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Ramón Elías era considerado el rey de las extorsiones. Fue capturado de nuevo por los Gaulas del CTI y del Ejército en Boyacá.

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El fin del "Rey de las extorsiones"

El hombre que aterraba a cientos de colombianos llamándolos a pedir dinero desde la cárcel, ya en libertad se hizo pasar por un comandante del ELN para seguir con su carrera criminal. Así cayó en Boyacá.

31 de marzo de 2017

Ramón Elías Suárez ya no es el "Rey de las extorsiones". No como solía serlo. Esta vez, sólo duró cinco años fuera de la cárcel, antes de ser capturado de nuevo por los Gaulas del CTI y del Ejército, durante un operativo en conjunto realizado en Boyacá el 28 de marzo.

Cerca de las 4 de la tarde, al menos 20 uniformados ingresaron a su casa y al restaurante de comida rápida de su propiedad ubicado en barrio de Los Muiscas en la ciudad de Tunja, desde donde se presume que elaboraba sus chantajes. En el último intento que hizo antes de que lo capturaran, Ramón Elías trataba de cobrar una extorsión en Sogamoso por un monto total de 60 millones de pesos.
Según el testimonio de una de sus víctimas que aceptó hablar con SEMANA, la cual nombraremos Juan Camilo por cuestiones de seguridad, el presunto delincuente volvió a practicar el modus operandi aprendido unos años antes en prisión.
De acuerdo con este relato, cuando recibió la primera llamada de un número desconocido que pronto se le volvería familiar, Juan Camilo se encontraba trabajando en su oficina. En tono cordial, el hombre del otro lado de la línea lo saludó, le dijo que era el comandante Franco Rodríguez del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que sabía dónde trabajaba, qué estaba haciendo y qué asuntos manejaba, además de que sabía también quién era su jefe, e iba a necesitar su colaboración para conseguir unos medicamentos para tratar el cáncer de algunos de unos guerrilleros necesitados.  
Aunque los detalles fueron muy precisos y estaba preocupado por el anuncio de que se encontraba vigilado por dos de los colaboradores del presunto comandante, Juan Camilo tuvo que explicarle que le era imposible conseguir las cien dosis de Neupogen solicitadas o el monto equivalente en efectivo de dos millones de pesos en tan poco tiempo.
En ese momento, Ramón Elías Suárez le contestó que entonces se tendrían que tomar decisiones en el seno de la organización. A diferencia de lo que sucedió en otras ocasiones, no lo amenazó directamente ni pretendió atacar con una bomba las instalaciones en la que trabajaba. 
Después de desaparecer por un tiempo, el antiguo rey de las extorsiones respondió a los mensajes de texto de su víctima para pedirle que le consignara el dinero en una cuenta bancaria, poco tiempo antes de ser apresado por el GAULA de la primera brigada con sede en Tunja y el CTI local. 
Ese fue el penúltimo de 29 intentos de chantaje cometidos recientemente por Elíaz Suárez en el departamento de Boyacá, además de los que al parecer realizó en los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Huila, Meta, Cesar y en la ciudad de Bogotá.  
Durante el operativo se incautaron en sus propiedades 66 Sim Card, 27 tarjetas de diferentes empresas de telefonía celular y 17 celulares de varias marcas, mientras se confirmó que el sujeto seguía usando los alias de Franco o Camilo del frente José David Suárez del ELN, como lo hiciera anteriormente. 
Y es que 15 años antes, en el 2002, el hombre se había hecho famoso por liderar una banda de extorsionadores que operaba desde la cárcel en la que se encontraba recluido, en el complejo penitenciario de Ibagué conocido como la Picaleña. En esa ocasión, habían sido necesarios 300 hombres para intervenir su celda y poder transferirlo a una prisión de alta seguridad que cuente con un equipo capaz de bloquear eficazmente sus comunicaciones telefónicas desde el interior del centro reclusorio. 
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Ahora, nuevamente y frente a la contundencia de las pruebas presentadas por la Fiscalía, alias Franco aceptó la imputación de los delitos de extorsión agravada en grado de tentativa que le fueron fincadas durante su audiencia pública. Sólo que esta vez, el sujeto de 45 años que ya purgó 18 de prisión por el crimen de homicidio agravado y concierto para delinquir podría quedar recluso por un período de entre 256 y 385 meses, con lo que saldría libre en el peor de los casos a los 76 años, si es que no logra reincidir en esta ocasión desde el interior del centro penitenciario en el que quede internado. 
Para prevenir esta posibilidad, la directora seccional de la Fiscalía de Boyacá, Gladys Constanza Medina, ha asegurado realizar constantemente operativos dentro y fuera de las cárceles para limitar los alcances del delito de extorsión que se encuentra entre las prioridades de esta administración. En tanto que el coronel Álvaro William Zaraza, comandante de la primera brigada de Boyacá, confirmó realizar constantemente campañas en todo el municipio para ofrecer instrucciones a los comerciantes de cómo reaccionar ante este tipo de eventos y continuar con el trabajo de seguimiento e investigación que ha permitido la captura de varias bandas dedicadas a este giro, entre las que se destaca la de la miembros de la organización La Falsa Voz, arrestados la semana pasada en esa misma región.
Gracias a esos operativos, precisó la Fiscalía General de la Nación, las extorsiones se han reducido en 33,19 % a nivel nacional, al pasar en el 2015 de 244 denuncias a 163 en el 2016. Mientras que si se estima en todas sus modalidades, las estadísticas oficiales muestran que se han registrado 735 denuncias de estos tipos de chantajes en lo que va del 2017, contra 1.406 en el mismo período del año anterior.
Pero para los académicos que han estudiado las modalidades del caso, este sigue siendo uno de los delitos que más afectan a los colombianos y que deben ser vigilados de cerca, investigando por ejemplo las redes que pudo emplear Ramón Elías Suárez para cometer sus fechorías, toda vez que fue el único arrestado en el operativo boyacense. Para el antiguo rey de las extorsiones, sin embargo, este parece ser el ocaso de un monarca que cuando salga de la cárcel tendrá dificultades en seguir operando de la misma manera a una edad tan avanzada.