El pasado 26 de abril la industria automotriz colombiana sufrió uno de los golpes más duros de los últimos años, puesto que General Motors anunció el cierre definitivo de la planta de Colomotores, ubicada en la zona franca de Bogotá, luego de 70 años de funcionamiento.
Santiago Chamorro, presidente de la empresa para Sudamérica, habló este fin de semana con SEMANA, aseguró que la decisión de cesar las operaciones de la fábrica se debe a la “presión competitiva grandísima” que ha experimentado el mercado nacional, producto de la apertura comercial y la baja producción local.
“La industria colombiana desde hace años se abre al mundo a través de tratados de libre comercio (TLC). Eso lo que significa es que, de forma gradual, pero constante, comienza a recibir una presión competitiva grandísima. Tenemos TLC con Estados Unidos, que produce millones de carros; con Europa, que produce nueve millones de carros; desde el año pasado, con Corea, que produce cuatro millones”, indicó inicialmente.
Luego, precisó: “En una industria pequeña, de bajos niveles de producción, es una dificultad grande en materia de competitividad por el volumen por escala. En ese sentido, hemos hecho esfuerzos importantes para mantenernos de la mejor forma competitiva e insistir. Con un volumen más bajo de producción, los resultados financieros se hacen insustentables en el largo plazo”.
El presidente internacional de General Motors, Shilpan Amin, también se pronunció recientemente y puntualizó que la decisión es seguir teniendo presencia en Colombia mediante su marca Chevrolet y su sólida red de negocios, como GMICA-Isuzu, GM Financial y Chevyplan.
Amin fue enfático en decir que la empresa seguirá aportándole al país y continuará invirtiendo en él, recalcando que la determinación de cerrar la planta de Colmotores es fundamental para el futuro de la compañía en nuestra nación.
“Las acciones que anunciamos son fundamentales para garantizar que estemos mejor posicionados para ofrecer a nuestros clientes los vehículos y las tecnologías más avanzados, e impulsar la transformación de la industria en Colombia y Ecuador hacia un futuro sin emisiones”, manifestó el alto directivo.
Finalmente, concluyó: “Desde la nueva estructura comercial de General Motors Colombia, la Compañía continuará invirtiendo en el país, ratificando su compromiso de contribuir significativamente a su progreso”.
Cabe recordar que Chamorro explicó que que la empresa determinó cambiar el modelo de negocio que tenían para fortalecerse en el mercado colombiano y ecuatoriano, puesto que también cerrarán en agosto próximo la planta ensambladora de OBB, localizada en el vecino país.
El último dato público de su información financiera, con corte a 2022, estableció que tuvo ingresos por 3,6 billones de pesos, un crecimiento de casi 51 % frente a 2021, y una utilidad neta de 70.800 millones de pesos.
“Después de una cuidadosa evaluación, decidimos que el modelo de empresa nacional enfocada en la comercialización de vehículos y centrada en el cliente es el camino correcto para competir en Ecuador y Colombia en el futuro”, señaló el presidente para América Latina.