Un pulso de titanes está previsto alrededor de la negociación que se intenta dar en el país, entre el gobierno del presidente Gustavo Petro y los transportadores, para tratar de escuchar a las partes y llegar a un punto medio, que permita definir el incremento en el ACPM, luego de una serie de alzas en la gasolina, en medio de un déficit generado por los subsidios que tenían en Colombia los combustibles; es decir, se mantenían con un precio estable aunque subiera o bajara el precio internacional.

Este miércoles 24 de enero habrá una especie de ‘cumbre’, con participación de altos funcionarios del Gobierno, principalmente de los ministerios de Hacienda y Minas, para avanzar en el proceso de llegar a hacer lo que ha dicho el ministro Ricardo Bonilla: no hay otro camino que incrementar el precio del ACPM, como se hizo con el de la gasolina.

El asunto es que, por el lado de los transportadores, hay resistencia a aceptar ese incremento. Nidia Hernández, presidenta de Colfecar, uno de los gremios del transporte de carga, al ser consultada por SEMANA, dio declaraciones que muestran que no estrían muy dispuestos a dar su brazo a torcer para aceptar un incremento.

“Como cámara intergremial del transporte, UNIDOS seguiremos dando los argumentos para que el país adopte una fórmula que beneficie a sus ciudadanos en un país donde se explora petróleo y se cuenta con dos refinerías”, sostuvo Hernández.

Nidia Hernández, presidenta de Colfecar.

Desde la Federación de Transporte de Carga, también han mantenido una posición similar. De hecho, el argumento con el cual acudirán al encuentro de hoy y de los próximos días, previo a definir el incremento del ACPM es que este país no puede ser tratado como otros, ya que tiene refinerías.

El ministro de Hacienda, en todo momento, ha confirmado que el incremento se tendría que dar, pues el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc), por cuenta del diésel estaría cercano a los 14 billones de pesos y si no se detiene, puede llegar a ser más alto que el de la gasolina, que ya se cerró con las alzas.

Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda. | Foto: Transmisión Youtube

Pero, ¿y la inflación?

La disyuntiva para el Gobierno, según han conceptuado los expertos y realizadores de estudios, es que un aumento del precio del ACPM le pegará a todos los costos que hacen parte de la canasta de consumo de los hogares colombianos. Es decir, habrá una fuerte presión sobre la inflación, variable que ya se logró controlar, después de muchos meses afectando el bolsillo de los ciudadanos de esta nación.

De ahí que hasta el momento no se haya logrado el mencionado consenso, para empezar las alzas en el ACPM, pues se tiene que poner sobre la mesa el aumento en el costo de la comida, el transporte público, los productos en general, teniendo en cuenta que todo debe ser transportado y el transporte de carga trabaja con ACPM.