EDUCACIÓN

El adiós del rector del Gimnasio Campestre

Después de una larga reflexión, Juan Antonio Casas, hijo del fundador del colegio, dimite de su cargo para “buscar otros escenarios” educativos.

22 de marzo de 2017

Después de 15 años vinculado al Gimnasio Campestre, Juan Antonio Casas, rector de una de las instituciones de educación más elitistas de Colombia, dimitió de su cargo. Casas se graduó de este colegio que fundó Alfonso Casas Morales, su padre, a finales de la década de los 1940 y que dirigió hasta su muerte en 1987. Después de salir de la institución liderada por su familia, estudió derecho en la Pontificia Universidad Javeriana e hizo una maestría en Historia en la misma universidad.

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Aunque no había estudiado educación por aquel entonces, decidió volver al colegio que lo vio crecer: fue profesor, director de grupo y después, rector. Durante ese período, Juan Antonio Casas siguió con su formación pero, esta vez, enfocando sus estudios a la labor docente: adelantó una maestría en Educación y liderazgo en la Universidad estadounidense de Columbia y diversos cursos de corta duración en la Universidad de Harvard (Estados Unidos), Platter College (Inglaterra) y los Andes.

En 2006 asumió la dirección del Campestre, una institución con una fuerte tradición conservadora, también a nivel político. Sin embargo, en una entrevista que concedió a El Espectador, aseguró que la única tradición del colegio es la innovación. “Estamos formando niños productores de conocimiento y somos líderes en involucrar la investigación a las prácticas pedagógicas. Aquí los estudiantes pueden ver la dimensión del universo a través de nuestro observatorio y la vida desde los más pequeños bloques de construcción en el laboratorio de biología molecular”.

Lo cierto es que si en los primeros años de fundación del colegio hubo un cariz político muy marcado, a partir del nuevo siglo, el colegio se enfocó en otros objetivos. En esta última década han sido notables los esfuerzos por consolidar proyectos para la excelencia académica, el bilingüismo y la innovación en el aprendizaje. Por los méritos académicos que obtuvo en sus más de 60 años de historia, el gobierno nacional condecoró al Campestre con la Orden de San Jorge y la Orden de Boyacá en el Grado de Cruz de Plata.

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Entre sus alumnos más ilustres se encuentran David Luna Sánchez, ministro de tecnologías de la información; Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; Frank Pearl González, exministro de Ambiente. También Enrique Peñalosa y Aurelio Iragorri Valencia.

En una carta pública, Casas considera que ya ha llegado el momento de cederle la batuta a un sucesor que asumirá las riendas de la institución al finalizar este año escolar. “Después de un largo proceso de reflexión, he concluido que este es el momento adecuado para retirarme del cargo de rector y buscar otros escenarios que me permitan seguir contribuyendo a la formación de los jóvenes de nuestro país”, aseguró.

Le presentamos la carta completa:

A todos los miembros de la comunidad del Gimnasio Campestre:

Hace once años asumí la Rectoría del Gimnasio Campestre con muchísimo orgullo y con todo el compromiso que demanda esta tarea. Después de un largo proceso de reflexión, he concluido que este es el momento adecuado para retirarme del cargo de Rector y buscar otros escenarios que me permitan seguir contribuyendo a la formación de los jóvenes de nuestro país.

Por este motivo presenté al Consejo Directivo de la Fundación Gimnasio Campestre mi renuncia, efectiva a partir de la finalización del año escolar en curso. Esta decisión, por supuesto, no estará completa antes de comunicársela formalmente a ustedes, los gimnasianos, padres, profesores, funcionarios y ex alumnos con quienes he tenido el privilegio de compartir estos quince años extraordinarios que empezaron cuando regresé a mi colegio como profesor de Ciencias Sociales y que habrán de terminar con el grado de bachilleres de la promoción 2017.

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Ser Rector es una oportunidad extraordinaria que ha llenado de sentido todos los aspectos de mi vida, pero no por eso puede volverse un cargo vitalicio. Por el contrario, es necesario que nuestro Colegio aproveche la madurez institucional que ha cultivado en sus setenta y un años para cumplir su misión de educar caballeros con la fuerza de una comunidad que supera ampliamente los esfuerzos de una sola persona.

El Colegio atraviesa hoy uno de sus mejores momentos. Tenemos un equipo directivo y docente de la más alta calidad que reiteradamente ha demostrado su capacidad para dirigir los procesos formativos de los gimnasianos, y que trabaja con un norte claro que responde a nuestra identidad y a los retos que nos plantea la educación del siglo XXI. Nuestro Proyecto Educativo Institucional, el Modelo Pedagógico y nuestros planes estratégicos son documentos vivos y vigentes que ilustran nuestra práctica y garantizan el sentido de cada uno de nuestros esfuerzos. En estas condiciones el Consejo Directivo de la Fundación, principal garante de nuestra institucionalidad, está listo y dispuesto a liderar este proceso de transición como lo ha hecho con éxito en el pasado.

Mi vida entera la he vivido cerca del Gimnasio Campestre y ahora me aparto de mi calidad de Rector para seguir creciendo como ex alumno y educador gimnasiano. Tengo el proyecto de continuar mis estudios y seguir en la búsqueda de nuevas soluciones para la educación de los colombianos con las que pueda poner en práctica todo lo que ustedes me han enseñado. No tengo palabras para agradecerles lo que hemos construido juntos y, sobre todo, el privilegio de haber compartido estos años con las mejores personas que conozco: mis gimnasianos.