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Bloqueos sobre la vía Panamericana ya empiezan a impactar los sectores productivos de la región. Gremios se pronuncian y exigen diálogos, pero sin restricción de la movilidad. | Foto: Cortesía

PROTESTAS

Se agudiza crisis en el suroeste del país por paro indígena en el Cauca

Bloqueos sobre la vía Panamericana ya empiezan a impactar los sectores productivos de la región. Gremios se pronuncian y exigen diálogos, pero sin restricción de la movilidad.

14 de marzo de 2019

El paro que lideran cerca de 15.000 indígenas del Cauca y que apenas completa tres días de manifestaciones y bloqueos de la vía Panamericana que une a los tres departamentos del suroeste del país, ya empieza a mostrar sus efectos negativos sobre la movilidad y productividad de la región.

Así lo sostienen las autoridades luego de tres días de choques entre los nativos y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), que intenta garantizar el flujo vehicular por una de las arterias viales más importantes de la región y que une a Cali (Valle), Popayán (Cauca) y Pasto (Nariño).

En la actualidad existen al menos cuatro puntos concretos del Cauca donde los manifestantes han bloqueado la carretera, impidiendo el paso de viajeros, vehículos de carga, alimentos y combustibles. Es en esos puntos críticos donde se han desatado las batallas campales entre manifestantes y las autoridades y que se han vuelto virales en redes sociales.

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Pero más allá de la efervescencia de las protestas y los detalles de esos enfrentamientos, lo que empieza a preocupar a las autoridades son los impactos sociales y económicas que puedan dejar esos bloqueos.

Si bien aún no hay desabastecimiento de alimentos o combustibles, en algunas zonas preocupa que se llegue muy pronto a ese límite. De hecho, el gobernador de Nariño, Camilo Romero, fue de los primeros en manifestar esa preocupación y a través de sus redes sociales expresó: “Pedimos agilidad para que haya diálogo social efectivo entre el gobierno de Iván Duque y comunidades indígenas del Cauca. Hablé ahora con Comisionado Paz y ratificamos nuestra voluntad para abrir espacios de diálogo”.

En efecto, el derecho a la libre movilidad de los ciudadanos ha sido uno de los más damnificados con las protestas indígenas, a tal punto que la aerolínea de bajo costo Easy Fly anunció la activación temporal de la ruta Cali–Popayán, como plan de choque.

“Por solicitud de la comunidad de Popayán y previendo afectaciones en la vía Panamericana que une a Cali con la Capital del Cauca y en virtud de lo establecido en la resolución 4582 del 2013, que le permite a las aerolíneas efectuar vuelos en las zonas afectadas, la Aeronáutica Civil ha adoptado medidas temporales y le permitirá a Easyfly operar vuelos los días 14 y 15 de marzo en la ruta Cali-Popayán-Cali”, dice un comunicado de la aerolínea.

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Detallan en ese documento, que “Easyfly se solidariza con esta región donde ofrecerá hasta un vuelo diario con salida desde la ciudad de Cali el día 14 de marzo a las 13:40 y regreso desde Popayán a las 14:35, y el 15 de marzo con salida desde la ciudad de Cali a las 6:25 y regreso desde Popayán a las 7:20, realizando ambos vuelos en los aviones J41 con capacidad para 30 pasajeros”.

A esa reacción se suma un documento conjunto firmado por 16 organizaciones gremiales de la región que le dirigen una carta abierta al presidente Iván Duque con algunas consideraciones puntuales sobre el problema.

El documento está firmado por entidades como la Cámara de Comercio del Cauca, el Comité Gremial y Empresarial, Fenalco, Acopi, Andi, SAG, Acodrés, Cotelco, Camacol, la Universidad de Popayán y el Comité de Ganaderos, entre otros.

“(…) quienes suscribimos el presente documento, solicitamos mantener la exigencia de esas condiciones mínimas, como la restitución de la movilidad sobre la vía Panamericana, para restablecer las mesas de diálogo”, gremios del Cauca

Se trata de un manifiesto de apoyo al gobierno en medio de la aguda crisis que vive el Cauca, pero dejan claro que apoyan los diálogos siempre y cuando exista una exigencia mínima de restitución de movilidad sobre la vía Panamericana.

“Quienes suscribimos el presente documento, solicitamos mantener la exigencia de esas condiciones mínimas, como la restitución de la movilidad sobre la vía Panamericana, para restablecer las mesas de diálogo”.

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Aclaran además, que esos diálogos “tampoco pueden tener como resultado la firma de nuevos acuerdos, que nos sigan arrastrando históricamente, a incumplimientos y demandas hacia el Estado colombiano”.

Como se recordará, la protesta o minga indígena, surgió desde el pasado martes 12 de marzo cuando el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric), la convocó como mecanismo de protesta para exigirle al Gobierno el cumplimiento de acuerdos pactados en años anteriores.

Aunque la protesta indígena comenzó apenas esta semana, los bloqueos a la vía Panamericana ya venían ocurriendo desde el 25 de febrero pasado cuando otras organizaciones, esta vez de origen campesino y educadores, convocaron a otro paro para exigir otros acuerdos incumplidos en materia de derechos humanos y protestar por el asesinato de líderes sociales. Así arrancaron desde esa fecha los taponamientos a la vía Panamericana, que para entonces eran liderados por 20.000 campesinos y maestros del departamento.

Las dos protestas no alcanzaron a fusionarse en una sola porque el viernes anterior desactivaron una de ellas, gracias a una mesa de diálogo promovida por el Ministerio del Interior y la Oficina del Alto Comisionado de Paz.

“Acá negociamos la semana pasada, hicimos un acuerdo que involucra temas de derechos humanos, vivienda, proyectos productivos y educación”, explicó Nilson Liz Marín, vocero de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos de Colombia (Anuc).

Ahora el reto del Gobierno será sentar en una misma mesa a los indígenas y sus negociadores para ponerle fin a un paro que ya empieza a impactar al sector productivo del suroccidente colombiano. Pero lo más importante, lograr que esas negociaciones se hagan sin los polémicos bloqueos a la vía Panamericana.