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"La propuesta de la 'Supercorte electoral' es falsa": Misión Especial Electoral

El revolcón que muchos vaticinan no es el que hasta ahora se ha contado. Semana.com habló con Ángela Rodríguez, vocera de la Misión, sobre lo que es cierto y lo que no.

2 de marzo de 2017

Durante una Cumbre Nacional el próximo 24 de marzo el país conocerá las propuestas que tiene la Misión Electoral Especial para que el Gobierno tramite una reforma electoral para la paz. 

Ocho intentos de reforma del esquema de financiación de las campañas políticas se han presentado desde 1985, cuando se expidió la ley que por primera vez abordó el tema. Fruto del acuerdo de paz con las FARC se abrió la puerta para reorganizar el sistema político-electoral y con él la posibilidad de sentar las bases de "una democracia más amplia, profunda, participativa y transparente".

Semana.com habló con Ángela Rodríguez, directora ejecutiva del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD) y vocera de la secretaría técnica que creó la Misión Especial Electoral, sobre el revolcón que muchos vaticinan. 

Semana.com.: ¿Qué es la Misión Especial Electoral y cuál es su competencia?

Ángela Rodríguez: La Misión es una instancia incluida en el acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC. Es la instancia que tiene el mandato de formular recomendaciones para el mejoramiento del sistema electoral colombiano. Tiene la tarea de modificar las instituciones que hacen parte del sistema político para tener una democracia más amplia, profunda, participativa y transparente. El mandato es bastante amplio.

Semana.com.: ¿Quiénes la conforman?

A. R: Seis expertos: Alejandra Barrios Cabrera, directora de la Misión de Observación Electoral y única representante de una institución; Alberto Yepes, consejero de Estado en licencia; Jorge Enrique Guzmán, consultor de Naciones Unidas para estos temas; Elisabeth Ungar, exdirectora Ejecutiva de Transparencia por Colombia; Juan Carlos Rodríguez Raga, docente de la Universidad de los Andes, y Salvador Romero Ballivian, que es el único integrante internacional de la Misión.

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Semana.com.: ¿Qué cambios sufrió la Misión después del naufragio del plebiscito de paz?

A. R: La esencia de la Misión siempre ha sido la misma en términos de generar recomendaciones. La diferencia que hubo entre el primer y el segundo acuerdo es que la Misión tenía -si se puede decir así- una labor dentro de su propio nicho. Ahora, sigue siendo independiente. Es decir, no consulta ni al Gobierno, ni las FARC ni depende de recomendaciones, pero sí tiene que estar en constante diálogo con los actores políticos. Eso es lo que ha venido haciendo la Misión desde cuando se instaló.

Semana.com.: ¿Con quiénes se han reunido?

A. R: Con todos los partidos excepto uno. Se ha reunido con organizaciones sociales, expertos nacionales y extranjeros, ha consultado con integrantes del Consejo Nacional Electoral, el registrador, el procurador e integrantes del Consejo de Estado. La gran diferencia tiene que ver con establecer estas consultas y recoger insumos de los actores que tienen algo que ver con el sistema político y su diseño. Se han recibido propuestas muy estructuradas.

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Semana.com.: ¿Cómo son los tiempos que vienen manejando para tramitar la propuesta?

A. R: La Misión se instaló el 16 de enero, desde esa fecha hasta la semana pasada la Misión recogió insumos y ahora está trabajando en la formulación de propuestas. El 24 de marzo se va a hacer una Cumbre Nacional en la que se espera presentar las líneas gruesas de las recomendaciones que hará. Luego de ahí se recogerán algunos insumos de esa discusión para presentar las recomendaciones finales a más tardar el 16 de abril, que son los tiempos establecidos para su funcionamiento.

Semana.com.: ¿La propuesta que entregará la Misión se tramitará vía fast track?

A. R: Dentro del mandato del acuerdo está contemplado que haga parte del fast track. Esto, teniendo en cuenta también el alcance del papel de la Misión. Es decir, las recomendaciones que se hagan desde ella tienen toda la viabilidad para irse a través de la vía rápida. Sin embargo, este es un mecanismo habilitante pero no obligatorio. Lo que quiere decir que es una cosa que están revisando los integrantes de la Misión. Hay que ver qué temas entran y cuáles no. En principio se pensaría que todos los temas -en la medida que tienen que ver con la reforma al sistema electoral de acuerdo a su mandato- entrarían en una modificación a través del fast track.

La Misión Especial Electoral no ha presentado ninguna propuesta.

Semana.com.: ¿Cuál es la necesidad que tiene el país de hacer esa reforma electoral?

A. R: Hay que mencionar que las propuestas de reforma de la Misión todavía no están hechas. Están en proceso de construcción. Eso significa que lo que se ha venido discutiendo en algunos medios no son propuestas directas de la Misión, aunque sí llevan a un punto en común al que no sólo llegaron los integrantes de esta comitiva, sino también quienes firmaron el acuerdo: hay unas dificultades o puntos por mejorar, como la manera como las instituciones electorales y políticas funcionan y por eso se pensó la Misión Especial Electoral.

Semana.com.: ¿Eso qué significa?

A. R: Hay un consenso en el diagnóstico y ese es el primer punto de partida. Existe un montón de actividades y acciones de las autoridades electorales en particular que son funcionales pero hay otras que no. Por eso es necesario fortalecerlas. Por ejemplo, la financiación de las campañas políticas ha sido un agujero negro tradicional en el sistema electoral colombiano. Por más iniciativas y esfuerzos institucionales, no termina de ser claro cómo funciona, cómo se cuenta y qué tanto nivel de legalidad tienen. Hay otros asuntos como las sanciones de delitos electorales, que hay que trabajar fuertemente. Incluso, de cara a los escándalos más recientes, el tema de la corrupción y su relación con las campañas políticas es uno de ellos.

