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ELECCIONES 2018

Consultas de marzo, como para ‘meterles mano’

Son tantos los intereses que por obra y gracia de la democracia cualquier ciudadano podría incidir en las consultas de la derecha y la izquierda. Dos partidos, el Polo y la Alianza Verde tienen fisuras por cuenta de estas elecciones ‘primarias’.

15 de febrero de 2018

El 11 de marzo será un día definitivo para cinco aspirantes a la presidencia. Tres de los que buscan votos en la centro derecha, y dos que lo hacen en la izquierda, se juegan sus cartas para clasificar a la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Ese tiquete lo buscarán en las urnas, precisamente el mismo día en que los colombianos están convocados para elegir al nuevo Congreso de la República.

En la derecha, Iván Duque, candidato del expresidente Álvaro Uribe, y  Marta Lucía Ramírez y el exprocurador Alejandro Ordóñez, dos ex del Partido Conservador, aceptaron someterse a una consulta para definir la candidatura única que representará, entre otras, a quienes votaron “No” en el plebiscito por la paz, hace año y medio.

En la izquierda, la coalición no cuajó, y solo Gustavo Petro y Carlos Caicedo, dos exalcaldes que alguna vez militaron en movimientos guerrilleros, fueron los únicos que aceptaron someterse al veredicto de las urnas para definir quién será el que los represente en la primera vuelta.

Aunque en principio las consultas están destinadas para los militantes de aquellos partidos que intervienen, las que se adelantarán en menos de cuatro semanas, solo involucran a un candidato avalado por un partido político, el caso del candidato del Centro Democrático. Los otros cuatro son respaldados por movimientos significativos de ciudadanos, y sus aspiraciones fueron avaladas por firmas.

Una circunstancia que hace particular las consultas del 11 de marzo. Entre otras porque cualquier ciudadano (36 millones están habilitados para votar) que se acerque a las urnas podrá participar. Ninguna norma lo impide. Los jurados de votación deberán preguntarle a cada elector si quiere participar en alguna de las dos consultas: solo podrá participar en una de ellas o, si lo prefiere, abstenerse de votar.  

En consecuencia, puede presentarse el escenario de que miembros de otros partidos que no están en contienda puedan participar de las consultas y ‘meterles  mano’ para incidir en los resultados.

Cuando se habla de ‘meterles mano’ a las consultas hay un recordado antecedente. En marzo del 2010, el Partido Conservador sometió su  candidatura presidencial al escrutinio público, entre los exministros  Andrés Felipe Arias y Noemí Sanín.

Como Arias era el candidato de la entraña de Álvaro Uribe, muchos votos fueron a respaldar a Noemí. Entre otros, maquinarias del Partido de La U se acercaron a las urnas, pues una derrota de ‘Uribito’ fortalecía la candidatura de Juan Manuel Santos, quien en ese entonces se disputaba el favor del guiño de Uribe.

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Al final, Noemí Sanín se impuso por un estrecho margen y se ganó la candidatura conservadora, pero en la primera vuelta quedó entre las últimas, y el millón de votos que la había respaldado en la consulta contra Arias, despareció casi que en la mitad.

Este 2018 la historia podría repetirse. En teoría la consulta más atractiva es la de Duque, Ordóñez y Marta Lucía. Entre otras por el mismo ingrediente que existía en 2010: la presencia en esta contienda de la carta presidencial de Uribe, exmandatario que no solo sigue sumando partidarios, sino a la vez muchos contradictores. Por eso, el sentimiento antiuribista podría hacerse presente para que Uribe quede fuera de la contienda de forma prematura.

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Por eso, a la consulta de la derecha le podrían meter mano incluso desde orillas ideológicas opuestas, que intentarían favorecer a Marta Lucía o a Ordóñez para poner en serios aprietos al uribismo.

A Duque no lo favorecen las encuestas en el escenario abierto. Aunque ganaría en el caso de que sólo intervinieran militantes del uribismo, Marta Lucía le gana por 18 puntos (en la Gran Encuesta Invamer para la Revista SEMANA).

Duque tendría más apoyo dentro del Centro Democrático, pero como en la consulta puede votar todo el mundo, los antiuribistas están tratando de atajarlo. No solo sectores de izquierda que tengan esas intenciones. También por los lados de Cambio Radical se frotan las manos en el caso de un eventual triunfo de Marta Lucía para que Uribe prefiriera buscar una alianza con Germán Vargas Lleras. Sin embargo, en el círculo al ex vicepresidente se menciona que la mejor opción sería el triunfo de Duque, con quien creen que sería más fácil llegar a un acuerdo de adhesión antes de la primera vuelta.

Y aunque esta consulta tenga a dos exintegrantes del Partido Conservador, los godos actuarían con neutralidad. Aunque los parlamentarios siempre respaldaron a Ordóñez, y tuvieron choques con Marta Lucía, como los que se evidenciaron en el 2014, en el presente debate electoral están más inclinados al árbol de más sombra. En una reciente encuesta interna, la mayoría de parlamentarios manifestaron que la colectividad debería apoyar a Germán Vargas Lleras.

