De los 170 empleados de la oficina de Baker McKenzie en Bogotá, el 60 por ciento son mujeres | Foto: Nathalia Angarita

MUJERES

La firma de abogados Baker McKenzie trabaja por la equidad de género

La multinacional lleva una década fomentando esta paridad en sus oficinas. Así se reduce la brecha laboral en el mundo, que sigue afectando a las mujeres frente a los hombres.

25 de septiembre de 2018

La brecha laboral entre mujeres y hombres es una realidad en el mundo y en Colombia. Eso quedó en evidencia en un informe realizado en 2017 por Jaime Tenjo y Luisa Fernanda Bernat, profesores de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. En su investigación pudieron establecer que el año pasado la población masculina tuvo una tasa de desempleo del 8,8 por ciento y que el 71,5 por ciento desempeñó algún oficio. Entre tanto, del lado femenino esos porcentajes fueron de 12,8 y 59,6, respectivamente. Es decir, hay más mujeres desempleadas y las contratan menos. Por fortuna, eso no sucede en la firma de abogados Baker McKenzie, que desde hace diez años se planteó el objetivo de conseguir la paridad de género en sus oficinas.

Con estrategias como Lift (Leaders investing for tomorrow), Baker McKenzie fomenta el crecimiento y liderazgo de las abogadas en la compañía. “En América, el número de mujeres trabajando con nosotros ha crecido. Incluso, hemos tenido una relación de 50-50 entre géneros”, afirma Carlos Dodds, miembro del Comité Global de Diversidad e Inclusión. También tienen un comité regional, que desde hace tres años se fijó como meta en la región el empoderamiento de la mujer y, con su estrategia B-Agile, las mujeres embarazadas o con niños tienen la posibilidad de trabajar más tiempo desde sus casas.

La multinacional se ha caracterizado por valorar las capacidades y la calidad humana por encima de todo. “Acá no buscamos nombres y apellidos. Incorporamos gente por diversidad, inclusión, capacidad y voluntad. No dejamos a nadie afuera, yo soy ejemplo de esto”, sostiene Dodds, quien hace 29 años respondió a un aviso en el periódico para aplicar a Baker McKenzie y diez años después se hizo socio principal.

La oficina de Baker McKenzie en Bogotá también da ejemplo de estos esfuerzos, “la mitad de nuestros ocho socios internacionales pertenecen al género femenino”, asegura Tatiana Garcés, gerente de la sede desde hace un año. Es más, de sus 170 empleados “el 60 por ciento son mujeres”, explica Garcés.“Para nosotros, tener diversidad en los equipos de trabajo es algo que da valor al negocio”, enfatiza.

Cada oficina, de cada país, tiene sus propios retos. En Argentina “pese a muchos esfuerzos, no hemos logrado que la firma incorpore mujeres y que lleguen a ser socios”, dice Dodds, pero en Brasil, en cambio, hay 12 mujeres y ocho hombres. Y la cifra en cada filial de Baker McKenzie seguirá creciendo. Este es un paso firme hacia la paridad de género y un ejemplo por replicar en el continente.