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La evaporación de las regalías

Lo que dijo el presidente de Carbones del Cerrejón, que las regalías del carbón se las roban, es una verdad tan grande como el planeta Júpiter.

Semana
1 de noviembre de 2009

Las regalías que reciben los departamentos y municipios por la explotación de sus recursos naturales como los hidrocarburos y el carbón deberían ser una fuente importante de financiación de su desarrollo. Su administración debe hacerse siguiendo los principios de transparencia, impacto, equidad y sostenibilidad.
 
Sin embargo, estudios recientes de organismos públicos como el DNP y otros efectuados por investigadores independientes muestran que algunos de los departamentos y municipios que perciben significativos recursos muestran indicadores dramáticos en materia de cobertura de servicios y la persistencia de gravísimos problemas en materia de mortalidad infantil, desnutrición y analfabetismo.

Entre las conclusiones que pueden derivarse de un oportuno y pertinente foro realizado por la Fundación Cerrejón para el Fortalecimiento Institucional en Riohacha los días 21 y 22 de octubre están las siguientes: 1) la población guajira no identifica o no percibe ni en obras ni en materia social la inversión de las regalías; 2) la inversión de estos dineros no se refleja en cambios positivos en los indicadores sociales; 3) las regalías no han hecho hasta ahora la diferencia en el bienestar de los habitantes de los municipios que reciben regalías directas y los que no las reciben.

Las cifras hablan por sí mismas. En 2008 los entes territoriales de esta sección del país recibieron en conjunto 467.567 millones de pesos. En contraste, según el DNP, entre los departamento que más reciben regalías, La Guajira tiene la segunda tasa de mortalidad más alta (38,9 fallecidos antes de cumplir el primer año de vida por cada mil nacidos vivos) después de Arauca (con 53 muertes por cada mil). La meta del Plan Nacional de Desarrollo (2006-2010) es de 16,5 por cada mil niños vivos. Ningún municipio de La Guajira ha logrado la meta en mortalidad infantil. Así mismo, entre los mayores beneficiarios de regalías el departamento de La Guajira tiene la cobertura más baja en alcantarillado (39 por ciento). 

La Guajira tiene la menor cobertura en educación básica (71 por ciento) de todos los departamento que son grandes beneficiarios de regalías. Con los giros de regalías del 2008, los municipios de Barrancas, Albania, Hatonuevo, Manaure y Uribia habrían logrado cubrir los costos totales de la canasta educativa en educación básica.

Lejos de sonrojarse por esta incontrovertible realidad, parte de la dirigencia política de La Guajira está indignada, pues en el discurso de apertura del foro, el presidente de Carbones del Cerrejón, León Teicher, afirmó “…de nada sirve que las empresas responsables paguen cumplidamente sus obligaciones si esos dineros se pierden por el camino o se invierten mal. Sabemos que ambas cosas suceden. Y para no hablar con eufemismos, para llamar a las cosas por su nombre, sabemos que una parte importante de las regalías se las roban. No sabemos quién, o no decimos quién. Pero todos sabemos, y hablamos de eso, que se las roban.”

Es una verdad tan grande como el planeta Júpiter . Con el revólver aun humeante entre las manos quienes por décadas han atomizado de manera ineficiente y perversa nuestras regalías y empobrecido nuestro futuro se aprestan a gritar su inocencia invocando un falso y desgastado sentimiento localista.
 
Ese comportamiento irresponsable puede ser un útil pretexto para quienes desde el centro del país a través de medidas legislativas o administrativas desean despojar a las regiones de esos recursos, por eso mimo la ciudadanía no debe ser alcahuete de su cinismo sin par.



*Weildler Guerra Curvelo es antropólogo guajiro, ex director del Observatorio del Caribe y miembro de la Comisión de Honor del Bicentenario

wilderguerra@gmail.coConm






 
 
 

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