Las tormentas geomagnéticas, también conocidas como tormentas solares, son producidas por una irradiación de viento solar, que más tarde, choca con el campo magnético de La Tierra y se forma dicho fenómeno.
Según Dmitri Vibe, miembro de la Academia de Ciencias de Rusia y jefe del Departamento de Física y Evolución de las Estrellas del Instituto de Astronomía de Rusia, el sol emite una eyección de masa de su superficie que logra interactuar con La Tierra.
El pasado 3 de noviembre se presentó este fenómeno, en donde la eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) ‘caníbal’ impactó en el campo magnético terrestre y se desató una tormenta geomagnética considera, según el portal digital Segre, “fuerte”.
Las CME ‘caníbal’ son consideras de esta magnitud debido a la velocidad con la que viajan. Una CME de plasma, derivada del sol, normalmente va a menos de 250 kilómetros por segundo (km/s) hasta cerca de los 3.000 km/s.
Las llamadas caníbal pueden alcanzar dicha velocidad máxima, por lo que devoran a sus parientes más lentos y causan tormentas solares de larga duración en el planeta Tierra.
Debido a ello, es posible que la tormenta vuelva a suceder causando la afectación en los dispositivos de navegación o GPS e incluso, perjudicar el funcionamiento de varios satélites.
“La radiación dañina de una llamarada solar no puede atravesar la atmósfera de La Tierra para afectar físicamente a los humanos; sin embargo, cuando es lo suficientemente intensa, puede perturbar la atmósfera en la capa por donde viajan las señales de comunicaciones y GPS”, explicó la NASA en un comunicado, citado por el medio Segre.
Otras afectaciones
- Es posible que, debido a la magnitud de la tormenta se vean afectadas la naves espaciales y las señales de radio que posean latitudes de alta frecuencia, por lo que podrían verse damnificados los vuelos de larga duración.
- Aquellos continentes que están conectados por cables submarinos pueden verse afectados. De hecho, según National Geographic, el funcionamiento incorrecto de ellos puede provocar un colapso en la conectividad mundial, ya que varios países, sobre todo los cercanos a los polos, pueden quedar completamente sin red.
- Si se llega presentar nuevamente esta tormenta solar, es posible que se generen auroras boreales en América del Norte y Europa Central, debido a que la gran cantidad de energía emitida, provocaría que algunos átomos atmosféricos comiencen a brillar.
A pesar de la dimensión de la tormenta geomagnética aún no se conocen cuáles serían los efectos en los seres humanos. Sin embargo, según Segre, es probable que conlleve grandes pérdidas económicas, pues investigaciones de Sangeethe Abdu Jyothi, de la Universidad de California, indican que podrían perderse, solo en Estados Unidos, unos 7 mil millones dólares en un día.
Como antecedente a las tormentas solares se encuentra lo sucedido en el 2012, cuando la compañía Delta Air Lines desvió la flota que conectaba Detroit (Estados Unidos) con Asia debido a que no podían pasar por los polos. El hecho causo tal impacto que varias personas pensaron que se trataba del entonces llamado “fin del mundo”.
En 1859 ocurrió una de las tormentas solares más grandes de la historia. Durante el suceso, las agujas de las brújulas se descontrolaron completamente y las líneas entre Europa y Estados Unidos, conectadas por telégrafo, ya no se podían usar. Además, se presentaron auroras boreales en Latinoamérica y parte de España y la hidroeléctrica de Canadá sufrió un fuerte apagón.