En 2019, el WFP asistió en Colombia a 1.5 millones de personas entre víctimas de violencia armada, mujeres rurales, niñas, niños y adolescentes con alimentación escolar, pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, migrantes y afectados por desastres naturales.

Desde el inicio de la pandemia, ha recibido solicitudes para asistir a más de 1.2 millones de personas duramente afectadas por la crisis de covid-19, que se suman a miles de personas que ya estaban siendo apoyadas por esta agencia. Desde La Guajira hasta el Amazonas y del Chocó hasta el Vichada, han brindado asistencia a más de un millón de personas en lo que va corrido de este año, trabajando de la mano con instituciones nacionales.

Hoy, este organismo de la ONU redobla sus esfuerzos para atender a las poblaciones más vulnerables. Sin donaciones adicionales para el segundo semestre, la seguridad alimentaria y nutricional de cientos de miles de personas que apoya esta organización en el país podría verse en riesgo.

Para mantener sus actividades de respuesta inmediata, aumentar los niveles de atención y cubrir las nuevas necesidades alimentarias desencadenadas por la pandemia en los próximos seis meses en Colombia, la agencia humanitaria requiere 97 millones de dólares.