Ariadna Gutiérrez. | Foto: AFP

PASARELA

Los reinados ya no son lo de antes

Esta noche se conocerá la nueva señorita Colombia. El certamen que año a año se lleva a cabo en Cartagena solía ser uno de los momentos más esperados por los colombianos pero su relevancia ha disminuido. ¿Por qué?

19 de marzo de 2017

Hace algunos años la que era coronada como Reina de Belleza se convertía de inmediato en uno de los personajes más conocidos del país. Los periódicos y revistas no se imprimían hasta que se supiera el nombre de la nueva soberana. Los colombianos se reunían en sus casas en familia para ver el certamen que alcanzaba altos niveles de audiencia. Casi que ningún hecho podía desviar la atención sobre cuál era la mujer más hermosa de Colombia o del Universo.

En 1985, ni siquiera la trágica semana en la que el M-19 se tomó el Palacio de Justicia y una avalancha sepultó a Armero, logró parar ese concurso. En varias generaciones de colombianos quizás no hay nadie que no sepa quiénes son Paola Turbay, Carolina Gómez, Susana Caldas, Paula Andrea Betancourt, María Mónica Urbina o Shirley Sáenz. Hoy los nombres de las reinas es cosa de un nicho particular.

Hubo una época en que el reinado era tan importante que hasta las virreinas eran parte de las mujeres más populares del país. Margarita Rosa de Francisco fue la número dos de 1984 y llegó a convertirse en un ícono nacional. Carolina Cruz, virreina en 1999, ha triunfado en la televisión y es una de las presentadoras más cotizadas.

Desde Luz Marina Zuluaga en 1958 y durante medio siglo, los reinados y el fútbol eran la gran pasión de los colombianos. Pero ahora todo ha cambiado. La competencia de la televisión por cable, el internet, las plataformas digitales como Netflix y HBO, y las redes sociales, han logrado que la noche de la coronación sea solo un programa más.

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El termómetro de la baja popularidad del evento empieza por el espacio que le dedican los medios de comunicación al concurso. Antes se podían encontrar revistas hasta con 20 páginas dedicada a la nueva Miss Colombia, y se acreditaban decenas de periodistas para cubrir el evento. Ahora es tan solo una de noticia no muy destacada.

En Cartagena el reinado era un evento que convocaba a una gran cantidad de personalidades y de turistas. Ahora Cotelco indica que la temporada es normal.

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Una de las razones de este cambio es que hace unos años era difícil acceder a imágenes de mujeres con poca ropa. Pero ahora, existen varias revistas, programas, muestras de arte, fotografías en los que los desnudos han pasado a ser algo cotidiano.

Por eso, para que el nombre de una reina sea conocido por muchos es porque tuvo que haber pasado algo como que después 56 años Colombia volvió a llevarse su segundo título de Miss Universo con la participación de Paulina Vega, o porque al año siguiente Steve Harvey se equivocó al decir que la colombiana Ariadna Gutiérrez era la ganadora del Miss Universo, cuando en realidad era la señorita Filipinas, Pia Alonzo.

Isabel Londoño, PhD en política social de la Universidad de Harvard, ya había dicho que la baja popularidad de los reinados es algo positivo: “muestra que el protagonismo de la mujer en el país está creciendo tanto en otros espacios, que el basado en las colas y la celulitis ya ni siquiera le importa a una cultura tan machista como la colombiana”.

Sin embargo, no deja de sorprender  que en el país todavía existan 3.794 celebraciones -también conocidas como carnavales, ferias, fiestas patronales o festivales municipales- al año, en los que abundan los reinados hay aproximadamente 400 reinados.

Con todo, ya varias mujeres y hombres han mostrado su indignación frente a estos eventos por considerarlos sexistas y una forma de perpetuar la cosificación de la mujer, la mercantilización de su cuerpo, la hipersexualización de las niñas y los trastornos alimenticios.

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“Una cosa es que cierta audiencia siga prestando atención al desfile de jóvenes mujeres dispuestas a ser observadas de arriba a abajo, y están en la libertad de hacerlo. Otra muy distinta es que eso sea exitoso comercialmente para las marcas involucradas. La sociedad actual tiene la atención muy dispersa", explicó a Univisión la experta en moda española y autora del portal ‘Sentada en su silla verde’, Rocío Arias Hoffman.