que enseña también a las mujeres sobre cómo alimentarse adecuadamente y transformar su cuerpo tratándose con empatía.