Semana.com.: Muchos vaticinan la creación de una Supercorte Electoral, ¿eso es cierto?

A. R: Por el momento todo es falso. La Misión Especial Electoral no ha presentado ninguna propuesta. Está en ese proceso y hasta finales de marzo lo que la Misión tiene en mente no se va a conocer. Apenas están en construcción. Existe esa propuesta de la Supercorte y otras de diseños institucionales que han llegado, pero no hay ningún pronunciamiento al respecto.

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Semana.com.: Pero, ¿la Misión Especial Electoral tiene la competencia para proponer un revolcón de ese tipo?

A. R: Yo diría que sí, en la medida en que dentro del mandato de la Misión está el diseño de la instituciones electorales. Ahora, que se esté considerando proponerlo, no es cierto. Por otro lado, hay que tener en cuenta que lo que se encargó fue formular recomendaciones, no crear instituciones. Eso implica que hay un proceso de mediación entre lo que se proponga, lo que se pase como propuesta legislativa y lo que los partidos aprueben. Entonces, considerar una propuesta de que se haga una Supercorte hasta que se haga realidad, hay un gran trecho.

Semana.com.: Entonces, ¿se disipan los temores de que la Sección Quinta del Consejo de Estado va a desaparecer?

A. R: La gente que crea que la Sección Quinta va a desaparecer o que esté teniendo esa información no la está recibiendo de parte nuestra, es la Misión quien tienen el mandato de la reforma electoral. Habrá quienes tienen eso en su agenda, pero no es una idea hasta ahora.

Semana.com.: ¿La propuesta de votar a los 16 años y eliminar la figura de la Vicepresidencia tampoco salió de ustedes?

A. R: De la Misión no han salido propuestas así. Las recomendaciones serán exclusivas sobre cuatro puntos. No se ha ocupado de esos asuntos, no sé si el Gobierno haga una propuesta para que la Misión los revise o si en su momento se aborden creyendo que son complementarios a su rango de acción.

Semana.com.: ¿Cuáles son esos puntos a los que les apuntan?

A. R: Hay cuatro grandes combos de temáticas sobre los que se está pensando trabajar. La primera es la arquitectura institucional de lo que tiene que ver con todo el proceso electoral, el sistema o la definición de cómo funcionan las elecciones en Colombia, la financiación electoral y el sistema político asociado a las listas abiertas o cerradas.

Semana.com.: ¿Qué les inquieta de cada uno de esos puntos?

A. R: La preocupación no surgió de manera puntual, sino que tiene que ver con el mandato que se otorgó. Fueron estos cuatro puntos donde la Misión identificó la forma de lograr los objetivos que se encomendaron. Por ejemplo, en el financiamiento hay una preocupación por la permeación de la ilegalidad. Pero también hay momentos en los que hacen sus campañas con toda legalidad y no saben cómo funcionan los procedimientos de rendición de cuentas.

Semana.com.: ¿En qué terminó el accidentado nombramiento de Armando Novoa?

A. R: La Misión funciona perfectamente. Es de lamentar que no se pudiera conformar de la manera como fue concebida. Independientemente de lo que haya dado origen a esas decisiones, porque era de siete y ahora está de seis. Lo que pasa es que la Misión arrancó. Había una presión de tiempos enorme porque es uno de los puntos que están en el centro del rediseño institucional pensando en un país que superó los efectos del conflicto. Hasta ahora ha funcionado muy bien. El magistrado Novoa es una de las personas que han brindado sus insumos a la Misión igual que otros actores.

Semana.com.: ¿Ese hueco se va a llenar?

A. R: Yo creería que no. La Misión ha completado la mitad de su período de funcionamiento y ha trabajado de manera armónica en consulta con una gran cantidad actores.

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Semana.com.: ¿Tienen en el radar el tema del Estatuto de Oposición? ¿Han estado pendientes de ese proceso?

A. R: Sí, sin duda el Estatuto de Oposición, igual que el escenario de las reformas político-electorales, es un elemento de primer orden en la construcción de una democracia fuerte. Sin embargo, este asunto especial no es competencia de la Misión. Desde el comienzo se trabaja a partir de una mesa de partidos que fueron otros los que trabajaron en ellas. Nosotros como Instituto Holandés para la Democracia brindamos insumos técnicos que fueron acogidos. Pero ese proceso inició mucho antes de que se conformara la Misión. Le estamos haciendo seguimiento legislativo, pero son elementos complementarios.

Semana.com.: ¿Cómo ve el aterrizaje de las FARC a la arena política?

A. R: En realidad lo que está trabajando la Misión trasciende un poco el elemento de las FARC en política. Se entiende que es un nuevo actor, pero no el único de los que se espera que lleguen. No necesariamente pensando en que van a haber más movimientos que hagan el tránsito a la legalidad sino otras organizaciones, grupos de ciudadanos que esperan integrarse al sistema político de una manera más formal y en unas condiciones más equitativas. Con esa idea en mente -que es lo que significa ampliar la democracia- ha venido trabajando la Misión. Incluso, entre los partidos con los que se han venido reuniendo están Voces de Paz.

Semana.com.: ¿Se contempla para ellos un financiamiento especial apenas empiecen a hacer política?

A. R: Los lineamientos para la financiación del partido político de las FARC están incluidos en el acuerdo y sobre eso la Misión Electoral no va a proveer disposiciones diferentes.