Fisuras por la de izquierda

La consulta de izquierda no despierta las mismas emociones, entre otras porque se da por descontado el triunfo de Gustavo Petro frente a Carlos Caicedo. Sin embargo, es la que más dolores de cabeza le está generando a ciertos partidos políticos, como a la Alianza Verde y al Polo Democrático.

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Estos dos partidos, junto al movimiento Compromiso Ciudadano,  conformaron la llamada Coalición Colombia, de la que Sergio Fajardo es su candidato presidencial. Los dos máximos electores de los Verdes y el Polo, Claudia López y Jorge Robledo, hacen campaña hombro con hombro con el exalcalde de Medellín. Pero en las dos colectividades son muchos los sectores que no marchan de la misma forma.

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La consulta entre Petro y Caicedo provocó un altercado en la Alianza Verde. Como en el partido aún hay un amplio sector de Progresistas de Gustavo Petro, el presidente de la colectividad, senador Jorge Iván Ospina, dejó en libertada a quienes quisieran participar de esa consulta y apoyar a cualquier candidato.

“Aquí no hay disciplina de perros (...),  hay un pequeño sector que quiere apoyar a Petro en la consulta y mal haría el partido en prohibir esa postura democrática”, explicó Ospina.

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Su postura fue muy cuestionada por la senadora Claudia López, quien considera que la Alianza Verde no puede permitir a sus miembros que apoyen a un candidato diferente al que el partido avaló, en este caso Sergio Fajardo, entre otras porque se incurriría en doble militancia, conducta prohibida por la Constitución.

“Si ellos quieren apoyar el cambio más radical que representa Gustavo, más polarizante, más divisorio, están en su derecho; pero el verde inscribirá a Sergio Fajardo como su candidato”, dijo Claudia.

Un sondeo que Jorge Iván Ospina promueve desde su cuenta de Twitter ha provocado diferencias internas.

En esta discusión, Ospina ha dejado en claro que no está promoviendo apoyo por un candidato distinto a Fajardo, incluso recordó que en el valle organizó varios actos que contaron con numerosa participación.

Así mismo recordó que Claudia López, el pasado mes de octubre, invitó a votar a favor de Humberto de la Calle en la consulta del Partido Liberal.   

La controversia ya provocó las primeras reacciones de los directorios departamentales. El de Cundinamarca fue el primero en expedir una circular invitando a sus integrantes a la disciplina partidista, y apoyar al candidato Sergio Fajardo.

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Si por los Verdes llueve, en el Polo no escampa. En el partido  más grande de la izquierda son más los escépticos con Sergio Fajardo. Los primeros brotes se vieron en el Valle del Cauca, donde a los tres candidatos al Senado, Alexander López, Alejandro Ocampo, y el excongresista Wilson Arias, no los convence Fajardo por su presunta posición de aumentar la edad de las pensiones (lo que el candidato negó), y se sienten más identificados con otros candidatos, uno de ellos, su antiguo compañero de bancada, Gustavo Petro. Por eso promueven antes de la primera vuelta una alianza Fajardo-Petro.

En el resto del país también se respira una atmósfera similar, pues a pesar de las heridas del pasado, Gustavo Petro sigue teniendo resonancia entre sectores del Polo Democrático.

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El concejal Álvaro Argote, presidente del Polo, admitió la situación. “Yo quisiera creer que es una acción espontánea y propia que toman algunos de los amigos militantes de nuestro partido. A veces concurren o recurren al "todo vale" y nosotros no podemos compartir éticamente ese comportamiento".

Para atajarlos, el Polo expidió este jueves una resolución en la que reitera la instrucción de apoyar solo a candidatos avalados por el partido, y orientó a la militancia a “no intervenir” en las consultas de marzo.

“Esta ha sido nuestra tradición histórica, pues así lo exigimos en las consultas internas para escoger candidato presidencial que hicimos en 2006 y 2010”.

El comunicado del Polo agrega que “los actos de corrupción no solo tienen que ver con el manejo de los recursos económicos, sino fundamentalmente con el comportamiento cotidiano para controvertir la cultura del todo vale”.

Aunque estas discusiones al interior del Polo y la Alianza Verde corresponde más a dinámicas de votos de maquinaria para favorecer a Gustavo Petro,  Carlos Caicedo podría capitalizar el voto contra el exalcalde de Bogotá, el cual podría ser activado por obra y gracia de la democracia, y del mecanismo de la consulta.

Petro comenzó el año trepado en el primer lugar de las encuestas, una circunstancia que sin duda cambió el decorado de la campaña. La posibilidad de que el exalcalde de Bogotá gane la presidencia, ha generado preocupación en muchos sectores, incluso algunos candidatos entre ellos Vargas Lleras, quieren perfilarse como el antídoto antipetro.

¿Quién quita que el 11 de marzo haya electores que quieran ver a Petro fuera de combate, y pidan el tarjetón de la consulta izquierda para votar en su contra? La democracia lo permite, aunque sería la democracia del todo vale.  

Son muchos los intereses directos e indirectos que se juegan el 11 de marzo, por lo que las consultas están generando de todo, menos indiferencia. Y aunque haya instrucciones más cercanas a la disciplina para perros, el hecho de que en las elecciones parlamentarias concurran todos los partidos, puede provocar que los electores, en la soledad del cubículo, le metan mano a las consultas. Un historia que el país ya vivió.