Foros Semana
Lo que Colombia puede aprender del mundo para enfrentar su crisis en la gestión de residuos
Rodrigo Peñailillo, representante de CAF y Pablo Badenier, exministro de Ambiente de Chile, dieron inicio al foro ‘Gestión de residuos: un debate urgente para Colombia’, con un llamado a modernizar la política pública y aprender de modelos exitosos.

La gestión de residuos sólidos se ha convertido en uno de los principales cuellos de botella para el desarrollo urbano y ambiental en Colombia. Así lo advirtió Rodrigo Peñailillo, representante de CAF en el país, durante la apertura del foro ‘Gestión de residuos: un debate urgente para Colombia’, organizado por Foros Semana. Señaló que se requieren inversión sostenida, mejor planificación territorial y articulación efectiva entre niveles de gobierno para evitar una crisis sanitaria y ambiental inminente.

En este contexto, CAF reiteró su compromiso con apoyar soluciones técnicas, financieras y de gobernanza que impulsen a los territorios hacia una economía más circular e inclusiva en América Latina.

La conferencia continuó con la intervención de Pablo Badenier, exministro de Medio Ambiente de Chile y quien fue consultor de CAF para el desarrollo del estudio ‘Diagnóstico, evaluación y propuestas: el impacto positivo en el océano de una buena gestión de residuos en la región del Caribe’.
Badenier resaltó que la gestión de residuos es una de las causas menos visibilizadas de la triple crisis ambiental global (cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación), y subrayó que entre el 5 % y el 10 % de las emisiones en América Latina están relacionadas directamente con el manejo de residuos, dato ya reconocido en la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) de Colombia.
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A partir de su experiencia en Chile y con la OCDE, señaló que no se puede partir de cero: es fundamental aprender de los aciertos y errores de los países que han avanzado en gestión de residuos y economía circular. Explicó que la meta no es solo reducir la generación de residuos, sino desacoplar el crecimiento económico del aumento de desechos y, al mismo tiempo, incrementar las tasas de valorización para disminuir lo que llega a disposición final.
El experto subrayó la necesidad de invertir en tecnología y en etapas intermedias como plantas de clasificación, para reducir los costos de recolección y disposición final. Además, destacó la importancia de pasar de los diagnósticos a la acción, mediante regulaciones efectivas como la responsabilidad extendida al productor y el fortalecimiento de alianzas público-privadas para impulsar la valorización y nuevos negocios.
“Tenemos buenos diagnósticos, tenemos buenos datos y hay que pasar a la acción prontamente”, enfatizó Badenier durante su intervención.
Otra lección clave de la experiencia internacional es la necesidad de dejar de hablar de “residuos” en general y segmentarlos para diseñar soluciones más efectivas. “No podemos más hablar de residuos a secas. Hay que hablar de residuos de la construcción, industriales, agrícolas, del mundo textil o electrónico. Cuando le ponemos un apellido al residuo, dejamos de hablar de manera genérica y probablemente vencemos esa barrera para poderlos gestionar y valorizar”, explicó Badenier.

En cuanto al panorama nacional, Badenier expuso cifras preocupantes sobre la región Caribe: actualmente operan 21 rellenos sanitarios, de los cuales 9 llegarán al final de su vida útil en menos de cinco años. Además, persisten 41 botaderos a cielo abierto. Solo el 24 % de los rellenos cuenta con tratamiento de lixiviados (proceso evita que sustancias peligrosas contaminen el suelo y las fuentes de agua) y apenas el 38 % dispone de sistemas para la quema de biogás, lo que evidencia un rezago estructural significativo.
El exministro destacó el potencial de la valorización energética para residuos con poder calorífico, como neumáticos fuera de uso y aceites, señalando que “no dejar de contar como una alternativa la valorización energética de algunos residuos”.
También recalcó que los rellenos sanitarios seguirán siendo necesarios, pero deben contar con mejores estándares técnicos. “Los rellenos sanitarios van a seguir siendo importantes para nuestras ciudades. Son buenas alternativas, pero mejorando, obviamente, los estándares de operación y de construcción”, afirmó.
Además, advirtió sobre la importancia de implementar sistemas adecuados para el control de lixiviados y la captación y quema de biogás, como medidas clave para reducir impactos ambientales.
Para Badenier, Colombia debe avanzar con decisión: promover un cambio en los hábitos de consumo a través de educación permanente, fortalecer la gobernanza local, segmentar y valorizar residuos, e invertir en infraestructura con altos estándares técnicos. Solo así será posible reducir impactos, recuperar la confianza ciudadana y avanzar hacia un modelo circular real y sostenible.forma real y sostenible.