Un nombre que retumba constantemente en los medios deportivos es el de Fabrizio Romano. El periodista italiano ha construido una sólida reputación y, actualmente, es visto como una fuente confiable cuando del mercado de fichajes se trata.
Intereses por parte de clubes, datos relevantes sobre los jugadores y detalles de los contratos que se firman en el mundo del fútbol son algunas de las informaciones que Romano publica por medio de sus redes sociales. Tanto en X como en Instagram, cuenta con una comunidad de más de 20 millones de seguidores.
Sin embargo, un fuerte escándalo ha estallado en su contra. El medio danés Tipsbladet publicó un artículo donde se acusa a Fabrizio Romano de recibir dinero por difundir falsos rumores sobre determinados futbolistas.
Tildándolo como “el portavoz de las agendas que quieren imponer los agentes”, acusan a Romano de lucrarse a cambio de dar visibilidad a ciertos jugadores en sus redes sociales. El caso particular por el cual lanzan dichos señalamientos en su contra involucra a Roony Bardghji, jugador del Copenhague.
El pasado 28 de febrero, el periodista hizo una publicación en la que decía: “Roony Bardghji, el extraño caso de uno de los mejores talentos de Europa. De ser pichichi con 10 goles del Copenhague a… cero minutos en los primeros partidos de 2024. La razón es que Bardghji no tiene intención de firmar un nuevo contrato a largo plazo y, a partir del verano, solo le quedarán 18 meses de contrato, con varios clubes importantes siguiéndole”.
Pero el medio danés cita que el mismo club salió a desmentir lo dicho por Romano. De hecho, Tipsbladet sostiene que la dinámica se estaría gestionando a través de la empresa Memmo, que sería la intermediaria para cuadrar los pagos por difundir la información solicitada.
En la página web de la compañía figuran opciones para solicitar saludos personalizados del periodista, por ejemplo, de cumpleaños, mensajes de ánimo, bromas, entre otros. Sin embargo, la acusación va más allá y sugiere la supuesta existencia de una coordinación para publicar falsos rumores relacionados con determinados jugadores. Las tarifas estarían entre los 1.000 dólares por un post en sus redes sociales y hasta 6.000 dólares por un video.
Frente a las graves acusaciones, Fabrizio Romano manifestó que carecen de veracidad, por lo que emprenderá acciones legales contra el medio danés que publicó el artículo, según trascendió el medio deportivo AS.
Por lo pronto, el periodista italiano continúa activo en sus redes sociales, compartiendo información de interés sobre el escenario futbolístico, aunque no se ha manifestado a profundidad sobre las acusaciones provenientes desde Dinamarca.