Una diva y un ejemplo

De apellido heredado de sus abuelos americanos y nacida en Barranquilla en enero de 1976, Gigi Williams fue una reconocida artista transformista en la escena lgbti bogotana. Fue la mayor de tres hermanos, y la mejor amiga de su madre durante la infancia. Su abuela, una pintora, la inspiró e impulsó su talento desde la niñez.

Durante su adolescencia, Gigi participó en clases artísticas. Allí se destacó por liderar actividades culturales, presentaciones de canto, baile, apariciones teatrales y reinados de belleza. Al culminar sus estudios, se proyectó en la capital colombiana, a la que llegó cargada de energía, calor, colores, movimientos, maquillajes, trajes, drag y transformismo.

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Gigi tuvo la oportunidad de trabajar como profesional con reconocidos modelos, actrices, fotógrafos, directores de arte y escritores. Esto le ayudó a cultivar un amplio abanico de amigos, entre los cuales se destaca Danna Sultana, “su sister”.

Se le facilitaba el dibujo. Hacía ilustraciones o figurines, y trabajaba en ellos hasta convertirlos en un producto final: impactantes trajes para el escenario. Gigi participó en reconocidas campañas fotográficas, editoriales de moda, cine y televisión; delante y detrás de las cámaras. Siempre se destacó por aportar a sus compañeros su buen punto de vista y su determinación para cumplir sus labores.

Como transformista, nos dejó el recuerdo del profesionalismo y el respeto hacia las personas que representaba. Sus interpretaciones más recordadas, entre muchas otras, fueron las de Madonna, Kylie Minogue, Freddie Mercury, Andy Warhol, Karl Lagerfeld y Celia Cruz.

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Esta diva glamurosa, enamorada de las cosas simples de la vida, prudente al hablar y enfática al rechazar cualquier forma de machismo, partió del mundo el pasado mes de julio.