Sicología

Prescripción: rezar

Alistair Cunningham, experto en el tratamiento del cáncer mediante terapias sicológicas, estará en Colombia explicando sus técnicas.

15 de septiembre de 2007

¿Qué pasaría si un médico le dice a su paciente que como tratamiento le va a recetar unas horas de meditación y de oración al día? Ante esto, cualquiera creería que la muerte es inminente y queda muy poco por hacer. Sólo rezar. Sin embargo, hoy es necesario darle otra lectura a esta recomendación, pues la sicología ha demostrado que la espiritualidad es crucial no sólo en el tratamiento de enfermedades terminales como el cáncer, sino en cualquier proceso de recuperación y, por supuesto, también en la prevención de muchos males.

Uno de los pioneros en este tema es Alistair Cunnigham, profesor emérito de la Universidad de Toronto, quien durante más de una década ha hecho estudios con pacientes de cáncer, los cuales han mostrado que aquellos más comprometidos, es decir, los que acuden a las terapias sin falta y buscan una mejor relación con el mundo, sobreviven 18 meses más de lo que esperaban sus oncólogos. Un estudio concreto entre 22 pacientes con metástasis, que fueron desahuciados por los médicos, mostró que mientras más involucrados en el trabajo sicológico y espiritual, mayores eran las probabilidades de vivir de estos pacientes. Incluso dos de ellos se recuperaron y han vivido libres de cáncer por seis años.

Esto no quiere decir que rezar los haya curado, pues probablemente fue una combinación de factores lo que a la postre dio los resultados positivos. Pero también se sabe que esa actitud diferente frente a la enfermedad fue crucial para la recuperación. De ahí que el experto no conciba que un paciente de cáncer no tenga como parte de su tratamiento una ayuda sicológica y espiritual.

Cunningham, sobreviviente de cáncer, estará en Bogotá como conferencista principal del segundo simposio Internacional de Sicooncología, que se llevará a cabo los días 27, 28 y 29 de septiembre, en la Clínica Marly. El experto estará a cargo de dos charlas: 'La investigación en sicooncología, retos y controversias', y 'Añadiendo la dimensión espiritual a la sicoterapia'. Esta última busca mostrar a los asistentes los alcances del programa 'El camino a la sanación' (The Healing Journey), establecido en el Hospital Princesa Margarita de Toronto junto con el Ontario Cancer Institute y cuyos resultados muestran que las personas que se compromenten con el programa viven más tiempo del pronosticado por sus médicos y con una calidad de vida mayor. "Mejoran la comunicación con los otros, se les reduce la ansiedad y la depresión y vuelven a ganar una sensación de control de sus vidas",dice Cunningham.

El énfasis del curso se da en que la persona tenga su propia experiencia, y no en decirle a la gente en qué creer o qué va a pasar, explicó Cunnigham al programa radial Prescribing Spirituality, para diferenciar espiritualidad de religión. El primer módulo se llama Coping with Stress, se dicta en un salón de clase y busca introducir a los pacientes a la relajación, la comunicación, y a establecer metas claras, entre otras cosas. El segundo nivel, Skills for healing, enseña técnicas más avanzadas de meditación. En el tercer nivel se introduce la idea de la búsqueda espiritual. Este último paso busca remover los bloqueos internos que dificultan una experiencia trascendental. "Se explica cómo se proyecta la rabia en los otros y cómo es necesario perdonar, aceptar y tratar de escoger sólo el amor y las relaciones con otros, en lugar del odio y la rabia, como es lo usual".

Una manera de describir el perfil de una persona que se compromete con la espiritualidad, es para Cunningham aquella que le da prioridad a este tema en su vida. "Su objetivo se vuelve buscar su verdadera identidad, quiénes somos y cómo encajamos en este complicado universo, en lugar de buscar placer o satisfacción de otras maneras porque el camino espiritual es el de la aceptación y el entendendimiento", concluyó.