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Atención: trasladan de emergencia a un hospital a Jorge Glas, exvicepresidente de Ecuador
El antiguo funcionario del gobierno de Rafael Correa estaría siendo tratado por consumo indebido de fármacos. Debido a la gravedad de su estado de su salud, tuvo que ser trasladado a un hospital de más complejidad en Quito.
El exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas tuvo que ser trasladado de emergencia después de que se reportara consumo indebido de fármacos en la cárcel La Roca. Por lo tanto, fue llevado al Hospital Militar de Guayaquil por supuesta sobredosis de medicamentos. Posteriormente, su situación de salud empeoró y tuvo que ser llevado a Quito para ser tratado por especialistas de mayor complejidad.
Según fuentes le confirmaron a SEMANA, el exvicepresidente habría consumido una gran cantidad de ansiolíticos y antidepresivos, por lo que tuvo que ser inducido por la sobredosis y llevado al Hospital Militar de Quito. Esto, luego de que el pasado 5 de abril fuera capturado en la embajada de México en Ecuador, ya que el gobierno de Daniel Noboa argumentaba que existía una posible fuga del exfuncionario de Rafael Correa.
Por ahora, se conoce que el vicepresidente no será llevado de vuelta al penal en Guayaquil, hasta que no se estabilice su estado de salud.
“El Gobierno Nacional informa a la ciudadanía que Jorge Glas Espinel, condenado a pena privativa de libertad por la justicia ecuatoriana, ha sido detenido esta noche y puesto a órdenes de las autoridades competentes”, señaló la administración en un comunicado dado a conocer a la opinión pública el viernes 5 de abril luego de que se hiciera efectiva la captura.
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Imágenes del viernes muestran a uniformados ecuatorianos armados y con un ariete frente a la embajada. Al menos uno de ellos escaló el enrejado que rodea el edificio para ingresar y detener a Glas, a quien México concedió asilo ese día tras haberlo refugiado durante meses.
Glas estaba refugiado en la embajada de México en Ecuador desde el 17 de diciembre en un intento de evadir una orden de captura, lo cual tuvo un giro de acontecimientos después de que el gobierno mexicano concediera el asilo político al exfuncionario. Ante ello, el gobierno del presidente Daniel Noboa afirmó que no daría su aval para la salida del exvicepresidente del país y que el asilo era ilegal al tratarse de delitos comunes y no políticos.
La cancillería mexicana aseguró que, según una convención de 1954, el Estado asilante es el “único facultado para calificar la naturaleza de la persecución” política. El incidente llegó al punto de que ambos países rompieron sus relaciones diplomáticas y México anunció que denunciaría el asalto hacia su embajada en suelo ecuatoriano frente a la Corte Internacional de Justicia.
En un mensaje en la red social X, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador calificó el hecho de “violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México”. Tanto gobiernos de izquierda de la región (Brasil, Colombia, Venezuela y Chile), como de derecha (Argentina y Perú) condenaron el asalto que culminó con detención por la fuerza de Glas, requerido por la justicia de su país por cargos de corrupción.
El único hecho semejante en la región se registró en junio de 1976, cuando la maestra y militante anarquista uruguaya Elena Quinteros saltó el muro de la embajada venezolana en Montevideo mientras escapaba de la policía. Aunque personal diplomático intentó resguardarla, fue sacada a la fuerza y llevada a un centro de detención donde habría sido torturada. Sus restos nunca fueron encontrados.
En un comunicado dado a conocer este lunes, 8 de abril, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, defendió la decisión de irrumpir en la embajada mexicana. “Al pueblo hermano de México quiero expresarle que siempre estaré dispuesto a resolver cualquier diferencia, pero que la justicia no se negocia y que jamás protegeremos a criminales que les han hecho daño a los mexicanos”, dijo el mandatario.
“Hemos visto las reacciones de algunos grupos que han puesto sus intereses y proyecto político por encima de la soberanía, dignidad y la justicia del Ecuador. Otros han tratado de volverlo una lucha ideológica, tratando de encasillarme en un extremo del cual nunca he sido parte. Por último, unos políticos ecuatorianos caducos han solicitado a México que nos declare la guerra, y a la comunidad internacional que nos sancione económicamente, incurriendo en una traición a la Patria nunca antes vista”, manifestó Noboa.